Usted está aquí: jueves 9 de junio de 2005 Política A casi 11 años del asesinato, aún se desconoce el móvil del crimen

El político priísta fue abatido en septiembre de 1994

A casi 11 años del asesinato, aún se desconoce el móvil del crimen

ALFREDO MENDEZ ORTIZ / I

En momentos en que puede ser favorecido con un amparo que le garantizaría su libertad en cuestión de días, Raúl Salinas de Gortari cumplió 10 años, tres meses y siete días en prisión, acusado de ser uno de los autores intelectuales del homicidio de quien fuera su cuñado, el político priísta José Francisco Ruiz Massieu, asesinado el 28 de septiembre de 1994.

Desde entonces se desconoce el verdadero móvil del crimen. La versión oficial de la Procuraduría General de la República (PGR) acerca de que Ruiz Massieu fue eliminado por ser "un estorbo" para el "proyecto político salinista", y que fue la "estrecha amistad" de Raúl Salinas y el desaparecido diputado tamaulipeco Manuel Muñoz Rocha la que permitió al primero instigar al segundo con la finalidad de ultimar al ex líder priísta, se ha ido desvaneciendo ante los tribunales del país que han conocido del caso.

La historia del asesinato del ex secretario general del PRI, que conmocionó al país en septiembre de 1994, fue precedido por las ejecuciones del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo y del también priísta y candidato presidencial Luis Donaldo Colosio Murrieta, y provocó inestabilidad política y económica durante los primeros años del sexenio zedillista; involucró a diversos actores políticos, "videntes" y testigos pagados e inducidos, además de generar hipótesis de diversa índole, una de las cuales fue la presencia y acción del narcotráfico.

Una vez que el ex presidente Carlos Salinas de Gortari entregó la estafeta a su sucesor, Ernesto Zedillo, a finales de 1994, la PGR -ya a cargo del panista Antonio Lozano Gracia y del fiscal especial Pablo Chapa Bezanilla como encargado de las pesquisas- reforzó las investigaciones contra varios actores políticos.

De hecho, recibieron trato de sospechosos desde el ex presidente Carlos Salinas hasta un campesino del ejido de Corralejo de Matamoros, pasando por el entonces jefe del cártel del Golfo, Juan García Abrego, la sirvienta y la amante de Raúl Salinas.

La actuación de la PGR en los casos de Colosio y Ruiz Massieu, así como el llamado "error de diciembre" y la consecuente devaluación del peso mexicano, generaron a principios de 1995 la ruptura entre Zedillo y Carlos Salinas.

Así continuaron en cadena diversos hechos, que algunos sectores políticos calificaron como un "enjuiciamiento político" contra el ex presidente Salinas.

El primero en sufrir las consecuencias del rompimiento fue el hermano mayor del ex mandatario. El 28 de febrero de 1995, Raúl Salinas fue detenido por policías judiciales federales cuando se encontraba en casa de su hermana, ubicada en la colonia Las Aguilas del Distrito Federal.

El 2 de marzo de ese año, Carlos Salinas dio a conocer una noticia insólita: había decidido iniciar un "ayuno permanente" en protesta por las acciones emprendidas en su contra, presumiblemente por órdenes de Zedillo.

En los últimos días del sexenio salinista, si bien la PGR hacía referencia a un "complot" para asesinar a Ruiz Massieu, la hipótesis central señalaba al diputado federal Manuel Muñoz Rocha como el autor intelectual del homicidio.

"Los demonios andan sueltos"

A las 9:32 horas del 28 de septiembre de 1994, en la calle La Fragua, José Francisco Ruiz Massieu, quien se preparaba para coordinar a los legisladores de su partido en la Cámara de Diputados, fue asesinado por Daniel Aguilar Treviño, quien casi a quemarropa le disparó con una ametralladora tipo miniUzi, calibre 9 milímetros. Una sola bala en la cabeza del legislador fue suficiente para provocarle la muerte, según relatan las crónicas periodísticas sobre el homicidio.

Ese mismo día comenzaron los vericuetos de la indagatoria. Carlos Salinas avaló que el subprocurador Mario Ruiz Massieu se hiciera cargo de las pesquisas, a pesar de que el Código Penal Federal y la Ley Orgánica de la PGR prohíben que el fiscal o el agente del Ministerio Público responsable de una averiguación previa sea familiar o tenga lazos de amistad con la víctima u ofendido.

En sus primeras declaraciones a los medios de comunicación, y después de que ya estaba detenido el autor material del crimen y algunos de sus presuntos cómplices, el fiscal expresó una frase que pasó a la historia: "los demonios andan sueltos". Quizás se refería a que aún estaban en libertad los autores intelectuales.

La decisión presidencial provocó diversas reacciones en el entorno político y judicial del país. Mientras hubo quienes consideraron que la presencia del hermano del político asesinado agilizaría la investigación, otros reprobaron esa idea y pusieron como ejemplo el caso del homicidio de Colosio.

Casi un año después de que Mario Ruiz Massieu fue nombrado por Carlos Salinas responsable de la investigación del homicidio de su hermano, el ex subprocurador fue aprehendido y arraigado en Estados Unidos, a petición del gobierno mexicano, que lo reclamaba en extradición para juzgarlo por encubrir al asesino de su hermano (Raúl Salinas); recibir dinero del narcotráfico; torturar a presuntos culpables y manipular sus testimonios, así como desviar recursos de la PGR.

Sin embargo, nunca pudo ser extraditado a México, porque antes de que concluyera el juicio ante tribunales estadunidenses se suicidó en el domicilio que tenía en el vecino país.

Mario Ruiz Massieu, al parecer, logró desviar las investigaciones sobre la muerte de su hermano. Las "razones o presiones" para haber actuado así se las llevó a la tumba.

 
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