Usted está aquí: lunes 28 de marzo de 2005 Política ASTILLERO

ASTILLERO

Julio Hernández López

Los generales

Huerta, Carranza y el PG de la República

Negocios mexicanos del golpista Pinochet

EL GENERAL PROCURADOR general de la República se mandó hacer un vistoso discurso de circunstancias para decirlo el sábado anterior en Ramos Arizpe, Coahuila, al conmemorar la promulgación del Plan de Guadalupe. Aprovechó el doblemente general la oportunidad para lanzarse, sin nombrarlo, contra el peje forajido e hijuesú, y para dejar constancia, a muy pocos días de que el proceso tropical de desafuero entre en su peligrosa fase final, de que el gobierno federal está decidido a aplicar severamente lo que entiende por legalidad, estado de derecho y demás yerbas fumables a conveniencia.

"QUE QUEDE CLARO , que lo entiendan los escépticos" (decía, advertía, reprendía, amenazaba el funcionario de la Doble Ge), "que en el Gobierno de la República" (nadie culpe a Astillero de escribir la anterior denominación con mayúsculas iniciales, pues simplemente reproduce la grafía usada en el boletín oficial) "no se transigirá con el derecho, no se negociará con la legalidad" (sonido de redobles y trompetas a gusto del lector, que deberá mantenerse en posición de firmes); "que la tolerancia y el respeto por las ideas y su expresión son tan estrictos e irrenunciables como lo es el cumplimiento y la aplicación de las leyes que lo garantizan". Y enseguida (supone esta columna neurológica que dejando pasar apenas las fracciones de segundo necesarias para endurecer aún más el puño timonel y las facciones heroicas del rostro) el PG de la República seguiría conmoviendo las conciencias nacionales: "La historia nos demuestra que los pueblos que no han sabido actuar de esta manera irremediablemente han sucumbido ante el caos de la anarquía que propicia la intolerancia y el desorden social".

LENGUAJE MAS PROPIO de Victoriano Huerta que de Venustiano Carranza en la ceremonia oficial a la que el general Macedo de la Concha asistió para celebrar que 92 años atrás se hubiese organizado un plan para enfrentar el golpismo desde el poder, la obsesión por el poder planteada desde presuntos linderos legaloides (por cierto, pronto se montará Lascuráin, obra de teatro en la que participará Carlos Cobos, que recreará los minutos en que el personaje de ese apellido tuvo en sus manos la investidura presidencial para traspasarla, con apego "al estado de derecho", a Huerta).

PERO NO SOLO escogió mal el general Macedo el momento histórico desde el cual pretender el lanzamiento de muy discutibles admoniciones. También el escenario actualizado era terriblemente embarazoso, porque las reconvenciones y las profundas reflexiones del filósofo De la Concha se daban ¡oh, debilidades humanas! mientras el gobernador del estado, Enrique Martínez y Martínez, se daba vuelo con el erario promoviéndose para ser ¡candidato priísta a la Presidencia de la República! Ignorantes de que frente a ellos se pronunciaba un discurso histórico, los porristas bien aceitados, de entre los que destacaban los contingentes de burócratas estatales, se atrevían a gritar por sobre las palabras macedonias y lanzaban gritos proponiendo una y otra vez a MyM para presidente. Así peroraba el general procurador general, entre acarreados, mantas y volantes de la oficialista agrupación "Convencidos de Enrique Martínez". El general de nombre Rafael Marcial bien decía: "Faltar al orden jurídico es ignorar el estandarte de la nación soberana, es negar nuestra historia y comprometer nuestro futuro". ¡Oh!

A LA DISTANCIA, otro general general sufría, y no sólo por el juicio histórico sobre su obra que también quiso asentarse en interpretaciones convenencieras de la legalidad y el deber sino, además, porque se lo bailaron con parte de los millonarios ahorros en dólares que mantenía en secreto. Resulta que Augusto Pinochet, el hombre que decía tampoco negociar con la legalidad ni transigir con el derecho, y que creía haber salvado a su Patria del "caos de la anarquía que propicia la intolerancia y el desorden social", le había entrado en marzo de 2000 con 1.2 millones de dólares a Pulsar Internacional, uno de los negocios encabezados por Alfonso Romo Garza, quien por esa época era uno de los empresarios más allegados a Vicente Fox (quien luego trataría de hacerlo secretario de Estado o, de perdida, consejero de Pemex). El militar golpista creía tener inmejorables garantías financieras y políticas para su inversión (Pedro Aspe fue ejecutivo de Pulsar), pero finalmente el casti- llo de Romo Garza se derrumbó, a causa del fracaso de sus proyectos transgénicos, por lo cual el general de las cuentas ocultas perdió buena parte de su inversión y en octubre de 2004 vio cómo sus fondos secretos eran identificados y dados a conocer públicamente. Este domingo, en portada, el diario chileno La Tercera publicó, bajo la firma de Francisco Artaza, el reportaje denominado "El peor negocio de Pinochet", en el que se da cuenta de toda la historia del general metido en negocios a la mexicana. "Por qué Pinochet optó por invertir en Pulsar aún no está claro, tampoco si conocía a algún alto ejecutivo mexicano, aunque fuentes de la defensa del general aseguran que se debió simplemente" a una recomendación de índole meramente financiera, dice el texto de Artaza.

UN GENERAL. OTRO general. Los generales en estos días de quemar chamucos por presuntas glorias.

ASTILLAS: FUE SIMPLEMENTE UN partido eliminatorio rumbo al Mundial de futbol, pero a Vicente Fox le pareció necesario aparecer en el marco de la victoria de la selección mexicana sobre la de Estados Unidos para felicitar por teléfono desde San Cristobal Ranch al técnico y a los jugadores triunfantes... Francisco Gil Díaz y el look retro: según dijo el titular de Hacienda a la revista LatinFinance, la economía mexicana ha sido frenada por "políticos socialistas" que "siguen viendo las cosas en términos de los años 30". ¿Socialistas? ¿Cómo quién, por ejemplo, señor secretario de la Guerra Fría?... Y, mientras el reloj conectado a un paquete sigue haciendo esta semana tic-tac, tic-tac, ¡hasta mañana!

Fax: 55 45 04 73 * [email protected]

 
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