Usted está aquí: miércoles 6 de abril de 2005 Política Inversionistas extranjeros se sienten engañados por el gobierno: experto

La posible inhabilitación de López Obrador crea un ambiente negativo: Ramírez de la O

Inversionistas extranjeros se sienten engañados por el gobierno: experto

Hay un clima de frustración similar al de 1995, dice el asesor de empresas que cotizan en Wall Street

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

Ampliar la imagen Acto nocturno en el Z�o, en apoyo al jefe de Gobierno del Distrito Federal FOTO Jos�arlo Gonz�z

La decisión del gobierno federal y del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de llevar adelante el desafuero de Andrés Manuel López Obrador, jefe del gobierno capitalino, está creando ''un ambiente bastante negativo'' entre la comunidad de inversionistas extranjeros con intereses en México. ''Hay una sensación de que fueron engañados, un clima de frustración como no se veía desde 1995'', consideró Rogelio Ramírez de la O, presidente de la consultoría económica Ecanal y asesor en México de varias empresas que cotizan en Wall Street.

Desde el viernes pasado, cada reporte de las corredurías extranjeras a sus clientes se ha convertido en una crítica a los métodos políticos del gobierno y el PRI, que, coinciden los análisis, buscan sacar de la contienda presidencial al candidato con más nivel de aceptación popular, dice Ramírez de la O. Pero, apunta, el deterioro en la confianza de los inversionistas provocado por el caso de desafuero instrumentado por el gobierno del presidente Vicente Fox ''está generando ya pérdidas cuantiosas a inversionistas extranjeros y eso los hace sentirse engañados, sentir que están viendo en el gobierno federal un rostro que se les había escondido''.

Dice Ramírez de la O: ''En 2003, la Secretaría de Hacienda presentó como uno de sus grandes logros la emisión de un bono de deuda a 20 años. La existencia de un papel gubernamental con vencimiento tan de largo plazo fue efectivamente un logro que, entre otras cosas, permitió el desarrollo actual del mercado hipotecario. Nueve de cada 10 dólares de ese bono fueron tomados por extranjeros. En los últimos tres días, por la volatilidad de los mercados financieros locales y la recomendación de las corredurías de reducir la exposición a papeles mexicanos, esos bonos han perdido las ganancias de dos años. Este hecho es una advertencia fuerte de la percepción de inseguridad que se ha generado por el proceso de desafuero''.

El punto de los bonos a 20 años que permitieron desarrollar el mercado hipotecario no es menor. Los inversionistas los tomaron porque tenían la confianza de que tanto la economía como el sistema político caminaban por la estabilidad. Eso permitió que los bancos ofrecieran tasas de interés fijas para créditos hipotecarios. Las pérdidas de estos tres días quizá pongan fin o limiten la permanencia de tasas de interés accesibles. ''Aquí ya hay un efecto directo de todo esto en la gente '', dice Ramírez de la O.

El consultor económico, una de las voces mexicanas más conocidas entre los inversionistas de Wall Street, apunta: ''Comienzo a ver ahora una reacción similar entre los inversionistas extranjeros a la de 1995. En aquel año hubo un cambio rápido de percepción hacia México, motivado porque se sintieron engañados porque el gobierno les ocultó el problema del vencimiento de los Tesobonos. En 2005, el cambio de percepción no es por un tema económico, sino porque los inversionistas se sienten otra vez engañados, porque el gobierno no les había mostrado este rostro y lo lejos que puede llegar en utilizar a las instituciones con tal de lograr sus fines políticos''.

Como ya se sabe, las cosas pueden ser peores. Hay, dice Ramírez de la O, una sensación de enojo entre los inversionistas extranjeros con intereses en México. A pesar de toda la información que reciben sobre la solidez de los indicadores macroeconómicos, de todas las pláticas que tienen con los funcionarios de Hacienda y el Banco de México, ''sienten que algo se les escapó, que hay algo en el gobierno que no habían visto; en realidad, no les gusta que les vean la cara'', para emplear una expresión local.

''Es probable que si ven a medio millón de personas protestando en el Zócalo contra el desafuero, si ven que en las encuestas hay una opinión pública que tiene una percepción negativa de las instituciones, sentirán que algo se les ocultó, sentirán que alguien les tomó el pelo.'' Es, dice, la misma sensación de frustración, por otros motivos en el caso actual, que tenían en 1995.

Su analogía no significa que se están viviendo los prolegómenos de una crisis como la de hace una década, sino que ahora y por el tema político, existe una opinión negativa respecto a México entre los inversionistas extranjeros.

Para el analista, el gobierno federal tiene un problema serio de credibilidad entre los inversionistas foráneos. ''Si sienten que la cuestión política tiende a empeorar, si comprueban que hay impericia política, se irán a una segunda ronda de venta de activos financieros mexicanos. Esto puede cobrar relevancia si los extranjeros siguen considerando que el gobierno mexicano se mantiene en este plan de tan poca sabiduría.''

 
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