Usted está aquí: martes 7 de junio de 2005 Mundo Renuncia Carlos Mesa; "no seré un obstáculo para Bolivia", señala

Permanecerá en el cargo hasta que el Congreso decida sobre su sucesor

Renuncia Carlos Mesa; "no seré un obstáculo para Bolivia", señala

El palacio de gobierno, evacuado ante el frágil cerco policiaco para contener a manifestantes

Previo a la dimisión Evo Morales exige que el titular de la SCJ sustituya al mandatario

AFP Y DPA

Ampliar la imagen Miles de manifestantes se congregaron ayer en la plaza San Francisco, en La Paz, para exigir la nacionalizaci�e los hidrocarburos horas antes del anuncio de la renuncia del presidente Carlos Mesa, otra de las demandas de la poblaci�OTO Reuters

La Paz, 6 de junio. El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, presentó esta noche su renuncia tras una ola de protestas sociales en demanda de la nacionalización del petróleo y reclamos regionales de autonomía. "Creo que mi responsabilidad es decir hasta aquí puedo llegar, es por ello que mi decisión es presentar mi renuncia al cargo de presidente de la República", manifestó visiblemente consternado, pero aclaró que continuará en el cargo hasta que el Congreso adopte una decisión sobre quién ocupará el Ejecutivo.

En un mensaje radiotelevisado, Mesa dijo que ponía a disposición su cargo, "para que no me convierta en un obstáculo, en un factor de tropiezo", a fin de que Bolivia "pueda destrabar esta situación". No mencionó, como tampoco lo hizo el pasado 7 de marzo cuando presentó por primera vez su dimisión, si su renuncia tiene carácter irrevocable.

"Sigo siendo presidente hasta que el Congreso adopte una decisión, y quiero que sepan que no estoy dejando mi responsabilidad", declaró Mesa, quien asumió la presidencia hace casi 20 meses tras suceder el 17 de octubre de 2003 a su derrocado antecesor Gonzalo Sánchez de Lozada, quien también renunció tras una violenta agitación social.

Mesa tomó la decisión de dimitir tras entrevistarse con el alto mando militar y encabezar su última reunión con el gabinete de ministros, y agradeció a su equipo y en especial a las fuerzas armadas que, sostuvo, "han demostrado que es posible actuar con temple".

Al referirse a la ola de protestas en demanda de la nacionalización de los hidrocarburos y una Asamblea Constituyente, Mesa hizo "el llamado más vehemente a mis compatriotas que tienen actitudes violentas e intolerantes, a que dejen esas acciones".

En su primera reacción al anuncio de Mesa, el líder del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, quien horas antes había exigido la dimisión del mandatario, se pronunció por una salida democrática, y advirtió que mientras no haya igualdad y equidad, en el país continuará la "confrontación entre ricos y pobres".

El diputado opositor Edgar Segarra dijo que la renuncia de Mesa no soluciona "los problemas de fondo" de Bolivia y su probable sucesión por el presidente del Congreso, Hormando Vaca Diez, podría llevar al país a "una guerra civil". Anticipó que se está convocando para este martes "a un paro indefinido en La Paz por parte de los transportistas y la población".

Mesa, periodista e historiador de 51 años que asumió la presidencia al ser vicepresidente de Sánchez de Lozada, presentó también su renuncia sin carácter irrevocable el pasado 7 de marzo, que el Congreso rechazó un día después. En esa ocasión, Mesa adujo que "el país estaba llegando a un punto muerto" para resolver sus problemas, y vivía una "espiral de violencia" estimulada por "sectores radicales" que creen que la única forma de lograr sus objetivos es bloqueando el país.

Desde marzo hasta este lunes la situación no cambió. Casi al borde las lágrimas se despidió del poder ofreciendo disculpas "a la patria si no he sido capaz de conducirla adecuadamente".

El dimitente mandatario ocupará su investidura hasta que el Congreso, convocado inicialmente para este martes, elija a su sucesor, según mandato de la Constitución.

Previo al anuncio, el ministro de la Presidencia, José Galindo, admitió que Bolivia se encontraba en "una situación límite" y sostuvo si las movilizaciones sociales continúan "es muy difícil que el presidente y el gobierno puedan continuar en ejercicio", cuando las manifestaciones callejeras se intensificaron a tal punto que el personal del presidencial Palacio Quemado fue evacuado esta tarde debido a la intensidad de las protestas.

Sin embargo, Galindo desestimó la renuncia de Mesa y que se vaya a declarar el estado de sitio, pues "no ha funcionado en el pasado y no veo cómo pueda funcionar" ahora.

Las declaraciones de Galindo se dan después que Mesa retornó a su despacho tres horas después de haberlo evacuado, cuando un grupo de manifestantes intentó quebrar la barrera policial que protege al palacio de gobierno.

Fue en ese contexto en que por primera vez Evo Morales, líder del MAS, primera fuerza de oposición, exigió la renuncia del presidente Carlos Mesa. "Debe dar un paso al costado y de esta manera facilitar una salida política y constitucional", dijo, tras reunirse con representantes de la Iglesia católica.

Tras esa renuncia, agregó, debe seguir la de los titulares de las cámaras de Senadores y Diputados -primero y segundo en la línea de sucesión constitucional- a fin de que el presidente de la Suprema Corte de Justicia de Bolivia, Eduardo Rodríguez, asuma el cargo de presidente y "convoque a elecciones", según los pasos que contempla la Constitución para esta convocatoria.

El adelanto de elecciones fue uno de los puntos centrales de las conversaciones que sostuvieron el domingo Mesa, los titulares del Congreso y de la Suprema Corte con la Iglesia.

Morales dijo además que le entregó a Edmundo Abastoflor, representante de la Conferencia Episcopal, las propuestas del MAS sobre ocupación física "por decreto" de los campos petroleros del país, pues es "la única forma en este momento de resolver el clamor del pueblo boliviano de recuperar la totalidad de los hidrocarburos".

Otro decreto, propuso, debería llamar a la conformación de "un consejo nacional para la Asamblea Constituyente y las autonomías (regionales, donde) debatan los pueblos, las fuerzas sociales, que es la mejor forma de salir" de la crisis.

El líder cocalero radicalizó así su discurso, pues hasta hace unos días postulaba 50 por ciento de regalías a la producción petrolera, contra 18 por ciento que entregan actualmente las trasnacionales instaladas en el país.

La Paz fue escenario este lunes de manifestaciones de casi cien mil personas, principalmente campesinos e indígenas, contenidas a duras penas por la policía, que se extendieron incluso a la exclusiva zona sur de la ciudad.

Caos en importantes ciudades

Las principales ciudades bolivianas amanecieron convulsionadas por multitudinarias manifestaciones y 78 bloqueos carreteros en todo el país, en demanda de la nacionalización de los hidrocarburos.

El tránsito hacia la frontera con Chile y Perú, al igual que algunos puntos de carreteras a Argentina y Paraguay, están bloqueados, mientras campesinos ocuparon el ramal de un oleoducto, lo que obligó a la suspensión del bombeo de petróleo a Chile.

La independiente Asamblea de los Derechos Humanos advirtió sobre un eventual "enfrentamiento fraticida", luego que las expresiones de racismo encontraron su pico más alto la semana pasada, cuando un grupo de jóvenes de la rica ciudad de Santa Cruz, donde grupos empresariales impulsan la autonomía, atacaron una manifestación de indígenas quechuas y aymaras.

 
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