Usted está aquí: sábado 12 de marzo de 2005 Cultura Cuevas inaugura exposición: ''espero que produzca excitación sexual''

La sala Alaíde Foppa de su museo se integra a los espacios dedicados al erotismo

Cuevas inaugura exposición: ''espero que produzca excitación sexual''

Su esposa Beatriz Bazán imprimió el color a ocho obras de gran formato

Este nuevo trabajo no sólo es un acto creativo, sino amoroso, expresó el pintor y dibujante

CARLOS PAUL

Ampliar la imagen Jos�uis Cuevas y su esposa Beatriz Baz�durante la inauguraci�e la muestra del pintor en el recinto de Academia 13, Centro Hist�o. Al fondo, dos actrices realizaron movimientos sensuales junto a algunas de las obras FOTO Pedro S�hez/ Notimex

Como una nueva etapa en su trayectoria creativa, definió José Luis Cuevas su más reciente muestra de pinturas y esculturas eróticas, que se exhiben a partir del pasado jueves en la sala Alaíde Foppa, del museo que lleva el nombre del artista.

La exposición también es un homenaje a Eros, al amor que se tienen Cuevas y su esposa Beatriz del Carmen Bazán, quien fue partícipe activa en la creación de las ocho pinturas de gran formato, pues ella les imprimió el color.

Esas obras están inspiradas, en parte, en lo que Cuevas y Bazán pudieron ver y apreciar en el cine Venus, donde se proyectan cintas pornográficas y la entrada no es para parejas, pues hay funciones para hombres y para mujeres, pero que en cierta ocasión -comentaron en entrevista-, al ser reconocidos por el dueño, pudieron pasar juntos.

En realidad ''no hay diferencia entre lo pornográfico y el erotismo -explicó Cuevas a La Jornada- lo que sucede es que cuando se habla de arte, de obras expuestas en museos, entonces se habla de erotismo y de ciertos valores estéticos que se supone no deben provocar excitación sexual, y cuando se habla simplemente de películas o sex shop, se habla de pornografía, las cuales se consideran están hechas sólo para la excitación sexual.

''Pero creo que el erotismo -prosiguió- cuando está creado por artistas muy notables, puede producir esa excitación, lo que espero suceda con esta exposición, con la que se integra la sala Alaíde Foppa como una sala más dedicada al erotismo."

Exploración de la intimidad

En la apertura de la muestra de Cuevas, a la que asistieron decenas de jóvenes estudiantes enviados por sus profesores, el pintor, dibujante y escultor, luego de repetir su explicación sobre el erotismo y la pornografía, explicó que el tema lo ha tratado en dos épocas distintas. Algunas de esas obras (36 dibujos acuarelados) permanecen desde 1993 en la sala erótica que lleva el nombre de André Pieyre de Madiargues, creaciones en las que Cuevas explora su propia intimidad.

En las pinturas recientes cada cuadro, dijo, ''fue realizado en un día. A mí me tocaba hacer el dibujo y el tema, y a ella (su esposa) aplicar el color, pues Beatriz tiene mayor sentido del color que yo.

''Como muchos saben -añadió- el color sólo lo empleo para crear atmósferas, nunca me he autonombrado colorista, pero ahora con mi relación amorosa he encontrado la persona idónea que puede hacer ese agregado a la obra, que es el color.

''Soy un poco daltónico, por lo que definitivamente no sé distinguir mucho los colores, de ahí que siempre me haya ostentado como dibujante, antes que nada.

''Este es un nuevo periodo de mi vida creativa y ya no me preocupo demasiado por mi daltonismo. Lo que hemos hecho mi esposa y yo -explicó- es una cosa legítima, ya que cuando viví en Francia pude ver a muchos artistas europeos que dibujaban y luego la esposa terminaba el cuadro aplicando el color.

''De manera que este nuevo trabajo es verdaderamente excepcional dentro de mi carrera como artista plástico, porque fue hecho en colaboración. Y como se trata además de temas eróticos o pornográficos, como se les quiera llamar, entonces el acto creativo, entre mi esposa y yo, se convirtió no sólo en un acto artístico, sino en un acto amoroso", concluyó Cuevas.

Para crear una atmósfera erótica, en la inauguración de la muestra y en distintas partes de las salas, los visitantes pudieron regocijarse con la pupila, no sólo debido a las obras expuestas, pues tres actrices jóvenes desnudas o casi (sólo llevaban una diminuta tanga) acompañaban con sus movimientos o posiciones sensuales algunos de los cuadros, en una especie de comunión entre esculturas vivas y pintura.

La exposición del artista, sin nombre ni título específico, es un tributo a Eros y se puede apreciar en el Museo José Luis Cuevas (calle Academia 13, Centro Histórico).

 
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