Usted está aquí: domingo 24 de abril de 2005 Opinión Novedades sabrosas

Angeles González Gamio

Novedades sabrosas

Muchas cosas sabrosas están pasando estos días en el bello corazón de la capital; entre otras, las múltiples actividades que ofrece el XXI Festival de la Ciudad de México en el Centro Histórico, que se lleva a cabo anualmente en estas fechas, llenando de vida cultural los palacios, plazas y calles.

Hace unos días asistimos a la inauguración de la exposición de la obra de James Reevé, bien titulada Diario de un pintor inglés en México.

El artista, talentoso pintor, cocinero y extravagante personaje con magnífico sentido del humor, vivió cinco años en el Centro Histórico, en una vecindad en la calle Leandro Valle, aquella de la que dijo don Artemio del Valle Arizpe que no va a ningún lado ni viene de ninguno, ya que se abrió con el único propósito de mutilar el inmenso convento de Santo Domingo.

Utilizando parte de los muros y cimientos del antiguo convento, el ingeniero Mariano León construyó a principios del siglo XX un edificio de cuatro pisos con balcones que dan a un amplio patio. En sus buenos tiempos parece que fueron departamentos de cierto lujo, pues su ubicación, a unos pasos de la majestuosa Plaza de Santo Domingo, es inmejorable.

El paso de los años lo convirtió en una vecindad, que de haber sido de rentas congeladas se convirtió en condominio, y ahora sus habitantes lo han tornado en un colorido vergel, con las flores que cuelgan de innumerables macetas y lazos con ropa secándose al viento.

Aquí compró el inglés un pequeño departamento con vista al costado del templo; lo decoró primorosamente con artesanías y antigüedades, y lo gozó y padeció un lustro, pintando cuadros de los templos, plazas, calles y personajes impactantes en todos los sentidos; una crónica sin concesiones de una cara del Centro Histórico que no siempre nos gusta ver.

La muestra se expone en el antiguo Colegio de San Ildefonso, en donde también se presentó un excelente libro con la obra del artista, tanto la del Centro Histórico como algunos retratos y cuadros que pintó durante su larga estancia en Xilitla, ese sitio alucinante en la huasteca potosina con construcciones surrealistas entre la selva que comenzó otro inglés y que James Reevé completó.

Es buen momento para recordar algunos aspectos de la historia del soberbio edificio:

A la llegada de los jesuitas a la Nueva España, en 1572, la conquista espiritual se encontraba prácticamente concluida, por lo cual los recién llegados se dedicaron a labores docentes, particularmente con los jóvenes criollos.

Entre las numerosas instituciones que fundaron se encuentra el Colegio de San Ildefonso, que más bien era un internado para los estudiantes que asistían a la universidad.

El edificio que ahora vemos se construyó en 1712, y en el siglo XX se edificó la parte que da a la calle de Justo Sierra para que albergara a la Escuela Nacional Preparatoria. Sin embargo, la mayor parte la ocupa la añeja construcción, una de las más bellas de la ciudad, con sus dos patios principales: el enorme del Colegio Grande, de planta cuadrada con sobrias arcadas y tres plantas, y el de los pasantes, con características similares, pero de menores dimensiones. En el Colegio Grande se encuentra el salón de actos, conocido como El generalito, que resguarda la hermosa sillería del coro de la antigua iglesia de San Agustín.

En otro edificio monumental en todos los aspectos, el ahora llamado Palacio de la Autonomía, del que hablamos recientemente, el cual se encuentra a un costado del Templo Mayor con la entrada por la callecita Licenciado Verdad, el próximo jueves 28, a las 18 horas, se va a presentar el número 8 de la revista A pie. Crónicas de la Ciudad de México, que editan el Consejo de la Crónica, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal. En esta ocasión el número está dedicado a la presencia de la universidad en la ciudad de México. Tiene colaboraciones espléndidas de Carlos Monsiváis, Gonzalo Celorio, Vicente Quirarte, Teodoro González de León, Teresa del Conde, Felipe Leal, René Drucker y Manuel Perló, entre otros, además de una interesante entrevista al rector Juan Ramón de la Fuente.

El acto se llevará a cabo en el antiguo paraninfo -donde se firmó la autonomía- con su sillería labrada estilo barroco y los hermosos cuadros de las sibilas que adornaban el mismo salón de actos en la antigua universidad, que se encontraba en la cercana Plaza del Volador. Participarán Eduardo Matos, María del Carmen Serra Puche, Manuel Perló y la autora de estas líneas como moderadora. Es una buena ocasión para conocer el espléndido edificio.

¿Qué le parece, al terminar, ir al Café de Tacuba a merendar tamales, buñuelos y un espumoso chocolate?

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