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MERCADO AL OTRO LADO DEL MUNDO
11 de abril de 2005
El Acuerdo de Asociación Económica entre México y Japón, que entró en vigor a inicio de este mes, es el primer tratado comercial del país que incluye un capítulo especial para las Pymes. Ahora hay que ir del dicho al hecho y hacer efectivas las posibilidades de expansión de estas empresas mediante su participación en las exportaciones.

José González Méndez

El Acuerdo de Asociación Económica  (AAE) signado con Japón, que rige desde el pasado 1º de abril, contiene un capítulo completo sobre pequeñas y medianas empresas (Pymes). Pero los beneficios para este sector serán indirectos, puesto que las Pymes podrán llegar al mercado nipón sólo como proveedoras de las grandes firmas exportadoras.

Las ventas mexicanas a Japón ascendieron el año pasado a 2 mil 200 millones de dólares, de los cuales sólo 3 por ciento correspondieron a las Pymes, mediante los productos de las grandes empresas. La Secretaría de Economía (SE) prevé que en seis meses, cuando el acuerdo esté "embalado", la pequeña y mediana industria podrá incrementar su participación a 15 por ciento.

La dependencia insiste que este es el primer acuerdo comercial que incorpora un capítulo relacionado con Pymes, pero recuerda que el sector no participará directamente en la exportación. Al menos no por ahora, al inicio del tratado. Esto ocurrirá en el mercado de productos como: alimentos y bebidas, maquinaria y equipo, y tecnología media.

¿Qué tipo de acuerdo?

El pacto con Japón ¿es un tratado de libre comercio (TLC) o acuerdo de asociación económica? En términos prácticos contiene elementos de ambas figuras, responde Gerardo Traslosheros, director de Negociaciones Multilaterales y Regionales de la SE.

Es un TLC porque ­explica­ fue ratificado por el Senado de la República y porque contiene elementos propios de este mecanismo, como el comercio de bienes, servicios, flujos de inversión, salvaguardias, medidas sanitarias y fitosanitarias, procedimientos aduaneros, normas técnicas y solución de controversias.

También es un acuerdo de asociación económica ­prosigue­, pues contiene aspectos de "cooperación bilateral": promoción entre ambas naciones de actividades relacionadas con ciencia y tecnología, educación y desarrollo de recursos humanos, propiedad intelectual, agricultura, turismo, ambiente y el papel de las Pymes.

Esperanza Gómez Mont, directora general de Oferta Exportadora de la SE, explica que una sola Pyme no podría competir en el mercado mundial. "No podría, por ejemplo, contratar un barco para exportar sus productos", indica.

De ahí que la función de la dependencia federal en esta primera etapa del AAE sea identificar, agrupar y capacitar las Pymes para que puedan participar en bloque como exportadoras.

Esto es lo que prevé el tratado con Japón. Por el momento, reitera, sólo podrán ser beneficiarias del acuerdo si se consolidan como proveedoras de las grandes empresas, que sí tendrán actividad exportadora inmediata.

En 2004, las exportaciones de las Pymes a Japón ­siempre mediante las grandes empresas­ fueron menores a 70 millones de dólares, que representan 3 por ciento de las ventas totales (2 mil 200 millones). De acuerdo con Gómez Mont, el gobierno tiene identificadas 38 mil pequeñas y medianas empresas con capacidad exportadora.

Datos de la Asociación Latinoamericana de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas indican que existen en México 3 millones de Pymes, que generan 80 por ciento del empleo en el país y contribuyen con 60 por ciento del producto interno bruto.

Trampolín de Japón

El Ministerio de Finanzas de Japón indica que 60 por ciento de los alimentos que consume la población de ese país se compran al exterior. El año pasado adquirió 50 mil millones de dólares en alimentos, de los cuales México sólo participó con 500 millones. Japón es el principal importador de alimentos en Asia y tercero en el mundo.

Pero, de modo realista, el gobierno mexicano reconoce que lo verdaderamente importante del acuerdo no es el comercio bilateral, sino el flujo de inversión extranjera directa (IED) que llegaría de Japón. En 2004, la IED nipona fue de 3 mil 657 millones de dólares. La SE calcula que la cifra podría crecer 1.2 millones cada año.

Para Japón, sin embargo, la economía mexicana tiene importancia estratégica en cuanto al mercado de sus exportaciones, pues 60 por ciento de los productos que llegan al país desde esa nación son temporales, es decir, son insumos que utilizan empresas establecidas aquí para producir bienes exportables a Estados Unidos. El año pasado las importaciones de México desde Japón ascendieron a 10 mil 720 millones de dólares.

Traslosheros reconoce que este fenómeno contribuye en gran medida a explicar que el déficit de México con el mundo, principalmente con Estados Unidos, no sea mayor.

Poder exportador

Esperanza Gómez Mont explica que las agrupaciones de Pymes mexicanas podrán participar en los 16 sectores de la actividad exportadora pactados con Japón, como agroindustria, autopartes, maquila, cuero y calzado, y vestido, aunque en los dos últimos habrá topes en las importaciones (cupos) de 200 millones de dólares anuales.

Los productos mexicanos que tendrán acceso inmediato al mercado japonés libres de arancel son: café, limón, aguacate, vinos, tomate, cebolla, tequila, leguminosas, mezcal, huevo, atún, camarón y pulpo. En un plazo de tres a siete años se desgravarán el café tostado, uva, melón, brócoli, salsas, fresa, nuez y jugo de toronja, y en 10 años quedarán libres de arancel plátano, vegetales preparados y mermelada.

A decir de la funcionaria, "México no aprendió la ventaja de tener un tratado con Estados Unidos y Canadá". Afirma que entonces las Pymes no consideraron el TLC como oportunidad para exportar; lo veían ajeno a su actividad, sostiene.

La función de la SE, mediante la Subsecretaría de Pymes ­dice­, es identificarlas, reunirlas y capacitarlas para que exporten.

Pero se requiere voluntad de las pequeñas y medianas empresas. Una sola Pyme no hace mercado, asegura  §

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