Para Fox, “la mayoría”
de los casos han sido resueltos
El gobierno sabe quiénes son
los asesinos: Washington Valdes
* Presentó su libro Cosecha de mujeres, safari
en el desierto mexicano
El
mismo día (mayo 30) que el presidente Vicente Fox aseveró
que la mayoría de los homicidios contra mujeres cometidos en
Ciudad Juárez “están resueltos, y los responsables
están en la cárcel”, y minimizó la situación
de violencia que se vive por el continuado feminicidio señalando
que “los medios refritean sin información los mismos casos”,
el procurador de general de la República, Daniel Cabeza de Vaca,
designó a Mireille Rocatti como nueva fiscal especial para investigar
los crímenes que se cometen en esa ciudad fronteriza.
Los homicidios, atajó el presidente de la Comisión Nacional
de Derechos Humanos, José Luis Soberanes, “no están
resueltos, los responsables no están en la cárcel y no
se ha hecho justicia”. Lo mismo había afirmado un par de
semanas antes la periodista Diana Washington Valdez al presentar su
libro Cosecha de mujeres, safari en el desierto mexicano -editado por
Oceano- producto del acucioso seguimiento que le ha dado a esa tragedia
la reportera de El Paso Times.
“Lo peor o lo más relevante es que el gobierno mexicano
ya sabe quiénes son los asesinos, ha habido por lo menos tres
investigaciones de los agentes federales: en 1996, 1999, finales de
2001 y todas esas investigaciones identificaron plenamente a los involucrados,
los protegidos, los poderosos” advirtió la periodista,
en la presentación en la Ciudad de México de su trabajo
periodístico sobre el feminicidio en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Washington, quien por el seguimiento que ha hecho de los asesinatos
de mujeres en esa ciudad fronteriza ha sido varias veces amenazada,
mencionó que esos crímenes constituyen una “jornada
de poder” y le llama así porque hay intereses económicos
involucrados en esto. “Eso explica mucho los sacrificios de estas
mujeres jóvenes que han sido violadas, mutiladas, asesinadas,
arrojadas como basura.“Todo sigue igual en Ciudad Juárez
a pesar de que el gobierno ha enviado a elementos del Ejército,
de la Policía Federal, para patrullar las calles de Ciudad Juárez,
nada ha cambiado”, dijo. Comentó que a los periodistas
que le preguntaron durante la semana que estuvo en el DF, ¿qué
falta por hacer? les contestó “solamente la autoridad máxima
de este país podría intervenir de manera verdadera, el
mismo presidente Fox. Ya se han agotado todas las instancias menores,
todas, federales, del fuero común, comisiones, nombramientos,
ya se ha hecho todo para hacer nada…”
Diana Washington afirmó que ya son varias las líneas de
investigación de los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez
que han quedado claras, “no son teorías, ya se han descartado
las teorías como tráfico de órganos... lo que queda
es lo siguiente: dos asesinos en serie por lo menos, que todavía
andan sueltos, narcotraficantes de bajo nivel que han asesinado a mujeres
violentamente, dos pandillas extremadamente violentas que han asesinado
como una iniciación y un ritual para sus nuevos miembros, un
grupo de hombres poderosos que han asesinado impunemente y los imitadores
que han estado aprovechándose de todo esto para ocultar sus crímenes”.
Una iniciación y un ritual. Washington en su libro se refiere
a los rituales de iniciación en el capítulo “El
cartel de los policías”. Recuerda el caso de los agentes
federales implicados en numerosas violaciones a mujeres ocurridas en
la Ciudad de México a finales de la década de los ochenta.
Los oficiales formaban parte de la escolta del entonces subprocurador
general de la República, Javier Coello Trejo, incluso dos eran
sus familiares.
Cita la autora: “algunos expertos consideran que las violaciones
en pandilla representan una especie de rito de iniciación para
fraternidades de policías que colaboran con las actividades del
crimen organizado, como el contrabando de drogas y armamento, así
como tráfico de mujeres y de niños. Un oficial ya retirado
de inteligencia militar quien analizó los reportes de asesinatos
en la frontera México-Estados Unidos ha confirmado la existencia
de redes de policías mexicanos que se valían de las violaciones
y otras formas de violencia para la iniciación de nuevos miembros
de esas fraternidades”.
Menciona, entre otras cosas, la relación entre ex policías
torturadores que pertenecieron a la Brigada Blanca, que estuvo a cargo
de Miguel Nazar Haro, con los cárteles de la droga en Chihuahua
y las sospechas de que también han estado implicados en los asesinatos
contra mujeres en Juárez.
En Chihuahua, dice, “se evadió procesar judicialmente a
aquellos investigadores policiacos que pasaron por alto las investigaciones
de los crímenes contra mujeres. Pese a su influencia, estos hombres
fueron incapaces o no tuvieron la voluntad de ejercer la fuerza de la
justicia para salvar vidas. Uno de ellos era el exprocurador general
de Justicia estatal, Francisco Molina Ruiz…”. Este ejerció
su cargo durante la administración del gobernador Francisco Barrio.
“Molina era procurador general de justicia de Chihuahua cuando
la serie de crímenes contra mujeres y el cartel de Carrillo Fuentes
prácticamente se apoderaron de Ciudad Juárez”…
luego de que Vicente Fox “nombrara a Barrio como su zar anticorrupción,
éste contrató a Molina como se jefe de seguridad en México…”,
relata Washington.
En el libro se tocan los hilos del combate a la subversión, al
narcotrafico, la intervención del FBI en las investigaciones
de las narcofosas en Juárez, la relación de la CIA (Agencia
Central de Inteligencia de Estados Unidos) con los capos de la droga
como en el caso el entrenamiento de los contras de Nicaragua en un rancho
del capo Rafael Caro Quintero, los enlaces de complicidad de los represores
de la guerra sucia de los setenta, policías corruptos, el narco
y los feminicidios en Juárez, la “colombianización”
de México. Se habla también de prominentes familias ligadas
a todo esto.
El libro Cosecha de mujeres, safari en el desierto mexicano, publicado
por editorial Océano, incluye una lista de las víctimas,
compilada por la propia Washington, quien advirtió que la misma
“es conservadora, es de 440, por lo menos 160 son asesinatos sistemáticos,
incluso de 42 de esas víctimas han encontrado restos, no se sabe
quiénes son. El libro contiene un mapa donde marcamos lugares
donde se han desatado este tipo de crímenes que aparentemente
algunas de las víctimas no tienen ninguna relación con
los asesinos y son asesinadas de manera brutal y esos lugares lo que
tienen en común es que son las rutas establecidas del crimen
organizado para traficar drogas, traficar personas, traficar armas...”.
La autora insistió varias veces, ante las preguntas de los reporteros
sobre nuevas líneas de investigación derivadas de su libro,
que “las autoridades tienen nombres y apellidos por sus propias
investigaciones” y sobre las afirmaciones del gobierno de Chihuahua
de que el 70 por ciento de los casos de mujeres asesinadas en Juárez
ya están resueltos contestó: “No es cierto, cuando
dan cifras hay que pedirles por nombre, cuáles son los casos
resueltos y al igual que las desaparecidas, que también den una
lista”.
Revuelo en mayo por más asesinatos
Las ejecuciones de dos menores de edad: Airis Estrella Pando y Anahí
Orozco, de 7 y 10 años, respectivamente, ocurridas el mes pasado,
revivieron los reclamos de justicia de madres de las víctimas,
legisladoras y defensaoras/es de derechos humanos. Estrella Pando fue
reportada como desaparecida el 2 de mayo y 13 días después
fue encontrada sin vida y con huellas de violación. "Unos
niños observaron cuando un hombre robusto le ofreció a
la niña desde su automóvil una muñeca Barbie y
cuando la niña se acercó, la subió y se la llevó.
A pesar de este testimonio y de la denuncia de los padres, la licenciada
Cony Velarde, Fiscal Especial, se negó a levantar la averiguación
previa por el delito que resultare y únicamente aceptó
levantar un reporte de desaparición, por considerar que los testimonios
de los niños no eran válidos", señaló
un informe de la Comisión Especial de la Cámara de Diputados.
En lo que va del año, informó la diputada Marcela Lagarde,
se han registrado 26 asesinatos en contra de mujeres, 22 de ellos perpetrados
en Ciudad Juárez, el blanco de cuatro de ellos han sido niñas.
"Es lamentable -dijo- que esté bajando el rango de edad
de las víctimas de la violencia feminicida".
Las comisiones del Senado y la Cámara de Diputados, que dan seguimiento
a estos casos, solicitaron una reunión de trabajo con el presidente
Vicente Fox, con el secretario de Gobernación, Santiago Creel
-que abandonó su cargo para lanzar su campaña a la presidencia
de la República- y con el Procurador General de la República,
Daniel Francisco Cabeza de Vaca, pues es "gravísima"
la situación de crisis que se vive en Juárez "Que
nos den respuesta de las acciones concretas, pero que también
respondan el por qué de la ineficiencia de los mecanismos para
evitar la violencia contra las mujeres... que informen sobre los resultados
del programa de 40 acciones", exigieron legisladoras.
Asimismo, mediante un punto de acuerdo, demandaron a las autoridades
chihuahunses investigar "seria y profesionalmente" el asesinato
de Adriana González Gutiérrez, ocurrido también
el mes pasado y la desaparición de la maestra Edith Aranda Longoria
de 22 años de edad, desaparecida el 3 de mayo.
El documento exige también a Vicente Fox, cumpla con los compromisos
y responsabilidades que adquirió el 1º de septiembre del
2003, cuando prometió establecer políticas oportunas y
eficaces para prevenir, investigar, sancionar y erradicar la violencia
contra las niñas y las mujeres en todo el país, particularmente
en esa ciudad fronteriza donde siguen siendo noticia los actos misóginos.
La secretaria de la comisión contra los feminicidos de la Cámara,
Lilia Aragón, lamentó que esas muertes no sean prioridad
para el gobierno panista de Vicente Fox y preguntó: "cómo
es posible que la ciudadanía no se vuelque a las calles para
protestar porque se está cercenando el futuro de las mujeres".
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