Usted está aquí: viernes 17 de junio de 2005 Política Echeverría y Moya Palencia pueden ser juzgados por homicidio calificado

El fallo de la Corte posibilita que la Femospp reclasifique el delito de genocidio

Echeverría y Moya Palencia pueden ser juzgados por homicidio calificado

Hay pruebas suficientes para culparlos por el halconazo, afirman fuentes judiciales

JESUS ARANDA

Ampliar la imagen El fiscal Ignacio Carrillo Prieto tiene ahora la posibilidad de reclasificar el delito por el que se acusa al expresidente Luis Echeverr�FOTO Jos�arlo Gonz�z

La resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en el sentido de que Luis Echeverría Alvarez y Mario Moya Palencia pueden ser juzgados por el delito de genocidio abre una posibilidad legal para que el delito sea reclasificado como homicidio calificado, con la finalidad de que ambos sean juzgados por la autoría intelectual del halconazo, señalaron ayer fuentes judiciales de primer nivel.

Agregaron que ante la falta de elementos presentados por la Fiscalía Especializada en Movimiento Sociales y Políticos del Pasado (Femospp) para demostrar que el 10 de junio de 1971 se cometió genocidio, sí es posible consignar penalmente a Echeverría Alvarez y a Moya Palencia como autores intelectuales de un hecho en el que hay elementos de prueba contundentes.

Las fuentes consultadas explicaron que al resolver la SCJN que el genocidio no prescribe en lo que toca al ex presidente y su colaborador, en razón de que tenían fuero constitucional, lo que impedía ejercer acción penal en su contra, y que el plazo de la prescripción comienza a contar el primero de diciembre de 1976, cuando ambos dejaron sus puestos, ahora, al enviar el caso al quinto tribunal unitario en materia penal del primer circuito, se abre una gama de posibilidades para la Femospp.

Es decir, afirmaron, el dictamen elaborado por el ministro José Ramón Cossío, que será turnado al magistrado unitario, señala que es procedente el ejercicio de la acción penal contra los ex funcionarios en lo que respecta al delito de genocidio y con relación a "cualquier otro delito espontáneo", que bien podría ser clasificado como homicidio calificado.

Los informantes comentaron que esta posibilidad adquiere importancia por el hecho de que, a pesar de la insistencia de la Femospp, en el expediente de la causa no hay elementos suficientes para demostrar que se cometió genocidio en el asesinato de una treintena de estudiantes a manos de los halcones, grupo paramilitar organizado por el militar Manuel Díaz Escobar, quien virtualmente quedó absuelto del cargo junto con ocho coacusados, porque en su caso sí prescribió la acción penal, de acuerdo con el fallo de la SCJN.

Cabe señalar que desde los secretarios de estudio y cuenta que conocieron el recurso de apelación presentado por la Femospp para que la Corte revisara la negativa del juez segundo de distrito en materia penal de no girar órdenes de aprehensión contra los implicados en el halconazo, hasta ministros del máximo tribunal reconocen, "en corto", que es "sumamente complicado" que el magistrado unitario acepte la teoría del genocidio.

Las fuentes consultadas señalaron que la forma de llevar a juicio a Echeverría Alvarez y a Moya Palencia, con posibilidades reales de ser considerados culpables, es que se reclasifique el delito.

Comentaron que debido a la falta de consistencia del pliego acusatorio presentado por la Femospp, el asunto de la no prescripción en el caso de Luis Echeverría y su ex colaborador estuvo a punto de no ser aprobado por la primera sala de la Corte, ya que, por ejemplo, en sus argumentos el fiscal Carrillo Prieto no consideró la reforma constitucional de 1982, que determinó que cuando los servidores públicos gozan de fuero, en el tiempo que desempeñen sus cargos no correrá el plazo para la prescripción de la acción penal. Aspecto que fue fundamental en la resolución del pasado miércoles.

Una vez que el máximo tribunal resolvió el caso, apuntaron, la fiscalía está en posibilidad de replantear su acusación de manera que sea más factible juzgar a los presuntos autores intelectuales de los hechos ocurridos el 10 de junio de 1971.

 
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