Usted está aquí: jueves 9 de junio de 2005 Cultura México, entre el fracaso político y una gran vitalidad

ENTREVISTA / ALAIN TOURAINE SOCIOLOGO

México, entre el fracaso político y una gran vitalidad

En el mundo impera la incapacidad de actuar y pensar, deplora

Arriba el país está muerto, en medio las instituciones están mal y abajo los jóvenes, por ejemplo, hacen cosas increíbles en lo material e intelectual, como trabajar con los indígenas y otros sectores marginados

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

En la mayor parte del mundo lo que impera es la incapacidad de pensar, actuar, prever y hacer proyectos para el porvenir. No hay capacidad de acción colectiva, expresa el sociólogo francés Alain Touraine, quien subraya el fracaso de la reforma política en México, aspecto que lo hace ''un país muerto, paralizado", dice en entrevista con La Jornada.

''En América Latina y Europa no pasa nada. Se han agotado los modelos, los actores, las ideas. No hay voluntad, no hay pensamiento. Es un mundo que no se piensa e inclusive en este continente no veo grandes corrientes de pensamiento.

''No lo digo de manera extrema o dramática, pero sí pienso que en este momento, y por razones higiénicas, es mejor ser pesimista", dice el sociólogo, uno de los autores de libros más importantes acerca de los cambios sociales a escala mundial.

Enojo de los jóvenes

El caso de México es un poco más extremo o complejo, añade y hace un desglose piramidal de la situación en el país: ''lo que me llama la atención es que arriba se encuentra la reforma política fracasada, un sistema bloqueado, no hay mayoría-minoría: ahí es un país muerto, paralizado.

''En el nivel intermedio están las instituciones pero casi todo anda mal, no se hace nada porque el sistema político no lo permite, pero abajo hay una vitalidad extraordinaria. En este nivel México es el más vital del mundo. Los estudiantes, los jóvenes hacen cosas increíbles intelectual y materialmente: van con indígenas, con pobres, inventan cosas. Eso ocurre un poco en Estados Unidos, donde también hay una gran vitalidad gracias a Bush porque los jóvenes están enojados. No diría lo mismo de Europa donde están bastante muertos, silenciosos".

No creo en el mundo, dice el autor de ¿Qué es la democracia? y Un nuevo paradigma para comprender al mundo de hoy, libro publicado este año en Francia, "en estos últimos días tengo la impresión más y más fuerte de que vivimos una serie de procesos regresivos.

''En Europa, las Américas, en el norte y el sureste, hemos vivido con un modelo que le daba prioridad a la sociedad, a conflictos internos muy fuertes, a una gran concentración de poder y de una capacidad de respuesta, de reformas, de evoluciones. Ahora tengo la impresión contraria y de que la realidad es otra."

Como ejemplo de esa nueva realidad está el narcotráfico, el contrabando o la corrupción y eso "hace 20 años no me pasó por la mente. Estaba interesado en movimientos campesinos, en el sistema político y escribir un capítulo sobre narcotráfico no tenía ningún interés, pero en el momento actual es diferente".

Otro ejemplo es el trabajo, tema central de su labor académica durante años, y la migración. El hecho de que hay migraciones enormes significa que poblaciones enteras viven de las remesas, lo que puede ser positivo:

"España se desarrolla con esos recursos, aquí no, en Portugal tampoco: se construye una casa y se abre un pequeño negocio, pero nada de desarrollo económico. Hay un millón de dominicanos en Nueva York, hay mucha plata, pero desarrollo económico no hay. Hay crecimiento, pero no hay desarrollo económico."

Lenguaje del poder

Al mismo tiempo, declara, hay un número creciente de gente que no tiene estatus, son clandestinos, sin importar que sean de México o de Africa del norte.

''Otro aspecto muy importante para mí, ya que estuve muchos años interesado en el tema del trabajo, es la precariedad, hablar de clase ahora es hablar de nada, no existe más".

Asimismo, agrega, la noción de orden empresarial, la empresa, el empresario, está desapareciendo, lo que manda son las finanzas, personas que se interesan en la plata, no en la producción.

Para Touraine hay una tendencia fuerte a la desaparición de lo que fue el mundo de ayer. "Tengo más y más la idea de que si este modelo occidental, social está desapareciendo, empuja hacia una serie de otros modelos y más que nada modelos estatales, totalitarios; es un poder absoluto, es una explotación de clase masiva de la población y todo eso en una sola cosa: el viejo concepto económico vuelve a ser útil. Se trata de un lenguaje no económico, no de clase, no social, sino del poder".

En cuanto al pensamiento, el balance que hace Touraine de los últimos decenios es que básicamente se acabó el modelo marxista y fue reemplazado por un modelo mucho más negativo. En el primero hay espacio para luchas, en el nuevo no se puede hacer nada. Estamos totalmente dominados, manipulados; es un tipo de terrorismo intelectual y tiene que acabarse porque indica que no pasa nada, no puede pasar nada y llega un día en el que las sociedades están fuera de la realidad.

¿Qué queda?, se pregunta, "no digo que no queda nada porque hay gente que sigue trabajando, pero incluso la gente con más influencia se encuentra aislada porque hay una discontinuidad entre las ideologías. Eso es lo que llamo este proceso regresivo".

Ausencia de clases dirigentes

La alternativa son los movimientos desde abajo "porque desde arriba se va creando un mundo mediático, económico. El problema es que no hay clases dirigentes. Está el mundo de las finanzas, globalizado, pero está desvinculado; se parece a la nube de Chernobil: está encima de todo y ahí cada iniciativa aumenta esta desvinculación.

''Por ejemplo en China hay una vida de protesta a nivel de barrios, todos los días hay huelgas, pero cuando llegan al siguiente nivel son controlados.

"En muchos casos existe una fuerza, una energía de cambio, no en Europa, no en Brasil, pero en México sí.

''Yo soy demasiado europeo del siglo XIX porque soy de 'el pueblo y los intelectuales', que era el sueño de antes", señala Touraine, el fundador del Centro de Análisis e Intervención Sociológicos y autor, entre otros, de Actores sociales y sistemas políticos en América Latina, Crítica de la Modernidad, ¿Podremos vivir juntos?: iguales y diferentes, ¿Cómo salir del liberalismo? y Un debate sobre la laicidad, co-escrito con Alain Renaut y publicado de manera reciente. Los pasados tres años los ha dedicado al estudio sobre la problemática de mujeres.

''Mientras tanto creo en ideas y en esperanzas y en movilizaciones. Hay que crear ideas, hay que apoyar iniciativas, hay que crear sueños y actuar".

 
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