Usted está aquí: domingo 15 de mayo de 2005 Política Critica Arizmendi a los medios que quieren "destruir" la Iglesia

Ventilan casos de hechos que denigran esa creencia

Critica Arizmendi a los medios que quieren "destruir" la Iglesia

ALMA E. MUÑOZ

El obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, criticó a los medios informativos "ya conocidos por sus tendencias contra todo lo institucional", por "ventilar casos, comprobados o no, de sacerdotes o de hechos históricos que denigran a nuestra Iglesia (católica)".

Consideró que al hacerlo, éstos "se solazan en concederles amplios espacios, cosa que no hacen con lo bueno", como fue la elección de Benedicto XVI. Al respecto, dijo, y "cuando decimos que en la elección del Papa interviene el Espíritu Santo, algunos esbozan una sonrisa de burla, de incredulidad y hasta de compasión por nosotros. Les parece imposible que esto suceda. Se imaginan que todo es política clerical. Llena de intereses. El pueblo fiel, sin embargo, reconoce en los acontecimientos la mano de Dios, que sigue actuando en la historia por los medios que El conoce".

Esos medios informativos -a los cuales no citó por su nombre- pareciera, indicó, que quieren acabar con la Iglesia para que nos les moleste con sus preceptos morales. "Como dice el dicho, no la hemos podido destruir quienes estamos dentro, por nuestras culpas, menos la acabarán los enemigos de fuera. En esto se demuestra la acción del Espíritu Santo", insistió.

Apuntó, como ejemplo, que cuando se vislumbraba la muerte de Juan Pablo II "no faltaron comentaristas que sembraban confusión, preguntándose qué futuro le esperaba a la Iglesia. Cuando fue elegido el actual Papa, algunos, presumiendo de su ignorancia religiosa, hicieron pronósticos catastróficos. Su visión sobre la Iglesia es marcadamente reduccionista, es decir, la reducen sólo a lo humano y prescinden del elemento divino del que Jesucristo la dotó".

Reconoció que en la Iglesia hay conservadores y "otros más radicales" en las opciones teológicas y pastorales, pero todos queremos estar al servicio del Evangelio. Pidió a los católicos mantenerse firmes en la fe. "No nos dejemos amedrentar por los enemigos de la religión, que quisieran que el Papa, los anteriores y el actual, se amoldaran a sus gustos, y que la Iglesia cambiara según los criterios de este mundo de pecado. Aunque nos critiquen por no ir en el mismo sentido de la corriente mundana, la Iglesia debe ser fiel a su misión, ser como la sal y la luz. Apreciemos la gran riqueza que significan las diferentes tendencias al interior de la Iglesia, y no queramos que todos seamos idénticos".

 
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