Usted está aquí: viernes 15 de abril de 2005 Economía En lo que va del sexenio emigraron a Estados Unidos 400 mil personas al año

La cifra supera la registrada en la década de los 90, durante la crisis económica

En lo que va del sexenio emigraron a Estados Unidos 400 mil personas al año

Gastará el INEGI mil 787 millones de pesos en segundo conteo de población y vivienda

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

Ampliar la imagen La gu�del migrante mexicano se encarta en El libro vaquero en Guanajuato FOTO Mart�Diego Rodr�ez

En el transcurso del gobierno del presidente Vicente Fox Quesada, al menos 400 mil mexicanos en edad productiva dejaron el país cada año para emigrar a Estados Unidos, cantidad que supera ampliamente la registrada en la década de los años 90, periodo en el que México vivió la peor crisis económica en 60 años, de acuerdo con datos ofrecidos este jueves por Gilberto Calvillo, presidente del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).

La migración hacia Estados Unidos "es un fenómeno que ha ido creciendo" en la actual administración federal, expuso el presidente del INEGI en una conferencia de prensa en la que anunció la realización, entre el 4 y 29 de octubre próximos, del II Conteo de población y vivienda 2005.

El presidente del INEGI informó que en la década de 1990 a 2000 los reportes oficiales indican que la migración neta de mexicanos, principalmente a Estados Unidos, era de 300 mil personas por año. La cifra, desde el inicio del actual gobierno federal y hasta 2004, se incrementó en 33 por ciento por año, hasta situarse en el rango actual de 400 mil mexicanos que sale a buscar trabajo en aquel país.

Según reportes del Banco de México divulgados esta semana, la migración se ha ido acentuando en la medida en que la economía nacional no genera las plazas que demanda la población que se incorpora al mercado de trabajo. Mientras entre diciembre de 2000 y el mismo mes de 2004 alcanzaron la edad de trabajar 5 millones de jóvenes, el número de trabajadores en el sector formal es ahora similar al registrado al inicio de la actual administración federal.

En la conferencia de prensa, el presidente del INEGI informó que el esfuerzo del II Conteo de población y vivienda involucrará a 81 mil personas que recogerán casa por casa la información y la procesarán para producir diversos productos de uso estratégico para empresas y familias. El costo del ejercicio, equiparable al de un censo nacional, será de mil 787 millones de pesos, la mitad aportada por dependencias federales y la otra mitad con el presupuesto de la institución.

"Esperamos que del conteo resulte validada la información de que ahora la población del país alcanza de 105 a 106 millones de personas", dijo Calvillo. Este dato, añadió, mostrará que hay una tendencia a la baja en la dinámica poblacional. La tasa de crecimiento demográfico es ahora de 1.5 por ciento anual, que quiere decir que cada año hay 1.5 millones más de mexicanos, frente a la tasa de 1.6 por ciento que prevaleció entre 1995 y 2000.

Según sus estimaciones, actualmente hay en el país 24 millones de viviendas, una cifra mayor en dos millones a las existentes en 2000. En este caso, habrá crecido en medio millón anual el número de casas y departamentos en el transcurso del actual gobierno.

Los datos de este conteo permitirán saber si hubo avance en la calidad de vida de los mexicanos en este gobierno, afirmó Calvillo. La apreciación es relevante si se toma en cuenta que la primera información procesada del ejercicio será divulgada en mayo de 2006, cuando la campaña presidencial se encuentre en la recta final.

En la década pasada, 38 países realizaron en el mundo conteos intermedios de población. Los censos se efectúan usualmente cada 10 años. El censo más reciente en México data de 2000 y el anterior conteo fue en 1995.

Calvillo dijo que en el conteo de población y vivienda de este año se captará información sobre la condición de habla indígena y española y tipo de lengua de la población india del país, estimada en siete millones de personas.

El conteo es un recorrido por cada una de las viviendas del país -de hecho, la información se recaba directamente en las viviendas y en ningún otro lugar- en donde se obtienen datos de las personas y de las viviendas en que habitan. La única diferencia con un censo de población y vivienda es que se efectúa dentro del periodo intercensual y el cuestionario que se aplica capta menos información.

 
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