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A TODO VAPOR 9 de mayo de 2005
Las utilidades de las empresas mineras mexicanas se han multiplicado por 10 respecto de hace un año, en medio del aumento de la demanda. Mientras China e India siguen devorando la producción global, las compañías nacionales empiezan a salir del hoyo en que cayeron al inicio de la década. La veta no se ha agotado. Por si acaso, firmas como Peñoles y Grupo México están generando reservas para saldar sus deudas y esperar los vaivenes futuros.

Ronald Buchanan

Hace tres años, la minería ­la industria más antigua de México­ parecía tan fuera de moda como los pantalones acampanados. Los precios de los metales estaban deprimidos y por todos lados se hablaba de tragedias en esta actividad.

P4-5empleoDesde la chiquita Minera Autlán, productora de manganeso en el estado de Hidalgo, hasta el gigante Grupo México ­tercera productora de cobre a escala global­ no podían con su deuda.

Grupo México tuvo que suspender sus programas de inversión mientras renegociaba los mil 300 millones de dólares que debía. Autlán cerraba unidades de producción, liquidó a centenares de trabajadores y se puso en venta.

Hasta la muy conservadora Industrias Peñoles, la principal productora del mundo de plata refinada, tuvo que apretarse más el cinturón. Muy al estilo de su presidente Alberto Bailleres ­dueño también de Palacio de Hierro y la aseguradora Comercial América­ se lanzó a una guerra de desgaste para abatir los costos.

¡Cómo han cambiado las cosas! Los últimos reportes a la Bolsa Mexicana de Valores de las principales empresas mineras se han llenado de números negros. Las compañías han visto crecer sus utilidades netas 10 veces en términos anuales en el primer trimestre del año. Las unidades de producción que se habían cerrado ya se volvieron a abrir; la producción va a todo tren, y con planes para expandirse.

¿Y las empresas que ni les coqueteaban cuado estaba en venta? Muertas están ahora, se supone, de envidia. ¡Qué bonita es la venganza!

P4-5empresasLo mismo puede cantar Grupo México a los analistas de la industria que cuestionaron su estrategia de adquisiciones en Perú (Southern Perú Copper Corporation) y Estados Unidos (Asarco) como consecuencia de la cual generó una deuda de mil 300 millones de dólares y, con el precio del cobre en su nivel más bajo en décadas, había muy poca posibilidad de pagarla.

En el primer trimestre de este año Autlán reportó ingresos netos por 115 millones de pesos, unas 10 veces más que en el mismo lapso de 2004.

Mientras, sus ventas se incrementaron 146 por ciento: 635 millones de pesos. Es que las ferroaleaciones y bióxidos de manganeso que produce Autlán son materias primas del acero, cuyo precio ha subido como la espuma por la enorme demanda creada por el desarrollo industrial chino y, en menor grado, de India.

LA FIEBRE DEL ORO

La Constitución insiste en que "el dominio de la nación es inalienable e imprescriptible" sobre los metales, así como los hidrocarburos, que se encuentran en el territorio nacional. Sin embargo, en el caso de la explotación de los metales ­y con una gran diferencia respecto del petróleo y el gas­ se pueden otorgar concesiones.

Además, la exploración y producción quedan abiertas por completo para los extranjeros bajo la Ley Minera de 1992 y según las enmiendas de 1996.

Mientras las posibilidades de una apertura similar en gas y petróleo son tema de acalorados debates entre funcionarios, empresarios, partidos políticos y ciudadanos comunes, nadie parece enarbolar la bandera de que "los metales son nuestros".

No por eso la actividad minera está libre de controversias. Al contrario, la actividad minera se encuentra con cada vez mayor oposición en países tan distantes como Filipinas y el Perú.

En México, el caso más emblemático es la lucha de la gente que vive en las faldas del Cerro de San Pedro, San Luis Potosí, contra un proyecto de Metallica Resources de Canadá para instalar una mina de oro a cielo abierto en la montaña.

Los vecinos, apoyados por grupos ambientalistas y organizaciones no gubernamentales, alegan que el proyecto contaminará sus provisiones de agua, además de perturbar el entorno ecológico de la región. Metallica niega que eso sea así, pero en el centro de la controversia está la tecnología ­relativamente barata y eficiente, por cierto­ de lixiviación con cianuro.

La lixiviación consiste en amontonar mineral sobre una plataforma, y dejar que lo precole el cianuro y, así, las partículas de oro, u otro metal, se separan de las demás. El resultado, según los ambientalistas, es un desastre ecológico, con altos grados de contaminación de tierras y aguas.

No, si se toman las medidas necesarias, argumentan las empresas que, a pesar de los esfuerzos para mejorar su imagen, enfrentan cada vez más demandas o presiones de movimientos de protesta contra sus proyectos  §

RB

Se trata del fenómeno que ha permitido a la empresa brasileña Companhia Vale do Rio Doce (CVRD) ­la productora de hierro más importante del mundo­ aumentar sus precios en más de 70 por ciento este año, así como las australianas BHP Billiton y Rio Tinto.

Algo parecido pasa con el cobre, cuyo precio ha aumentado en 150 por ciento en menos de tres años. Aunque el ritmo de crecimiento de la demanda china ha ido disminuyendo, todavía está por encima de 10 por ciento al año, más que nada por las necesidades del metal en un programa de electrificación que abarca inversiones de 560 mil millones dólares de aquí a 2010. El fenómeno ha generado enormes beneficios para Grupo México ­que ya sería capaz de pagar toda su deuda en sólo dos años con el actual nivel de ingresos­, pero igual ocurre a empresas y países productores de cobre en todo el orbe.

P4-5prodCodelco, la compañía estatal chilena que es la productora más importante del mundo, ganó 3.3 mil millones de dólares antes de impuestos el año pasado, cuatro veces más que en 2003.

Los aumentos de precios no han sido tan espectaculares en el caso de los metales preciosos. Aun así, Industrias Peñoles ­la mayor productora global de plata refinada­ reportó ventas en los primeros tres meses del año por 5 mil millones de dólares, la cifra trimestral más alta de su historia. Mientras el precio de la plata ha aumentado en menos de 5 por ciento en los últimos 12 meses, el de otros metales producidos por Peñoles han subido mucho más: el zinc 23 por ciento y el plomo 15 por ciento.

El alza casi generalizada de los precios de los metales ha creado ­como en el mercado petrolero­ una ola de fusiones y adquisiciones, de la cual México no ha estado de todo exento. La canadiense Wheaton River Minerals, después de comprar la mexicana Luismin hace pocos años, fue a su vez adquirida en 2004 por otra canadiense, Goldcorp.

Ahora Goldcorp, que ya anda de compras en América Latina, sobre todo en México, acaba de pagar a Peñoles 70 millones de dólares por el proyecto de oro Mezcala, en el estado de Guerrero.

También los elevados precios han fomentado una nueva ola de actividad exploratoria por las así llamadas empresas "júnior", cuya meta es encontrar depósitos que luego pueden vender a empresas más grandes que tienen el capital para explotarlos.

Hace apenas un mes, la "júnior" Fronteer Development Group, con sede en Vancouver, Canadá, anunció la adquisición de los derechos de exploración sobre 2 mil 150 kilometros cuadrados en Chiapas. Fronteer va a mandar dos equipos exploratorios a la región con un presupuesto de 500 mil dólares; su tarea: identificar los mejores sitios para perforar.

Para Rick Valenta, director de operaciones de Fronteer, las posibilidades de hallar algo rentable son altas, ya que la geología de la región se parece mucho a Marlin, al otro lado de la frontera con Guatemala, donde se ha encontrado un depósito importante de oro.

Como Fronteer, hay docenas de "júnior", la gran mayoría de Estados Unidos y Canadá, escarbando las sierras mexicanas en busca de metales. El fervor, de alguna manera, recuerda los días del auge ­tan explosivo como efímero­ de las empresas de Internet.

Por cierto que ha habido periodos de gran volatilidad últimamente en los mercados mundiales de metales. Sin embargo, hay una diferencia importante con el auge de Internet.

Las inversiones en Internet eran en su gran mayoría esencialmente especulativas.

Las de ahora en la minería no lo son tanto. Los proyectos mineros tardan en su desarrollo y arranque; además los cuellos de botella dificultan una respuesta rápida a los incrementos en demanda y todo eso afecta las condiciones de su rentabilidad.

Las empresas sensatas ­entre ellas las dos grandes de México, Peñoles y Grupo México­ están usando sus ganancias de ahora para invertir en proyectos que abatirán los costos de mañana, cuando seguramente bajarán otra vez los precios de los productos mineros  §   

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