Usted está aquí: viernes 18 de marzo de 2005 Economía Plan alterno de régimen fiscal para Pemex presenta fracción priísta

Se echa abajo el argumento foxista de que sólo la inversión privada puede salvarla

Plan alterno de régimen fiscal para Pemex presenta fracción priísta

La paraestatal contará con recursos para operar y sostener sus inversiones, así como mantener la exclusividad sobre la explotación de los hicrocarburos, explica la senadora Garza Galindo

Se mantiene el fondo de estabilidad de ingresos petroleros

ANDREA BECERRIL

Ampliar la imagen Las senadoras del PRI Laura Alicia Garza Galindo y Dulce Mar�Sauri Riancho, afuera de la C�ra de Diputados el pasado 5 de noviembre FOTO Francisco Olvera

A nombre de la fracción del PRI, Laura Alicia Garza Galindo presentó ayer ante el pleno del Senado la propuesta alterna de régimen fiscal de Petróleos Mexicanos (Pemex), por la que se garantizan mayores recursos a la paraestatal, a fin de garantizar su operación y se elimina el régimen tributario dual con el que se pretendía favorecer a trasnacionales vía los contratos de servicios múltiples (CSM).

Es una propuesta que permitirá fortalecer a Pemex, y que echa abajo el argumento foxista de que sólo la inversión privada, particularmente extranjera, puede salvar a la empresa de la quiebra, advirtió Garza Galindo. Expuso que Petróleos Mexicanos podrá contar con recursos suficientes para operar y sostener sus inversiones, a fin de mantener la exclusividad sobre la explotación de los hidrocarburos.

Además permitirá al Estado retener la renta petrolera necesaria para cumplir con los programas de la Federación. La Secretaría de Hacienda continuará con la recaudación del impuesto especial sobre productos y servicios (IEPS) a la gasolina, que es el siguiente monto en importancia por recaudación petrolera, además de los ingresos adicionales por el alza de los precios de exportación del crudo.

La legisladora priísta dedicó la propuesta de minuta alterna -a la aprobada en la Cámara de Diputados- a la memoria del ex presidente Lázaro Cárdenas del Río, "quien impulsó la expropiación petrolera de la que aún disfruta el país".

Previo a ello se enfrentó al presidente de la mesa directiva del Senado, Diego Fernández de Cevallos, quien, como ocurre siempre en temas que no son de su agrado, trató de limitarle el tiempo, pero Garza Galindo le respondió que se tomaría "el tiempo que sea necesario".

Así lo hizo para presentar el proyecto en el que se faculta al Congreso limitar la extracción de hidrocarburos, hasta en tanto no se obtenga una recuperación al ciento por ciento de las reservas probadas, ello con el fin de evitar la explotación irracional de los recursos energéticos.

Frente a la minuta que se discute en comisiones en el Senado, la propuesta alterna de los legisladores del PRI, precisó, es de un régimen fiscal simplificado y transparente, donde la nación recupera la renta petrolera y se permite a Pemex retener recursos para renovar las reservas y mantener la plataforma de producción.

Además de que se comparte la renta petrolera con los estados y municipios, éstos tendrán mayor certeza para los cálculos y se cumple con el acuerdo de la Convención Nacional Hacendaria de asegurar a las entidades federativas y municipales las mismas participaciones que recibieron en 2004.

Igualmente se destina 0.01 por ciento de los ingresos petroleros a la Auditoría Superior de la Federación, para que ese órgano pueda cumplir con su tarea de fiscalizar los costos de Pemex. Se incluye también una asignación de 0.05 por ciento de la recaudación con el fin de financiar la investigación científica y tecnológica en materia energética.

De entrada, Garza Galindo precisó que su fracción analizó con detenimiento la minuta que les remitió la Cámara de Diputados y determinó, con base en la misma, formular su propio proyecto de dictamen, en el eliminó el derecho sobre extracción de hidrocarburos, porque la fórmula para su cálculo es poco transparente y dificulta la administración tributaria, al aplicar dos tasas diferentes a la producción de un mismo yacimiento.

Sin embargo, aclaró, no se reduce la carga fiscal a Pemex, ya que al disminuirse la recaudación por el derecho sobre extracción, aumenta la recaudación por concepto del derecho ordinario sobre hidrocarburos.

De hecho, dijo, el planteamiento central es gravar la renta económica del petróleo con base en un solo gravamen, que es el derecho ordinario sobre los hidrocarburos. En ese sentido, para el primer año de vigencia del nuevo régimen fiscal se propone considerar como deducción un costo de ocho dólares por barril de crudo, incluyendo el gas asociado y para el gas no asociado, un costo de 1.6 dólares por cada mil pies cúbicos, esto con base en información proporcionada por la propia dirección de Pemex.

Detalló que la base gravable parte de deducir los costos netos de Pemex a los ingresos que obtenga por la venta de los hidrocarburos. A la diferencia que resulte -que en términos económicos se le llama renta petrolera- se le aplicará el derecho ordinario sobre hidrocarburos. Ello daría certidumbre a la empresa sobre los ingresos que le corresponden y tendrá cubiertos todos sus gastos.

Esa tasa gravable "mantiene un equilibrio entre lo que le debe quedar a Pemex y lo que corresponde como renta petrolera al Estado", recalcó e hizo notar que el proceso para disminuir los recursos que la paraestatal transfiere al presupuesto federal, vía la Ley de Ingresos, se llevará entre cinco y siete años.

Se beneficia también a estados y municipios, recalcó, toda vez que la entidades federativas continuarán recibiendo las participaciones que les corresponden, además de un fondo de contingencias que equilibrará esas participaciones en caso de que declinen.

Es decir, se mantiene el Fondo de Estabilidad de los Ingresos Petroleros y se establece además un fondo para aquellos municipios por donde se exporte el petróleo.

Para evitar dispendios, el proyecto priísta elimina las exenciones por la quema de combustible y con ello obligará a Pemex "a cuidar más el patrimonio de los mexicanos".

Pese a la mirada desaprobadora de Fernández de Cevallos, quien tenía prisa en concluir la sesión, Garza Galindo se tomó su tiempo y al final señaló que es así como los priístas pretenden "configurar una política de Estado" y definir que "su prioridad no sólo es que el Estado mantenga la rectoría, sino que Pemex, de manera exclusiva, administre los recursos petroleros, en beneficio de sus dueños: los mexicanos".

Pidió luego que la propuesta se dictamine conjuntamente con el proyecto del PRD en la materia.

Ayer ya no hubo cabilderos de Pemex, como un día antes, aunque se sabe que la dirección de la paraestatal estuvo muy al pendiente de ese proyecto alterno, al cual descalificó aun antes de que se presentara.

 
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