Usted está aquí: viernes 15 de abril de 2005 Cultura Detrás de la noche marca el retorno de Carlos Vidal al país

Muestra del pintor en la galería Felguérez de la UAM

Detrás de la noche marca el retorno de Carlos Vidal al país

ANGEL VARGAS

Ampliar la imagen Carlos Vidal plasma con colores su safari hemerogr�co. Aqu�no de sus cuadros

Carlos Vidal es un cazador de colores, un consumidor ávido de imágenes y significados. Fueron esos empeños los que a su vez lo llevaron a convertirse en trotamundos. Así partió a Europa, dizque sólo por unos meses y lleva ya 20 años.

Es una historia biográfica que, de manera indirecta, el pintor chiapaneco deja discurrir en Detrás de la noche, exposición que marca su reaparición en el país, a una década de la más reciente.

Permanecerá hasta el 15 de mayo en la galería Manuel Felguérez de la rectoría general de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). En esta exposición se entrelazan poesía, ludismo y ciertos guiños semióticos, en medio de una exuberancia de colorido.

Tan extremo manejo del color no es fortuito ni gratuito, si se repara que se trata de un rasgo natural y cultural en la vida de Vidal, quien nació y creció entre la fastuosidad de tonalidades y contrastes que antaño distinguían a su natal Chapa de Corzo y regiones indígenas aledañas, tanto en los decorados de las casas de adobe como en las vestimentas.

Nueva etapa

En Detrás de la noche, Vidal exhibe por primera vez una serie de obras más sobrias, de menor concentración colorística, lo mismo al óleo que al pastel, a la tinta china o al acrílico, para marcar el inicio de una nueva etapa en su quehacer.

La temática se mantiene en la constante de incluir imágenes de todo tipo que provienen de las cacerías indiscriminadas que el pintor hace por revistas y periódicos, que plasmadas con elementos de diferente naturaleza, en particular todo tipos de símbolos, adquieren rangos de significado muy amplios

En esos safaris hemerográficos son claras sus predilecciones por manos, rostros, tijeras, llaves, nudos, insectos y animales de talla pequeña, así como todo tipo de grafías, palabras, firmas y lenguajes, entre estos últimos inclusive pueden encontrarse el braille y signos del alfabeto para sordomudos.

Vidal descree del arte que pretende dar respuestas. Considera que el papel del artista sólo es sugerir y que sea el espectador quien asigne valor y significado a la obra.

Del suyo dice que es un trabajo que requiere ser observado y analizado más de una vez. ''Debe -asegura- volverse a él y revisitarse varias veces". Ello porque cada obra está realizada a manera de palimpsesto con diferentes capas de pintura e imágenes que de repente aparecen, acaso como los llamados mensajes subliminales.

Son una especie de piezas espectrales o encriptadas, un ejercicio lúdico que en mucho se semeja a lo que en la pintura italiana se llamaba ''arrepentimiento", esa corrección que el artista hizo de cierto detalle y que, con el envejecimiento y deterioro de la capa superficial de pintura, se deja entrever como trasfondo.

La galería Manuel Felguérez se ubica en Prolongación Canal de Miramontes 3855, colonia ex Hacienda de San Juan de Dios, Delegación Tlalpan.

 
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