MEXICO SA
Los Fox, principales representantes de la nueva cultura laboral
Sus negocios siempre son de primera
POR LO VISTO , los negocios de la familia Fox son de primera, pero de primera plana porque regularmente se les asocia con prácticas comerciales no muy transparentes, oscuros organismos públicos dedicados a "rescatar" y "sanear" negocios privados, y -lo más reciente- violaciones a la Ley Federal del Trabajo y la explotación de mano de obra infantil.
MAS ALLA DE la feliz aparición de los negocios de la primera familia de la nación en el Fobaproa, o las acusaciones por despojo de 300 hectáreas de cultivo, ahora las denuncias giran en torno a la no muy santa práctica de los Fox en materia laboral y fiscal.
DE ACUERDO CON la denuncia publicada por La Jornada (Los Fox explotadores de niños; abusos laborales, contratación infantil y argucias fiscales en el rancho de los Fox), "en la empresa El Cerrito abastecedora de Congeladora Don José, los hermanos Fox Quesada violan las garantías más elementales de sus empleados, muchos de ellos menores de edad, a quienes no otorgan seguridad social, además de que les imponen jornadas mayores de ocho horas", denunció el investigador Eladio Abundiz. El delegado estatal de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Luis Alberto Ramírez, dijo que las relaciones laborales son ilegales, "pues tienen que registrarse ante el IMSS".
ERA DE SUPONERSE que con esa especial atención que el inquilino de Los Pinos dice otorgar al "respeto a la ley", los negocios familiares fueran no sólo transparentes, sino "un ejemplo al mundo de legalidad, de apego a la ley". Lamentablemente, su ocupación y obsesión en otros asuntos le habrían impedido registrar las irregularidades en su círculo más cercano, mismas que hoy se hacen públicas.
DETALLA LA INFORMACION del corresponsal Martín Diego Rodríguez, que "Benjamín y Raúl, de 16 y 15 años de edad, respectivamente, son dos de los cientos de niños jornaleros que cosechan brócoli, papa y coliflor en los campos de la empresa El Cerrito, que abastece a la Congeladora Don José. Cristóbal Fox Quesada administra ambos negocios, de los que son socios sus hermanos José, Mercedes y Vicente".
LAS RELACIONES LABORALES que la familia Fox mantiene con sus jornaleros "son ilegales", según el delegado estatal de la STPS, Luis Alberto Ramírez Valenzuela, pues "el patrón tiene la obligación de registrar a sus trabajadores ante el Instituto Mexicano del Seguro Social, y si no lo hace es una violación a la Ley del Seguro Social y a la Ley Federal del Trabajo". Además, el investigador y representante regional del Frente Auténtico del Trabajo, Eladio Abundiz, denunció que "hay graves violaciones que ocurren en la congeladora de los Fox, y eso los convierte automáticamente en transgresores de las leyes federales, en explotadores y en sospechosos de evasión fiscal", al propiciar una relación obrero-patronal ilegal.
DIFICILMENTE MONSEÑOR CARLOS Abascal Carranza se ocupará de este caso, porque él está dedicado a asuntos más espirituales. Al mismo tiempo, nada raro sería que el inquilino de Los Pinos utilice los casos de los niños Benjamín y Raúl como ejemplo del éxito que ha tenido su política de "emprendedores", y que los presuma como producto de la "nueva cultura laboral" que promociona su gobierno, como él le llama.
LAMENTABLEMENTE, LA EXPLOTACION de menores no se limita a los negocios de la familia Fox. Para dar una idea del problema, recientemente el INEGI divulgó un estudio (El trabajo infantil en México, 1995-2002) que contiene información estadística sobre los niños de 6 a 14 años que trabajan en el país, el cual detalla que en 1995 el volumen de trabajo infantil estimado fue de 3.6 millones, cifra que aumentó a cerca de 3.9 millones en 1996. A partir de 1999, el volumen desciende hasta ubicarse en 3.3 millones en 2002, una disminución de alrededor de 300 mil niños y niñas en el periodo analizado. Del total registrado en 2002, el trabajo económico representó 45.3 por ciento y el doméstico 54.7. Por sexo, 71.6 por ciento del primero es efectuado por los niños y 67.9 del segundo por las niñas.
ENTRE 1995 Y 2002, la participación de la población infantil en el trabajo disminuyó al pasar de 18.4 por ciento en 1995 a 15.7 en 2002, lo cual significaba que uno de cada seis niños y niñas de 6 a 14 años trabajaba en el país. Datos de 1999 muestran que en el grupo de 6 a 8 años participan cinco de cada 100 niños y niñas en actividades económicas y domésticas; en el de 9 a 11 años la proporción es 13 de cada 100 y en el grupo de 12 a 14 años, 36 de cada 100 niños y niñas.
LOS ESTADOS QUE presentan las tasas más altas de trabajo infantil son Chiapas, Campeche, Puebla y Veracruz, con valores entre 29 y 22.4 por ciento; la menor incidencia la registran Baja California, el Distrito Federal, Nuevo León, Chihuahua, Quintana Roo, Aguascalientes, estado de México, Querétaro y Baja California Sur, entre 6.7 y 10.5 por ciento.
EL INEGI ANOTA que considerando exclusivamente el trabajo económico que realizan los niños y la niñas, éste disminuyó en términos absolutos en el periodo 1995-2002, al pasar de 2 millones 69 mil a 1.5 millones; es decir, 27.5 por ciento menos. Lo anterior, se reflejó en una disminución de la tasa de participación de 10.5 por ciento en 1995 a 7.1 en 2002.
EN 1999, LOS trabajadores sin pago representaron 64.7 por ciento del trabajo económico infantil; el resto recibió alguna clase de sueldo, en forma de salario (28.5 por ciento) o ganancia (6.8). Por otra parte, de acuerdo con el sector económico, el primario concentra casi la mitad (48.3 por ciento) de este trabajo; el secundario 13.8 y el terciario 37.9 (23.4 corresponde al comercio y 14.5 a servicios).
LAS UNIDADES ECONOMICAS donde labora la mayor parte de los niños y las niñas son micronegocios que ocupan como máximo cinco trabajadores, éstos concentran 85.5 por ciento del trabajo económico infantil, 14.4 labora en negocios con más de cinco trabajadores. Asimismo, 75.8 por ciento se desempeña en unidades económicas que no cuentan con local; es decir, en el domicilio del patrón, en puestos improvisados o en la calle, por ejemplo.
LOS NIÑOS Y las niñas que realizan exclusivamente trabajo infantil y no estudian, representan una cuarta parte del total (25.5 por ciento), y tres de cada cuatro combinan el estudio con el trabajo (74.5)
Las rebanadas del pastel:
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