"Reflejo de la política"
Arquidiócesis de Guadalajara: la patria es un desastre
La arquidiócesis de Guadalajara considera, en el editorial de Semanario, que comenzará a circular este domingo, que la patria e instituciones gubernamentales "son hoy un desastre, reflejo cabal de la política nacional". Apunta que los partidos y quienes los integran, en su mayoría, "urden marrullerías al cobijo de un oficio o puesto político. Quienes detentan el poder, con abundancia de recursos, lo utilizan para perder el tiempo en ditirambos y discusiones bizantinas, en crear famas y derrumbar ídolos, teniendo como únicos límites el poder del que gozan y los fueros de su desvergüenza", critica.
Describe lo que hoy considera que es la patria: "la vemos trasijada, agrietada y manoseada por la verborrea politiquera; esto la ha transformado en una anciana irreconocible, de rostro hinchado, carcomido y vapuleado por sus miembros, las instituciones, instrumentos que debieran ser organismos transparentes al servicio de todo ciudadano, y engrandecimiento y sostén de la nación".
Recordó que las instituciones, por muchos años, "habían lavado el rostro de la patria de mugre y cochambre dejados por el tiempo y sus hijos apócrifos e ignorantes de su dignidad", pero ahora prevalece el que "se pueden lavar honras en entredicho ante la opinión pública a base de cañonazos de publicidad, y ya se ha hecho un axioma en la clase política eso de que tanto puedes vencer y convencer cuanto más seas capaz de permanecer cotidianamente en los medios de comunicación".
Cuestionó que a partir de finales de 2004 y principios de 2005, la "torpe agenda" de las tareas nacionales estuviera conformada por los casos de El Encino, el desafuero del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, que el presidente Vicente Fox, "con toda su investidura fuera estimado o ignorado, amordazado, acorralado o vituperado por la izquierda y por la derecha" ante esos temas; o se polemizara acerca de candidatos diversos a puestos de elección popular o por los llamados videoescándalos que exhiben actos de corrupción. En fin, sostiene el periódico de la arquidiócesis jaliscience, "mil opiniones, disputas, divisiones y conflictos, a lo cual hay que añadir la verborrea de abogados, juristas y leguleyos, confundidos todos, pero siempre presentes, al amparo del presupuesto".
La institución piensa que "nuestra deteriorada política y vapuleada nación, en último término, llegarán a recuperar su dignidad cuando las personas que detentan el poder e integran las instituciones busquen otro nivel a su discurso y a su acción; defiendan otra axiología, más permanente, con valores más confiables y al servicio del hombre, no cuando defiendan el cargo público, el partido, el escaño, la posición, sino una agenda de trabajo incluyente, de valores perennes, indestructibles de todo ser humano, por el hecho de serlo".
Sentencia que no se necesitan "políticos con olor a incienso o monaguillos de las religiones, sino verdaderos mexicanos, hombres y mujeres de convicciones, que sepan luchar y defender la integridad de sus propuestas. Vale recordar una expresión del papa Benedicto XVI, entresacada de su libro Mi vida, donde pone el dedo en la llaga a propósito de estos asuntos que vivimos los mexicanos: la lucha en defensa de las instituciones desconoce que la garantía institucional no sirve para nada, si no existen las personas que las sostengan con sus propias convicciones personales", indica el editorial.
Alma E. Muñoz