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APUESTA POR LO PEQUEÑO 6 de junio de 2005
España encarna un modelo exitoso de desarrollo turístico. Sólo una cuarta parte de las habitaciones disponibles pertenecen a alguna firma multinacional o a una cadena de hoteles. Una novedad es que cada vez más pequeñas y medianas empresas ganan espacio en este competido sector.

Adela Mac-Swiney González, Madrid

Para España desde hace tiempo ha quedado claro que el futuro de la hotelería no radica sólo en las grandes cadenas internacionales y, aunque existe la convicción de que éstas ofrecen al viajero "seguridad", el país ha apostado por diversificar su oferta mediante pequeños hoteles, familiares, "con encanto", que le permiten seguir posicionada como segundo lugar en la clasificación mundial, tanto por número de turistas ­después de Francia­ como por volumen de ingresos, tras Estados Unidos.

hongoAsí, en España, sólo la cuarta parte de los establecimientos, más de 15 mil, pertenecen a alguna multinacional o una gran red de hoteles. Además, el agotamiento del modelo de turismo de sol y playa, que presagia en los últimos dos años que la industria esté amenazada por la crisis, ha obligado a pequeños y medianos empresarios a innovar en una gama de servicios hoteleros cada vez más alejados de lo tradicional.

Es una realidad que acostarse en la playa y disfrutar del sol no es ya suficiente para sostener el turismo en España; además, la competencia en precios de países de la cuenca mediterránea y el estancamiento en el ingreso medio por turista han hecho surgir alternativas, generalmente mediante apoyos a pequeñas y medianas empresas, que ahora se ven como negocios con gran proyección, pero que antes resultaban poco rentables.

Como ejemplo están los destinos turísticos que ofrecen campos de golf, que generan ganancias anuales por más de 2 mil millones de euros, así como los alojamientos rurales ­casas, posadas, albergues, pequeños hoteles­ que han logrado un crecimiento de 17 por ciento al año y la recuperación de obsoletos balnearios, además de la creación de estaciones termales para rendir culto a la salud y el cuerpo.

Los llamados "hoteles independientes" que tanta aceptación tienen en este país han surgido como un fenómeno espontáneo, aunque no tan novedoso, pues las grandes cadenas hoteleras españolas, como Barceló, Sol Meliá, o muchas de las que ahora pueblan las importantes y lujosas zonas costeras, empezaron como pequeñas empresas familiares.

En España, con un parque hotelero que supera el millón de habitaciones, se mantiene la afluencia masiva de viajeros, que hacen de este país, el segundo destino del mundo. Sin embargo, el gasto medio por turista está prácticamente en los niveles de 1999; la duración de la estancia media también ha bajado (3.6 días) y otros destinos compiten ventajosamente en precio con los servicios españoles, aunque no necesariamente en calidad.

El éxito de los hoteles independientes también ha quedado demostrado en las estadísticas, pues aunque el número de turistas alojados en hoteles se redujo en España 1.1 por ciento en un año, el de los que acudieron a casas particulares creció más de 4 por ciento en un lapso similar, según datos oficiales.

Sólo en los nueve primeros meses de 2002, por ejemplo, se detectó un aumento de 15 por ciento en las viviendas particulares alquiladas, lo que indicó una clara tendencia del turismo extranjero hacia el alojamiento en la oferta que no cuenta con servicios profesionales, lo cual se mantiene y crece.

Lo que ha permitido a España ser el centro de una gran oferta en variedad de espacios de alojamiento, entre grandes y pequeños hoteles, casas rurales, albergues, balnearios, spas, hostales, entre otros, mediante inversiones independientes, por momentos parece convertirse en amenaza ante el desajuste producido entre la oferta y la demanda. Por lo pronto, para 2005 se prevé que los hoteles españoles disminuirán sus ingresos en las principales ciudades entre 10 y 29 por ciento.

Según el índice Digest, las grandes ciudades europeas reflejaron ya al cierre de 2004 incrementos en sus volúmenes de ingresos turísticos. Es el caso de Londres (12 por ciento), Dusseldorf (28) o Roma (7). Otras ciudades atraen un mayor interés de los turistas, como Budapest o Moscú y tienen aumentos en torno a 20 por ciento en la ocupación y en los ingresos.

hotelito 3 P3Además del exceso de la planta de alojamiento, existen otras diferencias entre España y el resto de ciudades europeas. En los establecimientos de Londres, París o Roma, tres cuartas partes pertenecen a cadenas internacionales, lo que significa mayor profesionalización del negocio y se recurre menos a la reducción de precios ante una contracción del mercado.

El que la mayoría de los establecimientos sea independiente favorece, para algunos, la caída de tarifas, lo que propicia menor rentabilidad y menores márgenes, aunque para otros posibilita, sin tantos recursos, ir haciendo los cambios necesarios para adaptarse a las demandas del mercado turístico.

Ante el cambio de la demanda turística, que aunque tiene todavía los destinos de sol y playa como preferencia, ya no es la principal, el gobierno y el sector del turismo se han tomado por fin en serio la necesidad de repensar el modelo turístico de España, que al año recibe 52 millones 470 mil visitantes. Asimismo, las grandes cadenas hoteleras concentran ya 75 por ciento de su negocio fuera de España e invierten hasta 10 veces más en otros países.

Dentro de la agenda de la Comisión Europea, el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) es relevante y se considera parte de la satisfacción de vivienda vacacional en un orden de 150 mil unidades. El significado de las Pymes en la economía del área se muestra en recientes estadísticas de la Comisión Europea, según las cuales representan dos terceras partes del empleo en Europa y en el ámbito turístico son el motor para satisfacer la demanda cada vez más especializada del sector.

Para la Comisión, el desarrollo del turismo en Europa contribuye a la progresiva consolidación de la Unión, al acercar regiones y países, con su gran variedad de culturas, lenguas, tradiciones y sistemas. El desarrollo turístico, además, representa la clave en la estrategia sobre el empleo y los rápidos cambios en los perfiles y las preferencias de los turistas que afectan la estructura y organización de las empresas, así como la aplicación de las tecnologías de la información y la comunicación, por lo que no se dejará de asesorar a las Pymes que quieran incursionar en este sector §


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