Usted está aquí: sábado 16 de abril de 2005 Espectáculos Un maestro chino de la música contemporánea

Un maestro chino de la música contemporánea

El éxito de la saga monumental hasta el momento en dos episodios que constituyen los filmes maestros El tigre y el dragón y recientemente El héroe, ha puesto bajo los reflectores la obra de un compositor extraordinario, autor de una música tan original y prodigiosa que de no ser por los referentes de consumo que conllevan la industria del espectáculo, pasaría inadvertida al igual que muchas de las grandes músicas del mundo que continúan dormidas, o más bien que agarran dormido a medio mundo, tan alelado por lo que está de moda, por ese esnobismo simplón que lo cosifica todo y pierde de vista, o de ensueño, materiales valiosísimos que circundan nuestro espacio.

Así es que utilizando las armas del enemigo y sin proponérselo, el maestro Tan Dun ha metido en Caballo de Troya el grueso de su obra en las salas de concierto más prestigiadas del planeta, con los músicos y directores de orquesta y de escena (por ejemplo Sir Simon Rattle, el mismísimo director de la Filarmónica de Berlín, o bien el máximo director de escena de la ópera contemporánea, Peter Sellars) que son verdaderos titanes, inalcanzables para muchos compositores, especialmente los contemporáneos.

Mientras el mundo termine por darse cuenta de la importancia de la obra de Tan Dun, aprovechemos los hasta ahora pocos discos que se consiguen en México para compartir este prodigio digno de la mejor melomanía. (Es menester mencionar que en el caso de los buenos discos siempre se dificulta el conseguirlos, pero muchas tiendas de discos han incorporado el sistema de encargo, y se los consiguen en unos días).

Tan Dun, nacido el 18 de agosto de 1957 en Hunan, China, creció en aldeas y pequeñas comunidades campesinas, lo que le permitió -a la manera de Bela Bartok- un conocimiento profundo de la música ritual china. Padeció, con sus padres, el episodio oscuro de la ''revolución cultural" en su país, al punto de que sus obras fueron prohibidas bajo los mismos cargos ridículos e inexistentes (¿les suena esto a cierto desafuero de la ''dictadura" perfecta del PRI y el PAN?) y sufrió persecución.

Ese acoso se ha convertido ahora en gloria y poder, en las puertas abiertas del mundo musical para Tan Dun, quien en su disco Bitter Love (Sony Classical) concentra las características completas de su arte prodigioso: ópera china con ópera occidental, canto gregoriano, música tibetana, armonías orientales, sonidos electrónicos, canto de animales de la simbología china.

El propio autor gusta de definir así su ópera Peony Pavilion, de la cual extrajo los fragmentos que componen Bitter Love: ''es cuando el canto medieval se encuentra con el rock se encuentra con la antigua ópera china kunju".

La raíz de Bitter Love, la ópera china".

Las óperas de Tan Dun (Marco Polo, Peony Pavilion; Te, a mirror of soul, asequible en dvd) son experiencias fascinantes, encantamientos del alma merced al conocimiento milenario de la cultura china. Un prodigio.

Pablo Espinosa

 
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