Usted está aquí: jueves 3 de marzo de 2005 Política "Soy el discurso feminista en carne viva"

La defensa de las mujeres sujetas a violencia no es rentable políticamente, critica

"Soy el discurso feminista en carne viva"

La sociedad debe combatir la estigmatización de quienes han sido vejadas, afirma

RENATO DAVALOS

Ampliar la imagen Yeidckol Polevnsky, candidata del PRD a la gubernatura del estado de M�co, durante la entrevista que concedi�er a La Jornada, luego de su conferencia de prensa FOTO Marco Pel�

De pie frente al espejo, Yeidckol Polevnsky Gurwitz refleja a la otra Yeidckol y se impone la alusión a la novela de José Saramago, aunque en este caso es la mujer duplicada. Ella misma ríe de la anécdota y de su pasado. "No voy a hablar del discurso feminista... Yo soy ese discurso en carne viva", establece con un brinco en la memoria.

En la suite de un hotel de Reforma, Polevnsky recién había concurrido ante los medios de comunicación para contar su tragedia personal. "¿Y quién defiende a las miles de mujeres que viven la misma condición de la violencia intrafamiliar? Nadie -responde- porque no es rentable políticamente".

Apenas había despedido a su familia, que le acompañó en las entrevistas en las que se hilvanaron una tras las revelaciones de su historia familiar. En su definición de la circunstancia por la que ella atravesó hace muchos años -que padecen miles de mujeres en el país-, Polevnsky enmarca el tema en el contexto sociológico: "Tiene que ver con una situación generada de condiciones de vida esencialmente marginal, aunque no en todos los casos. La sociedad tiene que sensibilizarse para que quienes sufren no sean estigmatizadas".

-Tras conocer su historia, y si llegase a la gubernatura del estado de México, ¿qué haría para revertir esta realidad en territorio mexiquense?

-Son historias que se repiten día con día. Mujeres que sufren una tragedia y se quedan solas, se les cierran las puertas y son vejadas en lugar de ser apoyadas. En la mayor parte de los casos no son culpables. Hay que sensibilizar para que no se vuelvan nota de escarnio o estigmatización, porque es muy doloroso. Recordar que no se señala a una persona, sino a toda una familia

Por ello, definió, se requiere trabajar en la integración familiar. Desde la escuela hay que preparar no sólo a las niñas, sino también a los niños, porque esto no lo hacen las niñas solas.

En el caso de matrimonios destruidos, continuó, los padres deben esforzarse por hacer el menor daño a los hijos. "Siempre he dicho que los padres deberían tener como objetivo darle herramientas a los hijos para ser felices. No sólo en la búsqueda de que les den un título universitario. Ello reclama conciencia en las familias, en la escuela y después en la sociedad. Integración en lugar de estigmatización".

Para ello se requiere acabar con la polarización económica, asentó. "Mientras en el estado de México vengan los padres a buscar empleo y tarden hasta dos horas y media en trasladarse, la desintegración familiar no se detendrá. ¿Cómo se resuelve esto? Generando empleos, mejorando la calidad de vida, la educación".

Polevnsky confesó que, pese a todo, ella tuvo la oportunidad de estudiar y salir adelante. "¿Pero sabes cuántas no? Son echadas a la calle por una situación como ésta. ¿Cuántas tienen que enfrentarse contra toda la adversidad sin nadie que les dé apoyo?, ¿en qué acaban? Hay un gran trabajo por delante con las organizaciones de la sociedad civil.

"El enfoque tiene que ser multidisciplinario. No es un problema de la mujer que puede tener un hijo y ya. Aun cuando trabajemos ahora y se vaya resolviendo el futuro, tiene que atenderse a los que ya están en esa condición".

-¿Cómo va a manejar el efecto electoral de esta tragedia en las semanas de campaña por venir?

-Había decidido salir a hablar del tema desde el inicio. Cuando tomé la decisión lo comenté con la gente del PRD y decidí que tenía que salir a hablar de esto en su momento, previa consulta con mi familia. Sin embargo, se adelantaron los tiempos. Todo fue más rápido y hubo factores que no creí que fueran a existir, como el hecho de que mi padre saliera a hacer esos comentarios.

-¿Inesperados?

-Absolutamente. Creo que ningún hijo podría esperar algo así. Un criminal no espera que salga un padre y lo descalifique. Ni aun así. Esa declaración violentó las cosas y explicó que tuviera que aclarar. Espero que nos permita cerrar este capítulo y abrir el de las propuestas de solución de los mexiquenses. No soy teórica de este tema. Puedo hablar de los problemas porque los he vivido, enfrentándolos y resolviéndolos. No voy a hablar del discurso feminista; yo soy ese discurso en carne viva. De las madres solteras, de niñas que tienen que trabajar cuando no tienen ni edad ni preparación. Lo viví. Me tocó enfrentarlo. De las familias que se quedan sin nada, en la calle. Del valor de la familia, de la solidaridad.

-Pero no debe usarla como bandera de campaña...

-No, para nada. Teniendo esta historia me decían: 'si eres mujer por qué no entras y tomas la bandera feminista'. No lo hice porque creo que este país requiere la bandera de México, la de los trabajadores, las mujeres, la violencia intrafamiliar, los sin empleo, etcétera. Recuerdo una frase de José Martí: 'Con todos y por el bien de todos'. Así tiene que ser. No puedes etiquetar.

"Hace un mes llegué a Neza a una toma de protesta de comités. Una mujer que no se acercaba finalmente llegó en el recorrido y no me dio nada ni me pidió nada. Me dijo: 'soy de las mujeres de la calle y la admiro mucho'.

"Tú sabes -comentó entre sollozos-, golpe al corazón... ¿qué oportunidades le dio la vida? Ninguna. Le quitó todo y la lanzó a la calle. Es alguien a quien le arrebataron todas las posibilidades. ¿Dónde está quien las defienda?, ¿quién está pensando en las vejaciones que esa mujer vivió? Nadie, porque no es rentable políticamente. No es mediático.

"Pero es indignante lo que te pide la gente. Requiere que la pipa de agua vaya dos veces a la semana. ¿Es justo que pida que le lleguen tres en lugar de dos? En otra comunidad 700 niños pasan a secundaria y sólo hay espacio para 200. A 500 ya les desgraciaste su vida. ¿Con qué derecho? ¿El estado más rico, el más industrializado del país?"

-¿Se siente blindada con la revelación de este episodio?

-Creo que en la política no existen blindajes. Si no te brinca de un lado lo hace del otro. Si enfrenté y superé la realidad siendo una niña o adolescente, como mujer mucho más. Esta enorme responsabilidad de la candidatura me compromete. Las demandas son muchas y a veces son de voluntad política y están desatendidas. Es tiempo que las decisiones se ciudadanicen porque los políticos nos han demostrado que dejan mucho que desear, llevan años y años. Las demandas están ahí.

 
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