Indiferencia y desaire de diputados de PRI y PAN a una comisión de escritores

Los intelectuales salen a la calle para protestar por el desafuero

Ante las dificultades para ingresar al ''búnker'' de San Lázaro, un asistente de Ortiz Pinchetti entró al rescate

Se está impidiendo mi trabajo por orden de Beltrones, denunció el legislador

ARTURO JIMENEZ

Los intelectuales salen a las calles a protestar contra el desafuero. Sin ser recibidos por ningún diputado de PRI, PAN y PVEM, unos 40 creadores, representados por una comisión integrada por los poetas Eduardo Hurtado, Enzia Verduchi y María Rivera, entregaron en las oficinas de las fracciones parlamentarias de esos partidos una carta de protesta contra el desafuero del jefe de gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador.

En la carta, cuyas firmas se acumulan y hasta ayer sumaban más de 300, los artistas, intelectuales e investigadores piden que el Estado mexicano ''permita que la contienda por el poder se dirima en las urnas" (La Jornada/14 de abril/2005).

Alrededor de las 11:30 horas, los inconformes llegaron a la puerta de registro e ingreso ubicada a un costado del Palacio Legislativo de San Lázaro, luego de haber marchado desde el Zócalo y por la calle de Corregidora.

Ante la curiosidad y simpatía de los ambulantes, los inconformes de extraña pinta gritaban: ''¡Nos quitaron el voto, no la voz!", ''¡Fox, entiende, no al desafuero!", ''¡Resistencia civil!", "¡Fox, respeta el voto!"

Fue inclusive un espacio para la inventiva política, como la consigna de la poeta juchiteca Natalia Toledo y un grupo de artistas oaxaqueños:

''¡Nanna guie', nanna guidxi, Andrés Manuel cayuni chaahui guidxi"! (Lo sabe la flor, lo sabe el pueblo, Andrés Manuel ayuda a la gente).

Ante las dificultades para ingresar al ''búnker" del Poder Legislativo, como lo llamó Hurtado, un asistente del diputado perredista José Agustín Ortiz Pinchetti prestó ayuda.

Como la negativa continuaba tuvo que salir el propio Ortiz Pinchetti. A él se sumarían enseguida sus compañeros de bancada Manuel Camacho Solís, Inti Muñoz, Clara Brugada y otros. Y con ellos, los periodistas acreditados en San Lázaro.

Brugada criticó que los encargados de seguridad y la directiva de la Cámara de Diputados no permitieran la entrada a los reclamantes, pese a que los diputados perredistas estuvieran afuera con ellos y se hiciera un oficio y demás trámites burocráticos.

Ortiz Pinchetti cuestionó que no se permitiera el paso a los manifestantes ni como invitados de los diputados perredistas. ''Esta es la casa del pueblo, pero además los legisladores tenemos derecho a invitarlos a entrar", dijo.

Y agregó: ''Yo como presidente de la Comisión del Distrito Federal tengo la obligación de recibirlos. Se está impidiendo mi trabajo por una instrucción del presidente de la mesa directiva, Manlio Fabio Beltrones".

Mientras, escritores, artistas plásticos y académicos levantaban pequeñas hojas blancas con el dibujo en negro de una bocaza gritando ''¡Canallada!".

Conferencias callejeras y Kafka

Los creadores, que llevaban más de media hora de espera y sin recibir respuesta de los legisladores de PRI, PAN y PVEM, debieron dar una conferencia de prensa en la calle; allí leyeron su misiva.

''Esta carta es en protesta contra el desafuero y el proyecto de inhabilitación que a todas luces están orquestando distintos grupos parlamentarios", comenzó Hurtado. Aclaró que la recolección de firmas continuará en una página web y agregó:

''Se las seguiremos enviando simbólicamente a las distintas fraccciones, porque ya vimos que, en un acto más de arbitrariedad, no van a recibirnos". Luego leyó la carta.

Tras la rueda de prensa, y ante gestiones de los diputados perredistas, pudieron trasponer el búnker los escritores Hurtado, Verduchi y Rivera.

Laberintos, elevadores, pisos superiores, inferiores, sótanos, antesalas, secretarias, secretarios particulares, asistentes, ayudantes y hombres trajeados de indudable cepa kafkiana atestiguaron el peregrinar de los poetas por los dominios de los ''representantes del pueblo".

En las oficinas del PRI, y ante la ''imposibilidad" de que Emilio Chuayffet, coordinador del grupo parlamentario de ese partido, o algún otro diputado priísta recibiera a la comisión, el texto se entregó al secretario particular del primero, Lino Cárdenas.

En las oficinas panistas la indiferencia fue aún mayor y sólo se ofreció que una secretaria de apellido Jasso firmaría de recibido, aunque sólo se le contactó por teléfono. Mientras la burocracia parecía marchitar a los creadores, vía monitores llegaban los ecos de que en la sala de sesiones se caldeaban lo ánimos.

El desaire panista a los representantes de más 300 integrantes de la sensibilidad y la inteligencia mexicanas pudo ser mayor de no pasar por allí la diputada Rocío Jaspeado, quien, de manera muy atenta, se comprometió a hacer llegar la carta al coordinador de su grupo parlamentario, José González Morfín.

En las oficinas del PVEM el documento fue recibido por Daniel Sandoval, secretario particular del coordinador de ese grupo parlamentario, Manuel Velasco. En esos momentos, en la sala de sesiones, ya se había llegado a los escupitajos.

Poco antes de las 14 horas, la luz intensa de abril, el fresco bajo la sombra de un árbol y la sonrisa de algunos de los 40 compañeros creadores que todavía esperaban afuera del búnker fueron la mejor cura ante la experiencia vivida.