Usted está aquí: viernes 27 de mayo de 2005 Opinión ASTILLERO

ASTILLERO

Julio Hernández López

La señora Marca

Ropaje Vamos Erario

El reino de lo superficial

Derbez: de cuatro, cuatro

INSTALADO COMO ESTA el país en la degustación insana de lo anecdótico y lo superficial, de perlas ha de caer la aparición de la primera actriz celayense, MaSaJi, en la reciente comedia de equívocos denominada Los vestidos de marca. A falta de mejor foro (pues el próximo que habrá de pisar será el judicial, cuando sostenga un parlamento cara a cara con la guionista argentina Huelga Ornat), la señora Marca se ha asomado a la subasta filantrópica de modas que organizó una famosa dama de lo que se da en llamar "alta sociedad" (Viviana Corcuera, su nombre) para redondear fondos que habrán de servir (¡habrase visto!) para causas de cultura popular. Generosa con lo ajeno, manirrota con cargo al erario, la señora Marca ha donado una ínfima parte de su indumentaria para la mencionada causa altruista, pero al practicar tal conducta ha dejado testimonio público del tipo de ropa que suele usar y que en nada se compadece, en precio y en pretensiones, con el talante de solidaridad con los pobres que sus publicistas tan bien le acomodan.

LAS ETIQUETAS Y LOS NOMBRES de los confeccionistas de las ropas de la elegante media naranja presidencial, las combinaciones y los accesorios, todo da cuenta de una ansiedad compulsiva por alcanzar niveles presuntuosos que si fuesen pagados con dinero propio quedarían en el plano personal pero que, en el sabido chapoteo presupuestal incontrolado que hay en las cuentas presidenciales, hacen suponer con algo grado de confiabilidad que la súbita y onerosa sublimación del guardarropa conyugal se ha dado con cargo al dinero público. La dama del gubernamental buen vestir se ha defendido, desde luego, con los alegatos genéricos que finalmente no esclarecen nada: "Lo que puedo decir con absoluta honradez -respondió la señora relativa- es que la mayoría de la ropa que tengo no le ha costado al erario público".

¿CUANTO SERA ESA mayoría indumentaria no adquirida con nuestros impuestos: 51 por ciento o 99 por ciento? ¿Podría verificarse esa aseveración, conociendo, por ejemplo, el número exacto de prendas de vestir, y de accesorios, que haya comprado la dama en los cinco años recientes? Suponiendo que en verdad las compras hubiesen sido ajenas al erario (que siempre es público), ¿podría explicar la señora Marca el origen de los dineros que le habrían permitido esas adquisiciones? Una lectora, Ileana Danielina Duque, plantea a esta columna una duda existencial: ¿dónde guardará la señora Sahagún la ropa que va comprando? ¿Cómo serán y dónde estarán los vestidores monumentales? ¡Vamos, Marta: esta es una excelente oportunidad de practicar la famosa "rendición de cuentas" más allá de las palabras! Por lo pronto, la señora de los atavíos en entredicho asegura que parte de su ajuar proviene de su propia familia y de "regalos" seguramente sin sombra de conflicto de intereses y sin tufo de cohecho. Y, en el colmo de la buena onda, la dama anunció que la ropa que hubiese sido comprada con cargo al "erario público" será ¡donada, pues ella no habrá de llevarse esa ropa usada..!)

DEGUSTACION, SE DECIA al principio de esta columna de modas, de lo anecdótico y lo superficial, dejando en penumbras, o pospuesto, el análisis de lo sustancial. Por ello, de López Obrador lo que se analiza hoy es el costo de un reloj de pulsera, su nueva relación de pareja (el PG ama a BG), el estreno de un traje de lino y las aspiraciones inmobiliarias palaciegas, sin entrar al análisis de lo que realmente se ha hecho y dejado de hacer en el gobierno capitalino ni a la discusión seria de las propuestas económicas y políticas de un peje en trance camaleónico. A Fox se le deshace el país en las manos, con el narcotráfico desatado y la política en el naufragio, pero con sus deslices verbales provoca que los ciudadanos estén atentos al negro enredo posterior a sus observaciones laboralmente racistas y a la bipolaridad declarativa que le hace decir en un momento lo contrario de lo que sostendrá minutos después.

EN EL PRI, EL MORBO se asoma a los expedientes clínicos de la profesora Elba Esther Gordillo para calcular la capacidad de respuesta física que podría tener en un pleito abierto con los madracistas buenos para el descontón. Y en el PAN, la comidilla del día es la displicente inasistencia de casi la mitad de los diputados federales a una cita con su presunto jefe supremo que debería ser el actual Presidente de la República.

EN ESOS ESCENARIOS de distracción permanente es posible que Luis Ernesto Derbez ofrezca en un solo día un récord perfecto de fracasos: de cuatro, cuatro. Primero, el vergonzoso recular en el nombramiento de Melba Pría como embajadora de México en Cuba, dejando en el camino una estela de institucionalidad maltrecha, pues ya hasta el beneplácito de La Habana se había expresado. Segundo, el infantil pataleo de un canciller que demanda a un país ofendido por el paso impune de un asesino de cubanos por tierra mexicana, que sea esa nación ajena la que informe de lo que hubiese sucedido en México para que así el gobierno foxista investigue si hubo complicidades anticastristas. Tercero, la berrinchuda ausencia del secretario de Relaciones Exteriores en la toma de posesión de su contrincante vencedor, el chileno José Miguel Insulza, como secretario general de la OEA. Y, finalmente, el numerito ante el Consejo General de la Unión Europea, donde el mismo Derbez convirtió una impuntualidad de dos horas en maniobra para quejarse porque esa institución colegiada no le daba tiempo suficiente a la atención de los planteamientos mexicanos. Gran Derbez: de cuatro, cuatro.

SANTIAGO CREEL MIENTRAS tanto pide que frenen los caballos que el propio caballerango guanajuatense ha desbocado, y el jefe Vicente se pasea por Sinaloa para encabezar reuniones decorativas sobre presuntos planes de contención de la violencia del narcotráfico (el delfincillo de Gobernación inventó una historia ingeniosa: dice que la guerra entre bandas del narco se deben a que el foxismo "liberó" territorios que ahora se pelean los desposeídos). Pero, en tanto este tecleador decide con frivolidad que no le importa quién gane entre las dos derechas futboleras, ¡feliz fin de semana!

Fax: 5605 2099 * [email protected]

 
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