Utilizaban celulares para amenazar a sus víctimas
Cae banda de extorsionadores dirigida desde Santa Martha
Purgar una sentencia de 22 años en el penal de Santa Martha Acatitla no fue impedimento para que Juan Carlos Vega Domínguez realizara por lo menos ocho extorsiones virtuales.
El inculpado, quien desde 1991 se encuentra recluido en ese centro de readaptación, contaba con tres celulares, la complicidad de otros cinco presos y con informantes para obtener los datos personales de sus víctimas.
De acuerdo con las indagatorias realizadas por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, Vega Domínguez amenazaba con secuestrar o matar a familiares de las personas con las que se comunicaba vía telefónica, y les exigía a cambio de no hacerles daño, diversas cantidades, que alcanzaban cifras superiores a los 250 mil pesos. El modus operandi de la banda delictiva que dirigía consistía en obtener nombres, horarios, actividades y edades de los familiares de la víctima escogida, comunicarse con ésta, amenazarla, negociar la cantidad de dinero a entregar y exigirle que lo depositara en una sucursal del Banco Azteca.
Ya con la "clave de envío" correspondiente, por lo menos tres mujeres que se encuentran en libertad acudían a retirar el dinero para posteriormente entregárselo a Vega Domínguez.
Los delincuentes determinaban el día y la hora exacta para realizar el depósito; 20 minutos después del plazo establecido se volvían a comunicar con sus víctimas para saber la clave de envío y corroborar el depósito. "Creemos que escogían Banco Azteca para proteger a quienes retiraban el dinero, ya que muchas ocasiones la clave mencionada y el nombre del beneficiario son suficientes para entregar el dinero y pocas veces les solicitan alguna identificación oficial", explicó el fiscal de la PGJDF en la delegación Venustiano Carranza, quien encabezó la investigación.
El desmembramiento de la banda fue posible gracias a que una de sus víctimas denunció los hechos ante la representación social, con lo cual se inició la investigación y finalmente se capturó a Norma Diana Ortega Fabela, de 39 años, en el momento en que pretendía cobrar un depósito realizado.
En la averiguación previa FVC/VC-1T2/1175/05-06 se estableció que Ortega Fabela se comunicaba frecuentemente por celular con el cabecilla de la banda, Vega Domínguez.
Apenas la semana pasada, el procurador capitalino, Bernardo Bátiz Vázquez, reconoció que este tipo de ilícitos ha ido en aumento, al grado que se cometen entre uno y dos al día. Por su parte, la Asamblea Legislativa del DF exhortó a mediados de mayo a las autoridades del sistema penitenciario a reforzar las medidas de seguridad dentro de los penales para evitar el uso de teléfonos celulares.