Usted está aquí: domingo 29 de mayo de 2005 Opinión ¿Y ahora qué? Resistencia civil

Elena Poniatowska /I

¿Y ahora qué? Resistencia civil

Ampliar la imagen Una de las muchas muestras de repudio al desafuero que se vieron durante la marcha del silencio, el 24 de abril pasado FOTO Jos�arlo Gonz�z

El ingenio, la inteligencia, el sentido del humor, la nobleza y la libertad campearon en la mayor manifestación en la historia de nuestro país, la del domingo 24 de abril de 2005. Las mantas y pancartas con el rostro de Andrés Manuel López Obrador bailaban alegres al son de las pisadas más o menos silenciosas. "Todos somos López", "No al desafuero de López Obrador", "AMLO, estamos contigo... aunque Fox no quiera". "No a la canallada de López Obrador" podía leerse en un puesto de muñecos de peluche y en un taxi. "Sí a la democracia, yo apoyo a AMLO", en un poste de luz. "AMLO, ¡gracias! No al desafuero", en un puesto de tepache en la plaza de la Constitución alfombrada de playeras, gorras, banderines, paliacates, globos inflados de helio con la cara del Peje. "No es una pesadilla, Fox, sí estamos aquí".

"Hoy nuestro silencio retumba en las palabras","Este gallo tiene millones de plumas", "Fox: SI estás solo", "No se apenDJ, el bueno es el Peje", "Yo también soy López", "Si Santa Anna viviera, con ellos estuviera", "Ni el PRI ni el PAN, la izquierda es la salida", "Creel, ni compitiendo solo ganas", "No nos vamos a dejar", "AMLO, no estás solo".

"Fox, escucha, ya nadie está en tu lucha", "Peje El Toro es inocente", "Habemus Peje", "No al uso Foxioso de la ley", "Peje, te amo desaforadamente", "Péjele a quien le peje, el Peje será presidente", "Abranse, ábranse, que ya viene Andrés Manuel", "Cómo no te voy a querer", "Fox, Marta decide por ti, pero tú no decides por mí", "Las armas de los cobardes son las mentiras, no al desafuero", "Por México, desaforadamente", "El respeto al derecho ciudadano es la paz", "La ciudad es nuestra", "Defender el gobierno de izquierda", "No al desafuero, Unión de Lucha Vecinal del Valle de Anáhuac", "Ingenuos los que creen que el pueblo es ingenuo". "Las elecciones se ganan en las urnas, no en el desafuero", escrito en el mandil de una señora. "Fox, toma tu desafuero", cartel con el dibujo de una mano levantando el dedo medio, "Perdón, yo voté por Fox y me arrepiento", "Fox, entiende, AMLO no se vende. MULT", "Fox, ¿por qué no comes y te vas?", "Fox, no ganarán. Santa Ana Maya, Michoacán", "La sangre de Acteal te ahoga, tú, Chuay-ffet, sigues con fuero", "No vine por tortas ni por tamales, vine por mis huevos".

"Todos con el Peje y que nadie se apendeje", "Ni con los sueldos de la Suprema Corte pagan este acarreo", "La justicia selectiva sólo la practica quien no es justo, quien sólo obedece al poderoso y traiciona a su pueblo", "Porque estoy con la democracia, estoy con AMLO", "Pedimos que se aclaren los asesinatos de periodistas", "Impediremos que se siga desmantelando la patria", "Vega Memije, la Facultad de Derecho te espera", "Ni acarreados ni perredistas, demócratas y marxistas", "Fraude electoral anticipado", "Tenemos la razón, somos la mayoría, vamos a ganar", "¡Andrés, amigo, la unión está contigo!", "El dinero corrompe la democracia", "Mejor en la izquierda que en cualquier otra mierda", "Yo soy mujer del Peje", "AMLO para presidente".

El largo camino del desafuero desembocó en esta alegría popular y en una marcha disciplinada, admirable, en la que una multitud nunca vista de hombres y mujeres confiados, familias enteras que iban desde la abuelita hasta el niño de brazos, ensombrerados, encachuchados, algunos atajándose el sol con sombrilla, todos de tenis, la mayoría con sus botellas de agua. Muchos niños en su carriola, otros de la mano de su padre inauguraban una nueva diversión: la de marchar. Los contingentes caminaron hasta el Zócalo sin pisar una raya, sin romper la valla, sin decir una palabra de más, sin un solo acto de indisciplina, sin una sola falta de respeto. Los discapacitados, las manos sobre las ruedas de su silla para imprimirles mayor velocidad, formaron un contingente que iba a todo lo que da por el Paseo de la Reforma. "El Zócalo está lleno", "el Zócalo ya está lleno", anunciaban felices. ¡Un millón 200 mil personas y ni un solo insolado, ni una sola desmayada, ni un solo niño perdido, ni un solo incidente desagradable!

El Quijote de huacales

Lo más creativo, lo más bello de la marcha después de la gente, fue el Quijote de huacales que hizo Rolando de la Rosa, quien hace años le puso la cara de Marilyn Monroe a la Virgen de Guadalupe, cosa que causó su expulsión y la del director del Museo de Arte Moderno. "¡A desfacer este entuerto!", gritaba el Quijote con su lanza en la mano, y así, a los 500 años de la publicación de El Quijote, los quijotes mexicanos deshicieron la trampa del desafuero.

El arranque

Un apacible domingo en Chimalistac, el 7 de abril de 2005, a las 11 de la mañana, recibí una llamada de Andrés Manuel López Obrador. Quería verme una hora más tarde. Me llevé el susto de mi vida y le hablé a dos de mis entrañables, Mane, mi hijo mayor, y Jesusa Rodríguez. "Ven pronto, no sabes lo que me está pasando". AMLO llegó con su Tsuru blanco y su chofer Nicolás. Lo había yo visto bien a bien dos veces en mi vida, una madrugada de inauguración de uno de los segundos pisos en que todos nos moríamos de frío y me senté al lado de doña Rosario Ibarra de Piedra, el domingo 23 de enero.

Andrés Manuel pidió a Rosario que cortara el simbólico listón y ella le respondió: "¡Ay no, yo junto al cardenal Norberto Rivera no quiero!", y entonces él me jaló de la manga y me dijo: "Entonces tú". Jamás me había tuteado. Así de chiripada fui nombrada caballero. Allí me enteré de que los segundos pisos de la ciudad de México han costado un total de 5 mil millones de pesos, mientras que en el Sistema de Transporte Colectivo -Metro, autobuses y trolebuses- se han invertido casi 15 mil millones. También me enteré de que AMLO ha hecho escuelas, clínicas y la Universidad de la Ciudad de México sin subir los impuestos en la ciudad. ¿Por qué? Porque el dinero que entraba a las arcas públicas se usaba en obras y no en los altos sueldos de los funcionarios. Según AMLO, el gobierno federal podría dedicar más de 100 mil millones de pesos a obra pública, política y social si los funcionarios públicos no ganaran más que los de Estados Unidos y Europa como hoy sucede. Austero, AMLO redujo sueldos en el Departamento del Distrito Federal para cambiar la premisa de que México es un pueblo pobre con un gobierno rico. A pesar del frío, AMLO saludaba contento a los que hacían valla en el segundo piso y alguna que otra mujer le gritó a voz en cuello: "Me quiero casar contigo".

La segunda vez lo vi en una campaña en contra del cáncer de mujeres, que organizó el Departamento del Distrito Federal. ¡Y párenle de contar! Andrés Manuel me explicó: "Van a estar contigo José Agustín Ortiz Pinchetti, Martí Batres y Chaneca Bertha Maldonado". También ayudaron otras personas muy valiosas, como Amelia Bianchi y Alejandro Pacheco, y desde luego todo el equipo de Martí Batres, incluyendo a Moisés, que es muy valioso.

A organizar la resistencia civil

A partir de ese momento todo fueron carreras, entrevistas, citas, conferencias públicas, agigolones, e-mails, páginas web (www.tqdesaforadamente.org), emociones, saltar de un taxi a otro, llamadas telefónicas, preocupaciones, salidas de casa a las 6:30 a más tardar, angustias, desayunos, insultos, tacos a las volandas en El Charco de las Ranas, cartas recordándome a mi mamacita, cartas bien intencionadas, risas, destanteadas, llamadas nocturnas de amenaza: "Vamos a ir por ti, pinche cabrona", sustos, pérdida de libreta de apuntes, lluvias, nervios, porque soy considerablemente inepta y no tengo celular.

Lo cierto es que cuando esos 22 días de camaradería y carreras terminaron me sentí extrañamente vacía.

 
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