Usted está aquí: lunes 30 de mayo de 2005 Mundo Pesar en Europa por el rechazo francés a la Carta Magna del bloque

"Es un revés para el Tratado, pero no su final", considera Gerhard Schroeder

Pesar en Europa por el rechazo francés a la Carta Magna del bloque

Sondeos pronostican otro triunfo del "no" en Holanda en el referendo del próximo miércoles

AFP, REUTERS Y DPA

Ampliar la imagen Jacques Chirac, presidente de Francia, en imagen de la televisi�rancesa, dirigi�er un mensaje a la naci�ras el rechazo a ratificar la Constituci�uropea. El mandatario reiter�e concluir�u mandato en 2007, como est�stablecido FOTO Reuters

Bruselas, 29 de mayo. La Unión Europea (UE) y los gobiernos de varios países del bloque expresaron esta noche su pesar por el masivo rechazo de los franceses a la Constitución comunitaria, cuando son-deos de opinión adelantan otro rechazo en el referéndum que se celebrará el miércoles en Holanda, otro de los fundadores de la UE. Sin embargo, la Unión dijo que el proceso de ratificación debe seguir adelante.

"Francia votó y Francia dijo 'no'. La mayoría de los franceses rechazó el tratado constitucional. Tenemos, debo decir, el corazón oprimido", dijo en Bruselas el primer ministro luxemburgués Jean Claude Juncker, presidente en turno de la Unión, al comentar el pronunciamiento de los franceses. Pero agregó que esta votación no significa que la Constitución esté "muerta".

Las razones que llevaron a la mayoría de franceses a votar contra la Constitución europea son "contradictorias", declaró, también en Bruselas el portugués José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea.

"No existe un mensaje alternativo claro a la Constitución" europea en Francia. "Algunos dicen que Europa va demasiado lejos, otros dicen que quisieran otra Europa, otros dicen: ¡Queremos más Europa, pero no esta Europa'", indicó Barroso para explicar esa contradicción.

Al destacar que nueve países de la Unión Europea ya han ratificado este tratado, sostuvo: "yo, como presidente de la Comisión, debo mirar al conjunto. Con todo respeto por Francia que es un país fundador, vamos a mirar al conjunto y también los mensajes que llegan de Alemania, que sí ratificó.

"Sería un grave error suspender el proceso de ratificación. Ahora hay que preguntar a los demás, porque Francia sólo decide por Francia, incluso aunque sea un país importante", declaró en Madrid el presidente del Parlamento europeo, Josep Borrell.

Hay que explicar mejor de qué se trata

Para el presidente del Parlamento europeo, el resultado negativo del referéndum subraya la "necesidad de explicación del tratado europeo, debemos explicar más y mejor de qué se trata. En Francia probablemente se ha empezado demasiado tarde. Europa es un tema complejo que hay que explicar todos los días y no sólo cuando se plantean cuestiones cruciales".

"Lo que hay que saludar del debate francés es que ha existido, lamentablemente se ha mezclado con otras cuestiones de orden interno", agregó.

La Presidencia de la UE, la Comisión Europea y el Parlamento europeo dieron a conocer esta noche un comunicado conjunto en el que lamentan la elección tomada "por un Estado miembro que ha sido durante 50 años el motor de la construcción" comunitaria.

En ese texto se agrega que "Europa continúa y sus instituciones están completamente operativas. Somos conscientes de las dificultades, pero tenemos confianza en que volveremos a encontrar el modo de hacer avazar a la UE".

El primer ministro holandés Jan Peter Balkenend, cuyo país votará el miércoles el texto europeo, se reconoció "decepcionado", pero consideró que estos resultados daban "una razón más a sus ciudadanos para votar 'sí'" en el referéndum del 1 de junio. Sin embargo, los sondeos pronostican que 54 por ciento de los ciudadanos está contra la Constitución europea.

En Dinamarca, otro país que someterá proximamente el texto constitucional a referéndum -el 27 de septiembre-, el primer ministro Anders Fogh Rasmussen "deploró naturalmente" el rechazo, aunque afirmó que el ejemplo de Francia "no influirá en el voto danés".

El primer ministro Tony Blair decidió no comentar el resultado en Francia antes del lunes por la mañana, indicó su oficina de prensa. "Necesitamos un periodo de reflexión", comentó por su parte el canciller británico Jack Straw, interrogado sobre la eventualidad de mantener el referéndum previsto en Gran Bretaña para 2006.

Estos resultados rinden un gran servicio a Blair, ya que el resultado francés aleja la perspectiva de un referéndum en Gran Bretaña, opinó Stefan Collignon, especialista de asuntos europeos de la London School of Economics (LSE).

La prensa británica escribe este lunes que los franceses han sembrado el "caos" en la UE con su voto. Romano Prodi, líder de la oposición italiana y ex presidente de la Comisión Europea, se declaró "extremadamente decepcionado", pero consideró que "a pesar de todo hay que continuar haciendo avanzar al proyecto europeo", insistió.

En España, que ya ratificó la constitución por referéndum, el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, consideró "el resultado en Francia no es una buena noticia, pero no es tampoco una catástrofe".

"El proceso de ratificación debe continuar", consideró a su vez un vocero del gobierno de Madrid. Zapatero telefoneó nada más conocer el resultado al presidente francés Jacques Chirac, y ambos estuvieron de acuerdo en que Europa superará "este momento crítico, como ha superado otros en su historia" y que la construcción europea debe continuar, añadió este portavoz.

En la misma línea, el canciller federal alemán Gerhard Schroeder estimó que el "no" francés al referéndum del tratado europeo es "un revés para el proceso de la Constitución, pero no su final".

El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Joschka Fischer, opinó de su lado que era "lamentable", pues ponía a Europa frente a "grandes desafíos".

Según analistas alemanes, si bien el "no" de los franceses no está dirigido al trabajo en conjunto entre París y Berlín, el motor franco-alemán de la UE se verá afectado. En Alemania, la mayoría de la población aún avala la Constitución europea, pero la ampliación de la UE encuentra cada vez más rechazo.

El presidente polaco Aleksander Kwasniewski coincidió en que estos resultados "no deberían frenar" la integración y la nueva ampliación de la UE.

En Turquía, el canciller Abdulá Gul estimó que el resultado del referéndum "no concierne" a su país, y consideró que el inicio de las negociaciones de adhesión de Turquía a la UE, previsto para octubre, no puede alterarse "por modificaciones políticas o legales de un país miembro".

La presidenta letona, Vaira Vike-Freiberga, pidió que el proceso de ratificación continúe, pero el primer ministro checo Jiri Parubek expresó su temor de que el proceso de integración se demore.

En Noruega, país que no forma parte de la UE, el canciller Jan Petersen estimó que será políticamente "peligroso" en su país abordar la cuestión europea. El 'no' francés va a debilitar" a los europeístas, estimó.

En Suecia, el primer ministro social-demócrata Goran Persson juzgó que Francia no tiene que pedir nuevas negociaciones, ya que "hay otros países implicados en el mismo proceso de ratificación".

Una voz discordante provino del jefe histórico de la extrema derecha austriaca, Joerg Haider, quien opinó que el rechazo francés de la Constitución Europea constituye "el principio de una revuelta de los ciudadanos contra la burocracia de Bruselas".

Los europeos, aseguró, están "decepcionados con los resultados económicos de sus países".

Hasta el momento, nueve Estados miembros de la UE ratificaron la Constitución: Lituania, Hungría, Eslovenia, Italia, Grecia, Eslovaquia, España, Austria y Alemania. Los restantes 15 Estados miembros deberán pronunciarse de aquí a octubre de 2006.

De todos modos, y sea cual sea el resultado en Holanda el próximo miércoles, Jean Claude Juncker anunció que los jefes de Estado y de gobierno de los 25 Estados miembros tratarán la nueva situación europea durante su próxima cumbre, prevista el 16 y 17 de junio en Bruselas.

El rechazo francés de la Carta continental provocará una pausa de reflexión para la UE, en el mejor de los casos, y en el escenario más pesimista, una revaluación de la esencia misma del bloque y la cuestión de su futura expansión, según analistas.

Para algunos, habría que seguir el proceso de consultas, y si muchos países dan el "sí", entonces "podría ser necesario volver a preguntar a los franceses", dijo Marco Incerti, del Centro de Estudios Políticos Europeos, de Bruselas.

El proyecto de Constitución prevé que "si al final del plazo de dos años a partir de la firma del tratado que establece una Constitución para Europa, cuatro quintas partes de los Estados miembros lo ratificaron y uno o varios Estados miembros encontraron dificultades para proceder a la ratificación, el Consejo europeo se ocupara de la cuestión".

En tanto, el Tratado de Niza aprobado en 2000 continuará en vigencia con sus reglamentaciones, que facilitarían bloqueos para la entrada de Turquía, Bosnia y Serbia, por ejemplo.

 
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