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EL ZURCIDO INVISIBLE 13 de junio de 2005
Un cuarto de millón de trabajadores textiles perdió su empleo en tres años. Después de un atorón, la industria textil busca salir del hoyo. Apoyo financiero, combate al contrabando y la informalidad y acciones coordinadas en mercados como el de Centroamérica para frenar la competencia china comienzan a dar resultados.

María de la Luz González

Tras la crisis que le hizo perder casi 250 mil empleos entre 2001 y 2003, la industria textil mexicana inició en 2004 una lenta recuperación que espera continuar este año. Además, se encuentra en marcha un programa de Nacional Financiera diseñado especialmente para el sector, que requiere gran inversión de capital para modernizar fábricas y equipos.

El programa tendrá un fondo inicial de entre 150 y 200 millones de pesos, con posibilidad de ampliarse de acuerdo con las necesidades de los empresarios; los créditos se destinarán a capital de trabajo y compra de maquinaria, explicó Rosendo Vallés Costas, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex).

El financiamiento, sin embargo, es sólo una de las capas del "blindaje" que ha demandado la industria textil al gobierno. El sector requiere acciones de fondo para enfrentar otros graves obstáculos, como el contrabando y la proliferación de productos chinos.

En estos aspectos se han logrado avances, reconoció Vallés Costas. No así en el tema de los altos costos de producción, que restan competitividad al sector y en parte se originan en las elevadas tarifas de electricidad.

Radiografía del sector

Número total de empresas: 1,250

Microempresas 69.3%
Pequeñas 19.2%
Medianas 8.3%
Grandes 3.2%

  • Costos de mano de obra y operación más altos que los de los países asiáticos
  • Hasta 58% del mercado nacional de prensas de vestir abastecido por canales ilegales
  • Nueve empresas realizan más de 40 por ciento de  las ventas de prendas en el sector formal.
  • Un alto porcentaje de las exportaciones involucra operaciones de ensamble (maquila) en lugar de "paquete completo", como en Asia
  • 90 % de las exportaciones del sector son hacia EU, seguido de Canadá, Honduras, Hong Kong, Guatemala, Islas Caimán, República Dominicana, España, Bélgica y Costa Rica, entre otros
Fuente: Secretaría de Economía y CNIV
"Eso nos tiene muy preocupados; no hay manera de que nos entiendan que no se trata de un capricho de pagar la energía eléctrica más barata, sino que nos están sacando de competitividad en relación con lo que otros productores internacionales tienen: el precio que nos cobran es impagable y no ha habido eco en las peticiones", lamentó.

El blindaje textil demandado incluye, además de esquemas financieros adecuados, la exención del impuesto al activo para las empresas textiles que inviertan en innovación y mejoramiento de la calidad de sus productos en los próximos dos años y tarifa base de energía eléctrica a la industria, para no castigar con sobreprecio a los que generan empleo de día y noche.

Factores de la crisis

Con una estructura de mercado basada en microempresas, que integran 70 por ciento del sector del vestido, la industria textil mexicana comprende desde la fabricación de fibras naturales, artificiales y sintéticas, hilos, tejidos y la confección, y fue unas de las ganadoras de la firma del Tratado de Libre Comercio: en los siete primeros años, sus exportaciones a Estados Unidos (EU) la colocaron a la cabeza de los proveedores internacionales, destacó Vallés Costas.

Con niveles de exportación superiores a 11 mil millones de dólares, la industria textil genera 7 por ciento del producto interno bruto de la manufactura en el país y emplea a 576 mil personas, que representan 15 por ciento del personal ocupado en la industria manufacturera, de acuerdo con la información de Canaintex.

El Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) reporta que entre 1996 y 2001 México fue el primer proveedor de productos textiles y de la confección a EU, seguido de Canadá y China. La participación en el mercado textil estadunidense en ese periodo llegó a superar 13 por ciento.

En diciembre de 2001, China ingresó a la Organización Mundial de Comercio y entró en los mercados internacionales en que participaba México, y en 2002 se convirtió en el primer proveedor de textiles y ropa de EU, desplazando a la industria mexicana.

"Con China es imposible competir. Es una economía centralmente planificada y la industria textil y del vestido es estratégica para ellos en la generación de empleos, por ello Pekín le invierte tanto dinero", apuntó Vallés Costas.

Esta situación, sumada al contrabando de ropa china que inundó el mercado nacional, detonó la profunda crisis que enfrentó el sector hasta 2003, con decrecimientos anuales de entre 6 y 10 por ciento, que se tradujo en el cierre de empresas y la pérdida de casi un cuarto de millón de empleos en la cadena productiva.

Según Bancomext, de los empleos perdidos en ese periodo, unos 50 mil corresponden al sector textil, mientras la rama de la confección perdió 185 mil, precisó Tony Kuri, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CNIV), quien señaló que entre 2000 y 2004 cerraron 2 mil 300 empresas del ramo, quedando 11 mil 749.

El mercado ilegal es uno de los más graves obstáculos de la industria textil, pues casi 60 por ciento de la ropa que se vende en el país procede canales ilegales, como contrabando, piratería, robo de mercancía y la producción en talleres clandestinos, expresó Vallés.

"Es un lastre brutal que ha tenido el país durante muchos años. De un pastel de 16 mil millones de dólares al año que representa el mercado de ropa, 9 mil están siendo suplidos por la ilegalidad, lo que nos deja una participación muy pequeña a las importaciones legales", dijo el presidente de la Canaintex.

La mercancía ilegal entra a México principalmente vía EU, mediante triangulaciones. Es decir, explicó, los productos chinos llegan a la aduana americana con documentos que la acreditan como mercancía en tránsito hacia México.

"Al llegar a la aduana mexicana, la documentación china ya desapareció y los productos se acreditan como si hubieran sido fabricados en EU, lo que le permite pasar a México sin pagar nada. 70 por ciento del contrabando entra vía EU", sostuvo.

Adolfo Gott Trujillo, líder del Sindicato de Trabajadores de la Industria Textil, señaló que "sólo con detener el contrabando el sector textil podría generar 100 mil empleos, porque se cuenta con la capacidad para hacerlo, las empresas pueden absorber esa mano de obra si se garantiza mercado para sus productos".

Consideró que se debe acotar a China en el plano internacional, y obligarla a que cumpla con el respeto a los derechos de los trabajadores, como hace el resto de los países, que no pueden competir con esa nación debido al bajo costo de su mano de obra por hora, 68 centavos de dólar, una de las más bajas del orbe.

Respecto a las tarifas eléctricas, Vallés Costas recordó que en diciembre pasado se anunció la reducción de 50 por ciento en la tarifa punta que, si bien no respondía totalmente a las necesidades del sector, era un avance, pero después la Comisión Federal de Electricidad (CFE) aclaró que la reducción se aplicaría sólo a las empresas que no estaban usando la energía en horario punta, es decir, los nuevos clientes.

"Esto afecta a la mayoría de los empresarios, pues la CFE, en lugar de abordarlo como asunto de competitividad de los sectores productivos, lo ve como un tema de clientela, y aplicó una solución para la empresa y no de competitividad. Creemos que la reducción debe ser general para el sector textil", manifestó.

P4-5importaciones

Acciones

La adversa situación llevó a las cámaras de las industrias textil y del vestido a poner en marcha un programa de salvamento. Aunque en 2004 no se generaron empleos, tampoco se perdieron plazas y se logró un crecimiento de 1.6 por ciento en producción, "que es bajo, pero muestra cierta estabilidad", explicó Vallés Costas. Las exportaciones también registraron un leve aumento de 8.8 por ciento respecto de 2003.

En el plano internacional, explicó, se formó, junto con Turquía y EU, el Grupo de Estambul, del que ya forman parte más de 60 países y más de 100 asociaciones y cámaras textiles de todo el mundo, para impedir la eliminación de las cuotas textiles y poner límites a China.

"La medida al parecer nos está dando buenos resultados, pues Washington anunció la imposición de salvaguardas a productos del vestido chino, aunque creemos que la decisión llega un poco tarde, cuando las exportaciones chinas a ese país han crecido hasta mil 500 por ciento en algunos productos, entre 2001 y 2005", precisó.

Sin embargo, consideró que las salvaguardas constituyen una medida correctiva, en tanto se acreditan los casos de dumping contra el país asiático.

Otra acción para controlar el avance chino y dar acceso a la tela mexicana a los mercados de exportación, explicó, fue la iniciativa de acumulación de origen de textiles mexicanos con Centroamérica, el Caribe y el Pacto Andino, que impulsó la Secretaría de Economía con los industriales del sector.

La medida permitirá, con la firma del tratado de libre comercio entre EU y Centroamérica, que los textiles mexicanos puedan venderse en la región para fabricar prendas que podrán ser exportadas a EU.

El acuerdo permitiría a empresas mexicanas o canadienses exportar 100 millones de metros cuadrados de textiles a los países centroamericanos en el primer año, con la expectativa de duplicar esa cantidad al siguiente. "El gobierno nos ha dado un apoyo importante con la acumulación de origen, y asegura estar dispuesto a negociar las cuotas compensatorias de textiles y el vestido de China para que no inunde el mercado mexicano", reconoció el empresario.

En el ámbito nacional, dijo, se ha trabajado con la Comisión de Combate a la Economía Ilegal, y el año pasado se lograron avances importantes, como la captura de uno de los principales contrabandistas de ropa a México.

Sin embargo, consideró, se requieren más esfuerzos "para recuperar el mercado que es nuestro", y expresó su temor de que las autoridades hayan bajado nuevamente la guardia, pues en los primeros cinco meses de este año no se han visto acciones contra el contrabando y el mercado nacional está nuevamente lleno de mercancía ilegal.

Si no se actúa, advirtió, se corre el riesgo de perder lo ganado, que, "aún es poco" y se tiene que trabajar más para no regresar al principio, pues los contrabandistas creen que no pasa nada y que su mercancía puede entrar de nuevo.

"Hay avances, pero son insuficientes. Está tratándose mejor el tema: antes se negaba; en el sexenio de Ernesto Zedillo se decía que no había contrabando; se tienen que hacer más decomisos y detener a los jefes contrabandistas, que vean que hay un riesgo real de ir a la cárcel", consideró.

Acerca de si la aparente tolerancia hacia el mercado ilegal se origina en la corrupción, el empresario manifestó que en la industria existe la percepción de que el gobierno "ha sido rebasado y se tienen que poner ejemplos para contener el problema".

En materia de impulso interno al sector, la Secretaría de Economía y los organismos empresariales elaboraron el Programa para la Competitividad de la Cadena Fibras-Textil-Vestido, el cual se planteó como objetivo consolidar la manufactura de "paquete completo" en México, para recuperar y ampliar el mercado nacional e internacional, y mejorar la posición competitiva de cada eslabón de la cadena; así se consolidará la generación de empleo e inversión sustentables.

Las metas son reducir anualmente 10 por ciento la participación del mercado ilegal en el consumo nacional de prendas de vestir, abastecer con producción nacional al menos 800 millones de dólares adicionales al año del mercado recuperado a la ilegalidad y aumentar la producción de la cadena en 100 millones de dólares al año para captar 50 por ciento del aumento de la demanda de prendas.

Con esos tres puntos se esperaría que en 2006 la producción nacional pasaría a abastecer más de 40 por ciento del mercado doméstico y generar 500 mil empleos respecto del nivel de diciembre de 2000, con lo que la industria textil y del vestido ocuparía más de 1.3 millones de trabajadores.

Vallés Costas consideró que las expectativas para el sector, integrado por mil 250 empresas, son "conservadoramente buenas"  §


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