Usted está aquí: sábado 18 de junio de 2005 Opinión MEXICO SA

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Gobiernos devaluados de América

Avanza el descontento social ante los optimistas regímenes que creen hacer un buen trabajo

ABISMALMENTE DISTINTA A la imagen que de sí mismos tienen los llamados gobiernos democráticos de América, la opinión ciudadana es cada vez más rigurosa en su contra, al tiempo que la insatisfacción crece y la descalificación avanza con paso sostenido.

DE TIEMPO ATRAS la Corporación Latinobarómetro (una ONG no lucrativa que desde hace una década levanta encuestas de opinión sobre la democracia regional entre miles de habitantes en 18 países de América Latina) advirtió que la "luna de miel" entre ciudadanos y gobiernos se extingue con rapidez, ante la falta de resultados de los segundos.

PARA EL CASO mexicano, esta organización advierte: "¿Cómo se consolida la democracia en México, bastante dividido por la política, y donde el impacto de la alternancia en el poder después de 70 años se ha disipado? Los mexicanos están desilusionados con las promesas de la democracia electoral, porque ésta no trajo lo que había prometido: bienes políticos", muchos menos económicos y sociales.

¿LOS CIUDADANOS ESTAN en lo correcto cuando se muestran insatisfechos con y descalifican a sus gobiernos? Todo indica que sí, porque un enorme desierto media entre lo prometido y lo realizado por aquellos que aseguraban acabarían con los respectivos males nacionales en un abrir y cerrar de ojos, y el señalamiento cabe no sólo para el caso mexicano.

EL PROBLEMA ES QUE son los ciudadanos los que eligen a sus gobernantes, y caen en el garlito de la relección, para después desaprobar los nulos resultados del personaje que promovieron. Cuando el texano guerrero fue votado para repetir en la Casa Blanca, la opinión generalizada fue que los estadunidense no tenían remedio, y parece que ese sentir no fue errado.

LOS RESULTADOS DE la más reciente encuesta del New York Times y la CBS -divulgados ayer- sobre George W. Bush y su gobierno revelan que su grado de aceptación se encuentra entre los más bajos de su mandato: 42 por ciento, tan sólo un punto porcentual por arriba del nivel histórico más reducido, registrado en mayo de 2004. Además, 59 por ciento desaprueba su política en Irak -un porcentaje aún mayor al de marzo de 2003, cuando inició la invasión-, y en términos generales su política exterior es rechazada por 51 por ciento de los estadunidenses.

ES DE SUPONER que para el inquilino de la Casa Blanca los resultados de tal encuesta son intrascendentes, pero ponen de manifiesto el riesgo continental en lo que a supervivencia de la democracia se refiere, porque la creciente insatisfacción y desaprobación de los ciudadanos, salvo en algunos casos, crece en todos los países que lo conforman.

EN EL CASO de Vicente Fox -quien felizmente no tiene el privilegio de la reelección-, en sus 54 meses de gobierno -como él le llama-, el desacuerdo de la población por la forma en que ha hecho las cosas reporta un incremento de casi 21 puntos porcentuales, al pasar de 22.9 por ciento el primero de diciembre de 2000 a 43.6 por ciento en mayo de 2005. La proporción de mexicanos que de una u otra suerte aprobaban al mandatario cayó alrededor de 16 puntos porcentuales (de 69.7 a 53.9 por ciento en el citado periodo).

EL INQUILINO DE Los Pinos podrá decir que están peor los mandatarios de otros países, y tendrá razón, de acuerdo con la encuesta que sobre el grado aprobación de mandatarios en América y el mundo levantó la empresa Consulta Mitofsky en mayo pasado, la cual indica que entre los 19 gobernantes latinoamericanos considerados en dicha evaluación Vicente Fox ocupa el octavo escalón, con 54 por ciento de aprobación, contra 45 por ciento de promedio en la región.

LOS RESULTADOS DE la encuesta Mitofsky señalan que el recién nombrado presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, registra el mayor porcentaje de aprobación (80 por ciento) de los 19 mandatarios incluidos. Le sigue el argentino Néstor Kirchner, quien continúa con un índice de aceptación alto (77 por ciento); en tercera posición está el colombiano Alvaro Uribe (71 por ciento) y en cuarto el venezolano Hugo Chávez (70 por ciento). En sentido contrario, el presidente peruano -como él mismo se califica-, Alejandro Toledo, mantiene el récord como el mandatario peor evaluado de América Latina con sólo 10 por ciento de aceptación, tras 47 meses sentado en la primera silla de esa nación.

DESTACAN LOS ALTOS niveles de aprobación de Kirchner, Chávez y el presidente chileno Ricardo Lagos (cuarto escalón con 66 por ciento) después de casi, 2, 6, y 5 años de gobierno, respectivamente. En sentido inverso, a nueve meses de iniciar su gestión como mandatario de Panamá, Martín Torrijos reporte sólo 21 por ciento de aprobación ciudadana.

DE CUALQUIER SUERTE, la aceptación no lo es todo, como bien demuestra el caso del ahora ex mandatario boliviano Carlos Mesa, quien a pesar de contar con la aprobación de casi 2 de cada 3 ciudadanos en abril pasado, se vio obligado a dejar el puesto a Eduardo Rodríguez Veltzé por no ser capaz de controlar una insostenible presión que sitió a La Paz, sede del gobierno, por casi dos semanas consecutivas.

EL CASO DE LULA es revelador: no basta la insistencia para llegar al poder, si se deja a un lado la congruencia. Con 30 meses en la Presidencia de Brasil, sólo 40 por ciento de los ciudadanos todavía lo aprueban, con lo que ocupa el escalón número 12 entre los 19 mandatarios considerados en la encuesta, la cual revela que el inquilino de la Casa Blanca se encuentra en la undécima posición (46 por ciento)

POR ABAJO DE 50 por ciento se encuentran los mandatarios de República Dominicana, Leonel Fernández (48 por ciento); los citados Bush y Lula (46 y 40, respectivamente); Ricardo Maduro, Honduras (32); Paul Martin, Canadá (29); Enrique Bolaños, Nicaragua (26); Oscar Berger, Guatemala (16); y Nicanor Duarte, Paraguay (12).

ASI EVALUAN LOS ciudadanos a la democracia electoral y sus resultados. En promedio, Sudamérica califica a sus gobernantes con 54 por ciento de aprobación, seguida de Norteamérica con 43 y Centroamérica con 39.

Las rebanadas del pastel:

AHORA QUE EL inquilino de Los Pinos se reunirá con Vladimir Putin, deberá solicitar su asesoría, pues el ex KGB reporta 81 por ciento de aceptación. Eso sí, que no se acerque a Tony Blair ni a Jacques Chirac, porque están en la calle: 34 y 32 por ciento, respectivamente, de aprobación.

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