Usted está aquí: domingo 27 de febrero de 2005 Sociedad y Justicia La homosexualidad no es "pecado", siempre que no se practique: Iglesia

Critica la Arquidiócesis de Guadalajara a quienes se oponen a UNPF y Pro Vida

La homosexualidad no es "pecado", siempre que no se practique: Iglesia

En el editorial del Semanario, afirma que esta "inclinación" es equiparable al alcoholismo

"La naturaleza no se equivoca; si se le altera, es vengativa", asegura

ALMA E. MUÑOZ

A propósito de la campaña contra la ho-mofobia que promueve la Secretaría de Salud, la Arquidiócesis de Guadalajara aclaró que la Iglesia no desconoce que en la práctica "existen personas, por responsabilidad propia o ajena, que no tienen gustos heterosexuales"; sin embargo, en su periódico Semanario, hace una diferencia entre homosexualidad y homosexualismo.

Aseguró que en el primer caso la tendencia a preferir personas del mismo sexo "no es un pecado, pero se puede convertir en un mal si se lleva a la práctica". En este caso, agrega, se cae en el homosexualismo.

"Aquí es donde interviene el juicio moral que condena este acto, porque no pertenece a la naturaleza del ser humano y transgrede la ley divina."

Por ello pidió a los homosexuales "castidad" para que reciban respeto, y lamentó que se acuse de "retrógradas" a los grupos de derecha que exigen detener -antes de su difusión- los dos espots radiofónicos en los que se aborda el contagio del VIH-sida en relaciones sexuales entre personas del mismo sexo.

Cuestiona que ante las críticas de la Unión de Padres de Familia (UNPF), Pro Vida y otros grupos afines, sus antagónicos los tilden de "conservadores, ultraderechistas y retrógradas, en la línea de ridiculizarlos y hacerlos quedar como enemigos de la tolerancia", cuando cada grupo tiene derecho a la libertad de expresión.

Nosotros como Iglesia -afirma el Se-manario- estamos en contra de que "se desprecie al ser humano, cualquiera que sea su condición, pero nadie está de acuerdo en aprobar cualquier conducta. Por principio de cuentas habría que ser más tolerantes con la manera de pensar de los demás, pero desgraciadamente los que se dicen tolerantes no toleran a los que ta-chan de retrógradas".

Las Sagradas Escrituras -se apunta en el editorial de la publicación- señala que Dios creó al hombre y a la mujer, y les indicó que "ellos dos, diferentes en sexo, pero complementarios, vivirían, multiplicarían su descendencia y someterían todo lo creado".

El arzobispado de Guadalajara reconoce que existen personas "propensas" a estar con otras de su mismo sexo y que muchos que están "bautizados, se sientan confundidos y hasta rechazados, casi malditos de Dios", por lo que decidió presentar públicamente sus definiciones para "aclarar cosas".

Guardadas las diferencias, añade el tex-to, esta problemática es equiparable con la "inclinación" de una persona por las bebidas alcohólicas, "quien no por tenerla es ya un alcohólico, sino hasta que en realidad abusa de la bebida y se emborracha".

Cuando se multiplica la práctica homosexual, insiste, se provocan "derrumbamientos en la sociedad que la historia ha comprobado. La naturaleza no se equivoca y, por desgracia, cuando se alteran su orden y leyes, es vengativa".

Todo lo anterior, agregó, no significa que los homosexuales tengan que ser castigados, expulsados, despreciados, agredidos y rechazados.

"Se les pide castidad, como al casado y al consagrado, cada quien de acuerdo con su condición de vida. Deben ser respetados en su derecho fundamental, que es la vida, pero se debe reconocer también que no todo lo que se puede hacer en la vida es recomendable, por lo que los actos (las acciones, las obras, los hechos) homosexuales no son aceptados", precisó.

 
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