Lamentan comunicadores que no hablara en español
Diálogo fructífero entre el Vaticano y la prensa, promete Benedicto XVI
Roma, 23 de abril. El papa Benedicto XVI se reunió hoy por primera vez con periodistas para agradecerles que pongan al Vaticano y a la Iglesia católica en el centro de la atención mundial en estos "tiempos históricos", y prometió "continuar el diálogo fructífero" con los medios de información que comenzó Juan Pablo II.
En la víspera de la ceremonia de su entronización en la Basílica de San Pedro, Joseph Ratzinger se dirigió a los periodistas en cuatro idiomas para recordarles su responsabilidad en la búsqueda de la verdad y la defensa de la dignidad humana, por lo que apeló a la responsabilidad ética de los medios.
Al alabar a su predecesor por establecer un diálogo sin precedente entre la Iglesia y la sociedad por conducto de los medios de información para llegar a "toda la humanidad", subrayó: "sin duda Juan Pablo II fue el gran arquitecto de este diálogo abierto y sincero".
En esta primera audiencia con unos 4 mil periodistas, fotógrafos, camarógrafos y otros representantes de la prensa, el jerarca de la Iglesia católica habló en italiano, alemán, francés e inglés durante 15 minutos, pero sin permitir preguntas.
"Es un placer este encuentro y saludo cordialmente a periodistas, fotógrafos, operadores de televisión y a todos aquellos que pertenecen al mundo de la comunicación. Gracias por su visita y por el servicio que han prestado en estos días al Vaticano y a la Iglesia Católica", manifestó en italiano.
Mientras los comunicadores latinoamericanos lamentaban que el Papa no hablara en español, pese a que el colectivo hispano es el mayoritario en la Iglesia católica, Benedicto XVI instó a los informadores a respetar la dignidad del ser humano y a actuar "de manera responsable" en la búsqueda de la verdad para hacer un aporte positivo a la sociedad.
En lo que algunos medios interpretaron como un encuentro adicional del Papa para mejorar su imagen de "duro e intransigente", durante la audiencia Ratzinger quiso seducir gracias a un estilo espontáneo y simple, mientras recibía ovaciones de jóvenes que gritaban "¡Benedicto, Benedicto!"
Este domingo Benedicto XVI celebrará su misa inaugural en la plaza de San Pedro, primera homilía pública como Papa, desde el lugar donde presidió el funeral de Juan Pablo II hace dos semanas.
Las autoridades de Roma han tomado fuertes medidas de seguridad, ya que la ciudad se prepara para recibir a unos 500 mil fieles y a decenas de líderes mundiales para la inauguración formal del nuevo pontificado, pues se espera el arribo de unas 140 delegaciones oficiales y 36 jefes de Estado y de gobierno.
Durante la ceremonia, a la que asistirán unos 100 mil alemanes, Roma cerrará su espacio aéreo y tendrá misiles antiaéreos y un avión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en previsión de cualquier ataque.
Entre los asistentes confirmados se encuentran el canciller alemán Gerhard Schroeder, el primer ministro francés Jean Pierre Raffarin y el príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II de Gran Bretaña. Asimismo, el vicepresidente estadunidense Dick Cheney y el gobernador de Florida Jeb Bush.
Otros asistentes serán George Ratzinger, hermano mayor del Papa alemán, quien tiene 81 años y también es sacerdote, así como el patriarca Mesrob II de la Iglesia apostólica armenia, y el representante de la Iglesia ortodoxa rusa metropolita Kirill.