Usted está aquí: viernes 27 de mayo de 2005 Política Fuera BBVA-Bancomer del recinto de San Lázaro

Jaime Martínez Veloz

Fuera BBVA-Bancomer del recinto de San Lázaro

En octubre del año pasado, la comandancia del EZLN informó del acuerdo para reconcentrar a los habitantes de los pueblos zapatistas de Primero de Enero, San Isidro, 12 de Diciembre, 8 de Octubre, Santa Cruz, Nuevo Limar y Agua Dulce, ubicados dentro de la llamada "reserva de la biosfera de los Montes Azules", en Chiapas.

Dicha medida tuvo como finalidad agrupar los esfuerzos zapatistas en un territorio determinado, para atender con mayor eficiencia los requerimientos de los pobladores hasta ese momento dispersos en comunidades atomizadas, muy pequeñas y aisladas.

La decisión zapatista fue construida colectivamente en forma responsable por la junta de buen gobierno de la zona selva fronteriza Hacia la esperanza, con sede en la comunidad de La Realidad, donde tantas veces nos reunimos la primera Comisión de Concordia y Pacificación con la comandancia zapatista.

La misma comandancia general del EZLN le solicitó públicamente a doña Rosario Ibarra de Piedra, ejemplar luchadora social, que se hiciera cargo de las donaciones y apoyos que la sociedad civil nacional e internacional tuviera a bien aportar para la consolidación de este asentamiento zapatista. La respuesta de doña Rosario fue positiva. La transparencia de los recursos estaba garantizada.

El esfuerzo zapatista por reconcentrar a sus comunidades ha sido difícil y complejo; las condiciones son inhóspitas y llenas de dificultades, sin embargo el empeño de las bases zapatistas les permite salir adelante y vencer obstáculos, con la ayuda y la solidaridad desinteresada de infinidad de donantes.

Para concentrar los apoyos y las donaciones, el enlace civil de los zapatistas abrió una cuenta en BBVA-Bancomer bajo la responsabilidad de doña Rosario Ibarra, donde la sociedad civil, organizaciones sociales y ciudadanos hacían los depósitos para apoyar a las comunidades zapatistas.

Para nadie en México es un secreto que la simpatía que los zapatistas han encontrado en amplias capas de la población mexicana se debe en gran medida a que en sus métodos de lucha nunca recurrieron a acciones tales como el secuestro, el robo de bancos o medidas extorsionadoras. Es así que la ofensiva gubernamental de Ernesto Zedillo, en febrero de 1995, fracasó, porque careció de elementos para fundamentar sus acciones contra el movimiento zapatista.

Por ello, causa repugnancia la arbitraria medida ejecutada por la trasnacional BBVA-Bancomer contra los indígenas zapatistas; este banco está acusado internacionalmente de evasión fiscal, apertura de cuentas secretas, doble contabilidad, fondos de pensión ilegales, lavado de dinero, aportaciones secretas a campañas electorales, sobornos y múltiples acciones criminales; ahora, a pesar de toda la "excelente" reputación listada, este remedo de banco ha decidido unilateralmente cancelar las cuentas donde se concentran los vitales donativos de las organizaciones civiles a favor de la causa zapatista, con el cínico argumento hipócrita de "protegerse de un presunto lavado de dinero". El burro hablando de orejas.

Recordemos que estos agiotistas hicieron un negocio redondo con los pagarés del Fobaproa de los que viven, como rémoras que son; los propios malos manejos hicieron quebrar al banco, que fue rescatado por el gobierno, trasladada su cartera chatarra a cuenta de los mexicanos de hoy y de mañana, y luego de saneado el banco, fue malbaratado a estos auténticos descendientes de Hernán Cortés, que nos siguen cambiando cuentas de vidrio por oro. El servicio de la prostituida banca "mexicana" ahora bajo estos hijos de su libretona madre es de una mediocridad repugnante. Porque en sentido estricto, ninguna actividad productiva realizan, pues además del cobro leonino por su pésimo servicio, estos delincuentes de cuello blanco nos desangran cual parásitos, cobrando los jugosos rendimientos de los famosos pagarés, del fraude más grande de México.

La acción punitiva de la trasnacional española, auténtica agresión capitalista, transgrede los límites de una acción mercantil e interviene en un asunto de la política interior mexicana, relacionada con la seguridad nacional del Estado. El EZLN es una organización amparada hasta hoy por la Ley para el Diálogo, la Conciliación y la Paz Digna, aprobada por ambas cámaras del Congreso de la Unión. El estatus del diálogo en Chiapas es de "suspensión", no de "ruptura", asunto que no es menor, dado que ello ha impedido la reanudación de los enfrentamientos militares.

Por ello, es de suma importancia que la Cámara de Diputados revise este caso, y de persistir en su actitud demencial, se emplace a este consorcio expoliador bancario a que retire la sucursal que tiene ubicada enl interior del recinto de San Lázaro. Nunca como ahora ese "banco" había estado mejor representado por su absurda figura del patético marrano, con un apodo igual de cretino; más cochino no se podía ser. El Congreso de la Unión no puede, ni debe tener relación con aquellas organizaciones de cualquier tipo que atenten contra las normas de convivencia social y los asuntos de seguridad nacional.

Mientras tanto, todos los que simpatizamos con la causa zapatista busquemos formas y esquemas para consolidar la solidaridad con nuestros hermanos indígenas. La dignidad que durante su lucha ha mostrado el EZLN constituye su mejor aval moral, del cual carecen la mayoría de las instituciones bancarias que medran en el país.

 
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