Jueves 5 de mayo de 2005
Director fundador: CARLOS PAYAN VELVER
Directora general: CARMEN LIRA SAADE
Director: Alejandro Brito Lemus
VIHvencias
¡Mucha suerte, Manolo!

Por Alejandro Brito
Cuando un amigo, un compañero entrañable se separa del proyecto planeado en conjunto, luego de años de labor intensa, para emprender nuevos proyectos y nuevas actividades, nos deja siempre con sentimientos encontrados. Por un lado, nos alegramos de su renovada búsqueda de horizontes y proyectos novedosos, pero por otro nos quedamos con un profundo sentimiento de pérdida difícil de colmar. Es el caso de nuestro querido compañero Manuel Figueroa, uno de los iniciadores de esta aventura que comenzamos diez años atrás, formador de este suplemento durante todo ese tiempo, editor del mismo en una temporada y coordinador general de nuestra organización civil.

Manolo, como le llamamos familiarmente, llegó a ser el vértice de nuestro trabajo: no había actividad administrativa, contable, organizativa, editorial y de difusión que no fuera supervisada por él. Siempre se inclinó por el trabajo hacia dentro de la organización y prefirió mantener un bajo perfil hacia el exterior. Aunque esto último no fue obstáculo alguno para que se asumiera públicamente como una persona gay que vive con VIH/sida.

Sin duda alguna, la buena marcha de la organización y la salida puntual del suplemento se lo debemos a él. Pero no lo vamos a extrañar sólo por su profesionalismo y su capacidad. Como nadie, Manolo sabe que la eficacia de su trabajo reside en la calidez de su trato, que relaja y hace más llevadera la rutina diaria.

Son numerosos los proyectos en los que ha participado, destacan sobre todo los materiales publicados, como el foto-testimonial De frente a la vida diseñado para dar visibilidad a las personas que viven con VIH/sida, y su participación en el Comité de Bioética de la Clínica Especializada Condesa del gobierno del D. F., donde representó y veló por los derechos de quienes viven con el virus.

Al cabo de este largo esfuerzo, Manuel optó por iniciar un nuevo ciclo en su vida y en su formación personal en tierras españolas, junto a su compañero sentimental, Adolfo Martínez, cómplice de muchos de sus empeños laborales, solidario también en esa lucha cotidiana que ambos libran contra el VIH/sida. Ambos materializarán felizmente con todas las de la ley un derecho que en México, como en tantos otros países, se niega aún a las parejas gay: el derecho al matrimonio.

Abundante literatura se ha escrito acerca de la separación de los amantes, pero muy poco se ha elaborado sobre la desazón y el sentimiento de orfandad que nos deja la separación de los amigos. En nuestro caso, nos consuela saber que el amigo no se separa del todo, que desde allá lejos seguirá colaborando y apoyando este proyecto común. Por eso decimos que es motivo de orgullo para quienes integramos el equipo de Letra S haber contado con tu valioso esfuerzo y tu entrañable compañía a lo largo de todos estos años. ¡Mucha suerte, Manolo!