La recuperación económica en 2003-2004 sólo benefició a los más acaudalados
Con Fox, al igual que con el PRI, la riqueza se concentra, no se distribuye
Según la ENIGH, el año pasado los hogares más ricos acapararon 36.% del ingreso nacional, mientras en los más pobres la participación se estancó con 1.6%, semejante a 2002
La recuperación de la economía mexicana en 2003 y 2004 sólo benefició al estrato de población más acaudalada, que logró hacerse con una porción mayor del ingreso nacional.
Este hecho ubicó al gobierno del presidente Vicente Fox en la misma línea de sus antecesores priístas: la distribución de la riqueza nacional lejos de mejorar tiende a concentrarse, revelaron datos oficiales divulgados este martes.
Entre 2002 y 2004 el único estrato de población que mejoró su participación en el ingreso nacional fue el más alto, mientras en los niveles más bajos ocurrió un estancamiento, indicó la versión completa de la Encuesta Nacional Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH) 2004, divulgada ayer por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
El viernes pasado el INEGI difundió una versión parcial y con poca información sobre los resultados de la ENIGH, una muestra que se levanta cada dos años y que de manera amplia documenta cuánto ganan y en qué gastan los hogares del país.
La información completa ofrecida ayer (sólo disponible en www.inegi.gob.mx) confirma que en la actual administración no ha habido avance en mejorar la distribución del ingreso, que sigue concentrado cada vez más en los hogares ricos.
La ENIGH distribuye el total de hogares del país en partes iguales en grupos de 10. En el grupo uno se encuentran los hogares con menor participación en el ingreso y en el décimo los que disfrutan de una mayor porción. A estos grupos se les llama deciles.
Las cifras que arrojó la ENIGH 2004 son elocuentes: en 2004, la décima parte de los hogares más ricos concentró 36.5 por ciento del ingreso nacional, una proporción mayor a la registrada en la muestra anterior, correspondiente a 2002, que era de 35.6 por ciento. En cambio, en el decil más bajo, la participación en el ingreso se mantuvo estancada, con una participación de 1.6 por ciento en el total, tanto en 2002 como en 2004.
En 2001 y 2002 la economía mexicana no registró crecimiento y fue hasta 2003 cuando empezó el repunte. Ese año el producto interno bruto aumentó a una tasa anual de 1.4 por ciento y en 2004 lo hizo a un ritmo de 4.4 por ciento anual.
Uno de los primeros resultados que arroja la ENIGH 2004 es que los beneficios del crecimiento económico de los dos años anteriores no representaron para los hogares pobres una mayor participación en la riqueza generada por el país. Ocurrió lo contrario con los hogares más ricos: aumentaron la parte con que se quedan del ingreso nacional.
Entre los resultados de la encuesta divulgados ayer destaca que los tres deciles de ingreso más bajo, que representan 30 por ciento de los hogares, participan con sólo 8.4 por ciento del ingreso nacional, la misma proporción que en la muestra de 2002.
En tanto, los tres deciles más altos detentan 64.3 por ciento del ingreso nacional, una proporción que aumentó respecto a hace dos años, cuando el registro fue de 63.9 por ciento.
La información oficial puso de relevancia el tema de fondo de las políticas sociales. Más importante que reducir el número de pobres, las estrategias del gobierno federal están mostrando su fracaso en mejorar la distribución de la riqueza.
Mientras algunos expertos cuestionan la cifras oficiales de reducción de personas que viven en pobreza, los datos ofrecidos por la ENIGH muestran que la tendencia a la concentración del ingreso tiende a acentuarse.
El indicador utilizado en la ENIGH para medir la concentración del ingreso es el llamado ''Coeficiente de Gini''. Este método toma valores entre cero y uno: cuando el valor se acerca a uno, indica que hay mayor concentración del ingreso; en cambio, cuando el valor del Gini se acerca a cero la concentración del ingreso es menor.
Así, la ENIGH de 2004 arrojó un Coeficiente de Gini de 0.460 por ciento, que implica un deterioro respecto a 0.454 observado en el encuesta correspondiente a 2002. Sólo como referencia, el Coeficiente de Gini en un país como Suecia es de 0.200 y en Estados Unidos de 0.380, según datos del Banco Mundial.