Trabajadores de Rubie's protestan frente a la juguetera para exigir su reinstalación

Mattel se deslinda de la maquiladora de vestidos para Barbies en conflicto laboral

Explotación de mano de obra infantil, despidos masivos y hostigamiento, denuncian obreros

El único vínculo es la licencia para utilizar la marca, dice vocero de la trasnacional

FABIOLA MARTINEZ

Decenas de obreras y obreros de la planta Rubie's -maquiladora de vestidos para la marca de muñecas Barbie- exigieron la reinstalación en su empleo y respeto a la libertad sindical para elegir a sus representantes, sin temor a ser despedidos.

Los trabajadores realizaron un plantón frente a las oficinas centrales de Mattel, ubicadas al sur del Distrito Federal, y posteriormente fueron recibidos por el vocero en México de esa compañía, Fernando González, quien aseveró que el único vínculo que mantienen con Rubie's es una licencia para que ésta utilice la marca Barbie. De esa forma, Mattel se deslindó de cualquier responsabilidad en las presuntas violaciones a la legislación laboral cometidos en la planta ubicada en Tepeji del Río, Hidalgo.

El caso de Rubie's resulta peculiar no sólo porque se ha denunciado la sobrexplotación de mano de obra infantil (adolescentes de entre 13 y 15 años), sino por el despido masivo de personal, en abril pasado, en medio de un conflicto entre la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) por la titularidad del contrato colectivo de un centenar de trabajadores de la industria textil.

Mattel, por medio de su vocero, dejó entrever que ante las denuncias de las irregularidades referidas, en especial por la violación a la Ley Federal del Trabajo, podría suspender la licencia a Rubie's una vez que concluya la auditoría correspondiente, ordenada por la trasnacional, con base en lo estipulado en los Principios Globales de Manufactura, una suerte de código de ética de esta importante productora de juguetes en más de 140 países.

"Mattel instó a Rubie's a corregir cualquier situación que pudiera representar alguna irregularidad para el personal que trabaja en su planta de Tepeji del Río... Mattel se reserva el derecho de hacer cualquier anuncio futuro en relación con el contrato de licencia de Rubie's", señaló González.

Los obreros escucharon también al representante de Rubie's, Rafael Sánchez Navarro. El abogado, quien se presentó como asesor externo de esa empresa, aseveró que "el conflicto ha sido resuelto y seguiremos las recomendaciones emanadas de las inspecciones de los gobiernos estatal y federal". Incluso, agregó, "se ha llegado a un acuerdo con su sindicato".

Esta última frase provocó el enojo de los obreros, despedidos hace siete semanas, quienes impidieron a Sánchez Navarro abandonar el auditorio donde se realizó la reunión y le espetaron: "¡mentira, mentira! En esa fábrica sigue habiendo trabajo infantil y cuando van los inspectores los esconden; además, no hay respeto por ninguno de nuestros derechos".

Lo cierto, precisó Salim Kalkach Navarro, secretario general de la Federación de Trabajadores Vanguardia Obrera, afiliado a la CROC, es que ante la presión generada por la falta de empleo, "algunos" ya aceptaron su liquidación.

El dirigente sindical pidió a Mattel que obligue a su licenciatario Rubie's a cumplir con el código de conducta referido y, sobre todo, se establezca un proceso de monitoreo independiente para asegurar que las fábricas de Mattel y sus licenciatarios cumplan con la legislación en la materia, luego de documentar -con base en recibos de nómina y actas de nacimiento de menores- el uso de mano de obra en condiciones ilegales.

Kalkach precisó que interpondrán amparo en contra de la resolución de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, tribunal que otorgó la titularidad del contrato a un sindicato cetemista, del gremio encabezado por Adolfo Gott Trujillo, por cierto representante del sector obrero ante la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos.

Al final los 63 despedidos en abril pasado -de una plantilla de 85- continúan en medio de la pugna entre la CTM y la CROC y deberán enfrentar además el tajante deslinde de Mattel respecto de cualquier responsabilidad en el conflicto.

Así, el viaje a la ciudad de México les sirvió apenas para desahogarse. "¡Escúchennos, den la cara, no a la explotación!", repetían, además de recibir escuetas promesas del representante de la empresa de "seguir las recomendaciones", resultado de las inspecciones del gobierno.