Usted está aquí: jueves 3 de marzo de 2005 Política Condena la Iglesia aliento al voto del miedo

Algunos candidatos sólo ven a su partido "como un trampolín", lamentan obispos

Condena la Iglesia aliento al voto del miedo

Ya resulta "inadmisible" la imposición de un proyecto de forma autoritaria, advierten

JOSE ANTONIO ROMAN

Ampliar la imagen Rodrigo Aguilar Mart�z, obispo de Matehuala, y Jos�uadalupe Mart�R�go, presidente del Episcopado Mexicano, durante el acto en el que presentaron el an�sis prelectoral del clero FOTO Francisco G� /Notimex

El clima de enfrentamiento entre los partidos políticos ha provocado que la sociedad -agraviada y cuya paciencia se agota- vea con "miedo e incertidumbre" las elecciones presidenciales de 2006, afirmó el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), José Guadalupe Martín Rábago, quien sugirió que hablar de violencia no conviene a nadie. Además, recordó que de nuevo los comicios no están definidos de antemano.

"No temería que se desplomara la nave, pero es probable que pasemos por momentos de gran turbulencia política", declaró el también obispo de León en conferencia de prensa, en la que presentó una carta episcopal en la que el clero habla del proceso electoral del próximo año.

"Como hombres de fe", expresó que los obispos confían en que las instituciones democráticas del país se afiancen y terminen por madurar. "Esperamos que los ciudadanos, partidos, órganos electorales, autoridades y todos actúen con prudencia y madurez", dijo, y advirtió que "lo peor es ir suscitando entre el pueblo temores de probable violencia, que a lo mejor no se va a dar, pero anunciarlo sólo como probabilidad ya hace daño a todos".

El documento episcopal, dado a conocer en uno de los recesos de la reunión que ayer sostuvieron los más de 20 obispos miembros del Consejo Permanente de la CEM, exhorta a los partidos a que sus trabajos para renovar las respectivas dirigencias nacionales y, en un futuro próximo, designar candidatos presidenciales, no sean procesos espurios de los que surjan abanderados no bien aceptados.

"Es necesario que las decisiones sean generadoras de confianza en la vía democrática y desaparezcan los múltiples rostros del autoritarismo que hemos padecido por decenios, con graves costos económicos y hasta de vidas humanas", dice el documento suscrito por el presidente y el secretario general de la CEM, José Guadalupe Martín Rábago y Carlos Aguiar Retes, respectivamente, en nombre del Consejo Permanente.

Titulado Fortalecer la democracia; reconstruyendo la confianza ciudadana, el documento recuerda que una vez más los ciudadanos se preparan para participar en unas elecciones no definidas de antemano, en las cuales los partidos pueden contender con la confianza de que les es posible lograr el triunfo en las urnas.

Se reconoce que los partidos han obtenido avances significativos en cuanto a la democratización del país, pero los obispos lamentan que las estadísticas y los sondeos de opinión demuestren que existe una crisis de credibilidad hacia esos institutos. "La opinión pública los muestra envueltos en escándalos, enfrentamientos y descalificaciones mutuas y profundas divisiones internas. Esta percepción puede convertirse en semilla de desilusión y de falta de interés en la vida política en general."

Asimismo, se considera que amplios sectores de la sociedad ven con recelo las luchas entre los diferentes partidos, mientras quedan desatendidas las demandas elementales, como el abatimiento de la pobreza extrema, el mejoramiento de los niveles de educación y salud, el fortalecimiento de la seguridad pública, el combate al narcotráfico, la promoción de la justicia, la ética en el ejercicio de la función pública, así como la transparencia y rendición de cuentas, entre otras cosas.

El Episcopado Mexicano advierte que a nadie beneficia la discordia y la desunión, porque entonces los verdaderos problemas no se abordan y quienes los padecen quedan sumergidos en el desencanto propiciando actitudes agresivas, violentas y a veces con afán de venganza. "Es frustrante ver cómo para algunos candidatos el partido es sólo un trampolín y cómo hay grupos que caen en el pragmatismo de alcanzar el poder para su beneficio."

En el mismo tenor de advertencia, el documento episcopal señala que en una sociedad plural ya no es admisible la imposición de un proyecto político en forma autoritaria. "Hoy más que nunca es indispensable que en los partidos se cultive un espíritu de servicio y que la fidelidad a los principios e ideales se traduzca en una contribución positiva al progreso y a la solución de los problemas económicos y sociales."

Los mexicanos -agrega el texto de los obispos- quieren partidos sólidos, capaces de responder a las demandas más sentidas de la sociedad. Estos son momentos para ganarse la confianza y el respeto de una sociedad que se siente agraviada, cuya paciencia se agota y que quiere ver a sus aspirantes a puestos de elección popular convencidos de que la política es el noble arte del servicio al bien de la comunidad social. "Es urgente reconstruir la confianza de los ciudadanos", concluye el llamado del clero.

 
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