Usted está aquí: domingo 24 de abril de 2005 Opinión A LA MITAD DEL FORO

A LA MITAD DEL FORO

León García Soler

De oligarcas y oligofrénicos. La mano visible del dinero

SERIO COMO UN JUEZ , dicen. Así fuera siempre. No era Juan José Olvera López, juez 12 de distrito, vilipendiado en el volátil desmantelamiento de instituciones y el huizachero litigar en los medios. Era Alan Güereño Leyva, secretario de acuerdos del juzgado que quisieron hacer corte de los milagros para ofrecernos el cuento de la generosidad del acusador que paga fianza para que no sea encarcelado el hombre al que indició: que nadie se angustie con la imagen de un avanzado de la democracia tras las rejas de un penal.

SERIO, COMO DEBE ser, el secretario de acuerdos Alan Güereño leyó breve comunicado de prensa: "...el Ministerio Público dispuso de la libertad personal del indiciado sin que estuviera a su disposición, pues al otorgar esa libertad López Obrador no estaba detenido ni había en su contra, pendiente de ejecutar, una orden de aprehensión ministerial fundada en la urgencia". Las viejas lacras del sistema de justicia mexicano tienen alivio. Las cárceles se hicieron para los pobres, se decía desde la Colonia. Y sigue siendo cierto. Pero mientras haya un juez, un secretario de acuerdos, capaces de asumir la responsabilidad de "hacer justicia", de cumplir cabalmente lo que ordenan los códigos y atenerse al imperio de la ley, habrá esperanza de que llegue la "revolución de tribunales".

SERIEDAD, SEÑORES. LA Castañeda fue derruida, pero siempre estará ahí el escenario en el que los internos dementes ocupen los puestos de médicos, enfermeros y vigilantes. "Acudo a la racionalidad jurídica", declaró el subprocurador Carlos Vega Memije. "Podríamos optar una consignación 'ortodoxa' y solicitar orden de aprehensión", concluyó. Luego se trató de un ensayo heterodoxo. Los dos diputados locales del PAN que pagaron los 2 mil pesos de la fianza para liberar a quien gozaba de absoluta libertad, obraron de buena fe, obedecieron la voz de sus conciencias y fueron caritativos con sus conciudadanos, con los corresponsales extranjeros despistados por la pedestre parodia de un proceso a la Kafka. Pero el juez Olvera López devolvió a la PGR el voluminoso expediente y a los impenitentes diputados el billete de la fianza.

DOS MIL PESOTES. Pero siempre hay emuladores dispuestos a refocilarse en el pantano de la oligofrenia al servicio de los oligarcas. "Al diputado Federico Döring", narra Francisco Garfias en Milenio Diario, "no le gustó que su joven correligionaria Gabriela Cuevas, la misma que pagó los 2 mil pesos de la fianza de Andrés Manuel López Obrador... contara que la dejaron sola en un entorno muy hostil (había decenas de bejaranistas) el día que acudió a ratificar su denuncia contra el llamado señor de los portafolios". Y de las ligas. "Es protagonismo", dijo el valiente diputado del más puro cuño falangista: "yo no voy a hacer mi carrera política yendo a los juzgados a que me den cachetadas." Así son, así están y así se los están llevando. Pero las instituciones de la República no son el mercado de San Juan de Dios.

LEONEL COTA MONTAÑO y José Guadalupe Acosta Naranjo rindieron protesta como presidente y secretario general del CEN del PRD, respectivamente. Pie de foto en La Jornada de ayer sábado; viva imagen de la aristocratizante hipersensibilidad provocada por el léxico de lesa democracia del gobierno, los panistas y otros malquerientes del jefe de Gobierno del Distrito Federal, que han dado en llamarlo lisa y llanamente "el señor López". Iba a escribir: estratega de Nacajuca en lugar de jefe de Gobierno, pero no está la oligofrenia para tafetanes. En ambos bandos confunden popular con populista. Claro, lo de López pudiera evocar los pasos de Quince Uñas. Pero revolución que pacta con el antiguo régimen y adopta apellidos altisonantes, pasa de Fouché al Duque de Otranto y ya emprendió la marcha de los cangrejos.

HOY MARCHAN EN silencio los del PRD. Del Museo de Antropología al Zócalo de la ciudad capital. Culmina la semana del arranque formal de la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador (ni modo) que empezó en el estado de México al lado de Yeidckol Polevnsky. (Ahí los quiero ver, incluyendo ambos apellidos y omitiendo los de actas de nacimiento de tiempos idos.) Luego iría a Jalisco, donde gobierna el partidario y soltador de Felipe Calderón Hinojosa. Un panista que goza de bendiciones cardenalicias es señalado como gozoso torturador de jóvenes manifestantes que protestan contra las políticas neoliberales y la mano visible del dinero que ha hecho el milagro de que los pobres voten por políticas y programas que favorecen a los ricos. Sursum corda.

¡NO TE RAJES JALISCO!, le gritaban miles al que iba a ser encarcelado por el supremo gobierno, mismo que invoca a Francisco I. Madero y declara golpistas a sus adversarios. Victoriano Huerta, "el chacal Huerta", el del cuartelazo en la Decena Trágica, el que obtuvo las renuncias candorosas y crédulas del presidente Madero y el vicepresidente Pino Suárez. Y los asesinó. Y puso en armas a los mexicanos para empezar la Revolución de veras. Constitucionalista, porque así somos, así hemos sido y el poder constituido lo es porque hubo un constituyente. Mala hora esta para equiparar realidades de entonces y de hoy. Aquellos en quienes se ha depositado el mandato de cumplir y hacer cumplir la Constitución de la República y leyes que de ella emanen, se han entregado a la locura de demoler las instituciones, desatender la separación de poderes y atribuirse derechos donde sólo hay las facultades que la ley señala expresamente.

NO TIENEN DERECHOS, señores funcionarios. Sujetos a la ley, son los primeros obligados a cumplirla y sometidos a obedecerla. En la locura de la transición sonámbula, hemos puesto a la Suprema Corte de la Nación en el trance de negarse a sí misma. Los del infantilismo democrático exigen se erija en árbitro político. Los del choque de trenes anunciado y ante el que se inclinan reverentes en espera del saqueo que seguiría al descarrilamiento de la via democrática a la que llegamos con el vuelco finisecular, en el umbral del tercer mileno. Y ahora esperan que la Suprema Corte consagre su locura y sea poder constituyente, que rehaga la Constitución y deje de interpretarla.

LA ASAMBLEA CAPITALINA de la oclocracia y la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión presentan controversias. Los de la mayoría perredista (yo no le doy órdenes a nadie, diría Andrés Manuel López Obrador) piden nada menos que se declare al Distrito Federal estado libre y soberano de la República federal, democrática y representativa. A eso equivale la reivindicación de las facultades de conocer y resolver el juicio de procedencia al jefe de Gobierno del Distrito Federal. La Asamblea Legislativa no es, aunque legisle, el Congreso local de un estado libre y soberano. Ni modo. Los señores ministros están ahí por el infortunado, cínico desprecio del doctorcito Zedillo por el Poder Judicial: jubiló a todos los ministros y dejó al país sin Suprema Corte de Justicia durante largo tiempo. Unicamente con dos de los tres poderes de la Unión.

PROVIENEN DE UNA crisis constitucional. Nadie diría que han dejado de cumplir lo que la ley les impone. Pero no es su papel ser árbitros de conflictos políticos; no pueden rehacer la Constitución. Lo saben y seguramente no serán autores de nueva crisis, voluntaria ésta, si generosamente atribuimos a ignorancia la provocada por el entonces presidente Ernesto Zedillo. Sin ley no hay libertad. Hay que esperar y confiar en el buen juicio de los ministros. A pesar del penoso papel de alguno de ellos en asuntos tan turbios como el de las controversias presentadas por Sergio Estrada Cajigal, a quien depuso el Congreso del estado libre y soberano de Morelos. La Corte no puede interferir en asuntos del régimen interno de una entidad de la Federación.

EN PLENA IMPLOSION DE la oligofrenia al servicio de la oligarquía, en la hora 11 del desaforado accionar de autoridades que han perdido el control y no pueden llegar a buen puerto porque no saben adónde quieren ir, se presenta un joven secretario de acuerdos y da lectura a un comunicado de prensa, a la resolución del juez Juan José Olvera López. Y sabemos que es posible acatar y cumplir con el marco legal el estado de derecho del que tanto hablan tantos que lo quisieran flexible instrumento para dictar a cada paso el estado de excepción, el estado de sitio, la suspensión de garantías. Ojalá que la marcha de hoy haga prevalecer el silencio donde nos ensordece la verborrea.

ANDRES MANUEL LOPEZ Obrador está ante la disyuntiva de asumir la responsabilidad de un liderazgo político con objetivos precisos y declarados, o congelarse en el papel del "señor López" que le han asignado los oligarcas de la oligofrenia; seguir los pasos del otro López, cojear del mismo pie, si oye a los sicofantes que han visto su propio rayito de esperanza, si acepta el concurso de los que han estado con cada ganador y con cada perdedor; los que nombraban con unción al innombrable y hoy encienden su veladora ante el altar del oportunismo: puro negocio win-win.

HOY MARCHAN EN silencio y Cuauhtémoc Cárdenas dijo que estaría ahí, como estuvo siempre contra el absurdo recurso del desafuero, instrumento de ambos bandos, método de la locura, fascinación con las imágenes en la era del espectáculo: "el señor López en el ostracismo, en el olvido". Y en la misma cartelera: "Andrés Manuel López Obrador, candidato encarcelado, preso como Mandela, como Madero, como Gandhi". El silencio invita a la meditación. Hoy marchan. Hace un par de días estuvieron en Nayarit, en el Nayar del que nos cuentan vinieron los aztecas a asentarse en el lugar más pobre, más desprotegido del Anáhuac.

ROBERTO MADRAZO Y LOS sobrevivientes del Tucom aprovechan el silencio. Capitalizan el sonido y la furia de la disputa personal de Vicente Fox y Andrés Manuel López Obrador. Van a recuperar Nayarit. Van a conservar el estado de México, donde el azar los hizo topar con Enrique Peña Nieto, un candidato con dotes de liderazgo. Y por si las dudas, por aquello de los usos y costumbres, un brujo mazateco practicó una limpia a Ulises Ruiz, gobernador de Oaxaca, de la tierra de Juárez.

NI MODO. EL lodazal obliga a recordar La palinodia del polvo de Alfonso Reyes: "¿Es ésta la región más transparente del aire? ¿Qué habéis hecho, entonces de mi alto valle metafísico?"

 
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