Usted está aquí: sábado 12 de marzo de 2005 Espectáculos Martirio traerá a México su sentido del humor envuelto en copla española

Se presentará el 28, 29 y 30 de abril en el Lunario

Martirio traerá a México su sentido del humor envuelto en copla española

Por fin llega a México la cantante española Maribel Quiñones, mejor conocida como Martirio, quien se presentará en el Lunario del Auditorio Nacional los próximos 28, 29 y 30 de abril. Hay que aclarar que su sobrenombre no tiene que ver con el sufrimiento; lo tomó de la raíz de la palabra griega que significa testigo, persona que se da cuenta y da fe de lo visto y sentido. Quiñones fue artista antes de ser Martirio; cantó antes de saber que iba a convertirse en una de las más originales artistas que ha dado España en los 30 años recientes.

Maribel Quiñones se incorporó en 1981 al mítico grupo Caracha, responsable de la recuperación del cancionero popular español. Poco después, se inventó un personaje, Martirio, una suerte de tonadillera posmoderna ataviada de vestidos conceptuales e imposibles, peinetas delirantes y hermosas y unas sempiternas gafas oscuras que servían tanto de antifaz para ocultar su identidad civil, como de elemento glamoroso, pero que también sirvieron para lograr la identificación del público.

Con Martirio todas las mujeres sintieron que cantaba sus cuitas sentimentales y sexuales reales con un sentido del humor desconocido en el trágico mundo de la copla española. Martirio usó su raíz cultural con el respeto más absoluto a la tradición, pero afirmando que su tiempo eran aquellos liberadores años 80 cubiertos de pop.

Estoy mala fue su primer disco como solista (Nuevos Medios, 1986), después le siguió Cristalitos machacaos (Epic, 1989), con el cual Martirio se transformó en icono y bandera de la España moderna.

Martirio hizo de la mezcla su religión musical: pop, rock, jazz, blues, copla y el flamenco comenzaban a hablarse antes de hacerse amigos para siempre en su repertorio musical.

En su tercer disco, La bola de la vida del amor (Sony, 1991), compaginó su estilo mestizo con los telones sonoro-sinfónicos de Peter Gabriel. Luego vino He visto color (Sony, 1994), mezcla de sevillanas con blues, jazz, hip-hop, rock, pop, música árabe y swing.

En 1997 aparece su quinto trabajo musical, el disco-libro Coplas de Madrugá, selección de clásicos de la copla con acompañamiento jazzístico. Ese mismo año Martirio conoce Cuba y graba con el mítico Compay Segundo dos temas para el disco Lo mejor de la vida y realizan una gira juntos por España y Francia.

En 1999 saca su disco Flor de piel (El Europeo) con la colaboración musical de su hijo, el guitarrista flamenco Raúl Rodríguez. En 2001, Mucho corazón (El Europeo). Estos dos trabajos forman parte de un tributo único desde la raíz flamenca y andaluza a la colección popular hispanoamericana, desde el tango a la bosanova, pasando por la cumbia, el bolero, el jazz latino, el son o el filin cubano.

Los cuatro años recientes componen una agenda apretada con giras nacionales e internacionales y hasta ahora llega a México para presentarse en el Lunario del Auditorio Nacional los días 28, 29 y 30 de abril próximo. Boletos disponibles en el sistema Ticketmaster (5325-9000/www.ticketmaster.com.mx y en las taquillas del Auditorio Nacional.

De la redacción

 
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