No beneficia a la estrella pop
Listo, el jurado para el proceso contra Jackson
Santa Maria/Washington, 24 de febrero. Nadie contaba con ello. En lugar de las cuatro semanas que en un principio iba a durar, el juez Rodney Melville sólo ha necesitado cinco días para anunciar (el miércoles) que ya hay un jurado de cara al proceso que se sigue al cantante Michael Jackson por presunto abuso sexual de menores.
Serán ocho mujeres y cuatro hombres. Un varón de 21 años es el más joven y una señora de 79, la mayor del jurado, del que no forma parte ningún negro.
Con la rápida composición de los Jackson Twelve, tal como ya se ha bautizado al grupo, puede dar comienzo en las próximas semanas la "fase candente" del espectacular proceso en la localidad californiana de Santa María.
Al término de la elección de los jurados suplentes y de las vistas sobre las cuestiones procesales pendientes, la acusación y la defensa tendrán que sostener sus esperados alegatos iniciales.
Muchos juristas estiman que, con esta elección del jurado, ya existe una decisión previa sobre la libertad o la prisión para Jackson, quien presuntamente en 2003 abusó sexualmente de un muchacho de 13 años en su rancho de Nunca Jamás y le indujo a hacerlo mediante el alcohol.
Con la composición del jurado "ya se tiene ganada la mitad del proceso", afirma el catedrático en derecho Stan Goldman, algo que realmente se cumple en este caso, ya que cada uno de los jurados elegidos lleva meses escuchando en los medios.
Eso puede dar lugar a sospechar que una parte de los miembros del jurado ya tiene una opinión preconcebida. Por ello, observadores en el juicio sorprendieron a Jackson el miércoles en la sala del proceso mirando en varias ocasiones al jurado como si quisiera leer en sus rostros si le consideran culpable o inocente.
La fiscalía descartó a dos mujeres negras, una de ellas clamó a gritos que Jackson no iba a tener un proceso justo si no había un afroamericano entre los doce miembros del jurado. "Puede usted marcharse", se le dijo enseguida para despedirla. Y ese fue el único momento en el que Jackson mostró emoción: estaba profundamente consternado.