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COSTOS DE LA IMPROVISACION 13 de junio de 2005
Un rostro oculto del auge inmobiliario en el país es la falta de profesionalismo de los empleados de las empresas que tratan con los consumidores. La falta de capacitación y la poca claridad en la información que ofrecen suelen resultar onerosas para los compradores.
PAGINA DEL CONSUMIDOR sobrecito [email protected]
Ricardo Blanco Velázquez

p-casas-texcoco 8Por doquier menudean anuncios en los que empresas inmobiliarias promueven sus "desarrollos" habitacionales. Como mucha de la publicidad, los ofrecimientos de estas compañías pueden volverse un dolor de cabeza para el consumidor. El crecimiento que registra el mercado de vivienda ­impulsado por planes específicos de los gobiernos federal y estatales, así como del resurgimiento del crédito hipotecario de la banca comercial­ se ha encontrado con el dique de la falta de profesionalismo de la mayoría de empleados de las firmas desarrolladoras de complejos de viviendas.

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) recibe 27 quejas diarias, unas siete mil 900 al año, contra constructoras e inmobiliarias. Datos del sector revelan que casi la mitad de las operaciones de compra-venta de inmuebles en el país son concretadas por personal improvisado, que deja cabos sueltos en el proceso y complica su conclusión. Ello genera dificultades inmediatas al consumidor, causa un vacío en la seguridad jurídica de la propiedad que se adquiere.

Empresas constructoras con mayor número de quejas en Profeco

Construcciones Asociados ABC
Grupo Inmobiliario Casto
Premezclados Industriales
Kaza Arknos Construcciones
Consorcio de Ingeniería Industrial
Constructora y Edificadora Michoacán
Casas Beta del Centro
Fuente: Profeco

El primer acto del enredo suele iniciarse con caras amables y sonrisas del vendedor de un departamento o casa en cualquier desarrollo habitacional. Se trata de empleados por comisión de las empresas inmobiliarias, que a su vez son contratados por las constructoras.

El primer contacto de los consumidores que desean comprar una vivienda es, pues, con personal generalmente poco calificado, que ofrece información imprecisa; por ejemplo, en lo referido al costo y formas del proceso de obtención del crédito y el pago al notario por escrituración. Estas fallas, que se acumulan durante la transacción, encarecen el costo total de los trámites y comisiones que debe pagar el consumidor. Como es de esperarse, constructoras e inmobiliarias no se responsabilizan por las fallas de sus comisionistas.

Carlos Arce, titular de la Profeco, informó que esa dependencia recibió de 2002 a la fecha 24 mil 584 quejas de compradores contra las inmobiliarias. En el último año, precisó, fueron siete mil 900. Este número ubica a estas compañías en el tercer sitio general en reclamaciones ante la Profeco, detrás de la Comisión Federal de Electricidad (16 mil 17 anuales) y Teléfonos de México (15 mil 85).

Los puntos en que debe poner especial atención el consumidor al involucrarse con empresas inmobiliarias son: recibir información puntual, detallada y suficiente sobre los pagos asociados a la compra de un inmueble ­como gastos notariales, inventario de acabados y condiciones sobre cajón de estacionamiento­, fecha de entrega, dado que en muchos casos el comprador vive en un departamento rentado y está sujeto a los términos del contrato de arrendamiento. La Profeco ha detectado casos en que la propiedad adquirida es entregada hasta con más de un año de retraso. Así que hay que revisar claramente los compromisos que ofrece el vendedor.

Mas información en:

www.ampinacional.com.mx

Dirección General de Contratos y Registro de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).

La ilegalidad ya encontró un terreno fértil para hacerse dinero fácil, pero difícil de rastrear, comenta Galo Blanco, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), quien mencionó que su organización tiene unos 20 mil agremiados en todo el país y denunció que poco más de la mitad de las operaciones inmobiliarias son negociadas por personal no calificado y mediante contratos incompletos que dejan desprotegidas las inversiones de las familias.

"La improvisación y la falta de conocimientos de vendedores inmobiliarios está generando graves dificultades para garantizar la legalidad del patrimonio de miles de familias mexicanas, principalmente de medianos y escasos recursos económicos", agregó.

p-departamentosDijo que seis de cada 10 hogares se encuentran en situación de irregularidad jurídica, debido a la falta de profesionalismo de los agentes inmobiliarios y también a la falta de cuidado de los compradores al hacer trámites. Cuando se intenta regularizar una propiedad, la gente se da cuenta de infinidad de anomalías en que incurrió el vendedor del inmueble. "Desde luego, todo este marasmo de confusiones legales trae consecuencias económicas para la regularización conforme a la ley."

Comentó que es fácil hallar contratos sin ninguna validez oficial, sin cumplimiento fiscal, falsificación de escrituras y manipulación de medidas o límites del terreno, departamento o casa.

La mayoría de la gente improvisada en el giro inmobiliario monta oficinas ambulantes, caseras o simplemente coloca una manta a media calle, anunciando que está vendiendo alguna propiedad. Así cualquier persona empieza a trabajar en el ramo inmobiliario, añadióel presidente de la AMPI§

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