Usted está aquí: viernes 25 de febrero de 2005 Espectáculos LeBon: nunca pensamos en el retiro; las pensiones en Inglaterra son bajas

Nostálgico concierto de Duran Duran en el Auditorio

LeBon: nunca pensamos en el retiro; las pensiones en Inglaterra son bajas

Y en la noche...

ARTURO CRUZ BARCENAS

Ampliar la imagen El vocalista de la agrupaci�chentera FOTO Fernando Aceves

"Desde Los Beatles, ningún otro grupo había logrado que los fans se compenetraran tanto con sus letras como ocurrió con Duran Duran", expuso Simon LeBon, vocalista de la banda, en rueda de prensa previa a su concierto en el Auditorio Nacional, el pasado martes, ante un lleno total que incluyó una sección especial VIP de a 400 dólares el lugar.

Marcaron el pop de los años 80 y ahora promueven su disco Astronaut, donde participan los cinco miembros originales: LeBon, Andy Taylor (guitarra), John Taylor (bajo), Roger Taylor (batería) y Nick Rhodes (teclados).

"Cuando decidimos reunirnos lo primero que hicimos fue viajar a Francia para probar si aún existía química entre nosotros. Fue muy claro que la magia seguía ahí y tocar en vivo la ha consolidado", expuso LeBon.

Aclaró que se consideran una banda con valores clásicos. "Nos escuchamos mejor, más compactos, cuando tocamos en vivo. No somos, para nada, un grupo que se quedó en los años 80".

John Taylor comentó: "Cada quien persiguió sus proyectos personales, con sus bandas. Teníamos tanto que hacer que no nos daba tiempo de pensar en juntarnos nuevamente. No pensamos en el retiro; las pensiones de desempleo en Inglaterra son muy bajas".

Simon: "Antes, en los 80, había pocos foros y era muy difícil trabajar en Sudamérica o en el Este de Europa; había gobiernos muy extraños donde no podíamos ir a tocar; ahora hay muchos más y presentarnos en México es un lujo. Andy es el que escribe las canciones y con Astronaut sentimos que las letras son ahora más realistas porque están salpicadas con la experiencia que nos ha dado la vida. Antes eran más de fantasía, pero no por ello menos increíbles".

Abrieron con Sunrise, de su nuevo disco. Hungry like the wolf paró a miles de sus asientos. En una pantalla colocada al fondo del escenario las imágenes rememoraron la juventud de un grupo que unió la sensualidad a sus videos. Rock y juventud iban de la mano.

Esa sensualidad está vigente en miles de antros. Los tables dances hacen sonar sus temas, sinuosos. Las mujeres se contonean en torno al tubo central, en las pasarelas. Duran Duran se ha quedado en ese ambiente.

Union of the snake, Astronaut y la aplaudida Come un done. Chains, nueva, no desentonó. La tranquilidad con Chouffeur. Ordinary world dio otro momento de nostalgia. LeBon dirigió el micrófono al auditorio, al frente, y un coro le demostró que en México el grupo sigue vivo.

Nice y Notorious, con un funky pesado, circular, de los días de discotec, de las esferas iridiscentes. Fue el preámbulo para la más esperada de la noche: The reflex. Es el reflejo de lo que fue Duran Duran. Las cascadas del video no se proyectaron, pero muchos iban sólo por oír ese tema.

Encore con White lines, Girls on files y la despedida con Río. La banda fue el reflejo de los días de juventud y la persistencia, resistencia, en el tiempo.

 
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