Usted está aquí: lunes 14 de marzo de 2005 Política EU y nuestros candidatos presidenciables

Jorge Santibáñez Romellón*

EU y nuestros candidatos presidenciables

El tema de Estados Unidos, implícita o explícitamente, siempre ha tenido presencia importante en nuestros procesos electorales para Presidente de la República. Durante mucho tiempo, cuando era indiscutible que dicha Presidencia sería ganada por el PRI, se decía que nuestros vecinos por lo menos "palomeaban" al candidato y que un precandidato que no era bien visto por ellos tenía pocas oportunidades. En virtud de la dependencia con ese país, a ningún presidente en funciones, que tradicionalmente tenía como una de las últimas decisiones importantes, designar a su sucesor, se le ocurría hacerlo con alguien que Estados Unidos no quería. En la mente de muchos de nosotros está aún la imagen de Luis Donaldo Colosio (entonces secretario de Desarrollo Social), acompañando de manera visible, ostentosa diría yo, a Carlos Salinas de Gortari en una gira a Estados Unidos, poco antes de ser designado candidato a la Presidencia. Esta fue quizá la última vez que se siguió esa especie de ritual no escrito.

Paradójicamente, manifestarse pro Estados Unidos nunca ha sido en México una estrategia rentable desde el punto de vista electoral. En un extremo hay quien cree que sostener un discurso francamente antiestadunidense "da votos". Algo así como que el antiyanquismo es prueba de nacionalismo. De la misma manera, por contradictorio que parezca, una vez que el proceso electoral concluye, el candidato ganador busca inmediatamente acercarse a Estados Unidos.

Nos acercamos a un proceso electoral y resulta interesante analizar qué tan cerca o lejos de Estados Unidos se posicionarán nuestros candidatos y, sobre todo, si eso les dará o les quitará votos. Los temas más conflictivos, dependientes entre sí, donde puede haber desacuerdos, son bien conocidos: migración, fronteras (con sus temas asociados como agua, cruces fronterizos, etcétera), seguridad y narcotráfico.

A diferencia de lo que hoy ocurre en Estados Unidos, donde los electores votaron por intereses nacionales tales como la soberanía o la seguridad nacional, por encima de intereses más "individuales" como son el empleo, la salud, la educación o la seguridad pública, en México todo parece indicar que al votante mexicano le interesarán más estas últimas cuestiones que los grandes temas nacionales. En esta lógica tendría mayor sentido conocer qué piensa hacer tal o cual candidato con respecto al tema migratorio que el tono que use para acusar a Estados Unidos de su intransigencia ante dicho tema.

Probablemente me equivoque, pero con mantenerse en una posición relativamente moderada, digna, ni sistemáticamente a favor ni muy en contra de Estados Unidos, parecería que el tema no tiende a jugar un papel importante en el próximo proceso electoral, aunque, ya se sabe, es fundamental una vez que se es gobierno.

Por ello sorprenden algunas de las reacciones que el secretario de Gobernación -uno de los que más se han mencionado como posible candidato- ha tenido frente a algunas notas aparecidas en diarios de Estados Unidos y a las expresiones de funcionarios estadunidenses. Basta una línea en un extenso reporte, una crítica elemental, una frase descontextualizada, sobre cuestiones que en México también son criticadas, a veces en el mismo tono y con los mismos términos similares o incluso peores, para que surja una respuesta pública, fuerte, desproporcionada, como si no se aceptara que lo que decimos acá, se diga allá, es decir, otra vez el antiyanquismo como fórmula. Los medios también se han dado cuenta de esta situación y, como esta posición no sólo da votos, sino que también genera rating, parece que se anduviera buscando con lupa la declaración en Estados Unidos, para acercar el micrófono a nuestro secretario y obtener "la nota".

Por supuesto, todos queremos candidatos nacionalistas, pero me pregunto si realmente es necesario reaccionar ante cualquier calificativo de Estados Unidos hacia México (como lo hace con respecto a cualquier otro país del mundo), aun cuando se deriva de situaciones reales, que nosotros mismos reconocemos. ¿De verdad esta postura dará tantos votos? ¿Se podrá mantener esa posición durante toda una campaña que aún no empieza?

* Presidente de El Colegio de la Frontera Norte

[email protected]

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.