392 ° DOMINGO 26 DE JUNIO DE 2005
 

La escasez de agua en la Ciudad de México
Iztapalapa paga el pato

Tania Molina Ramírez

Cada año, la sed del oriente de la ciudad de México se acompaña de un debate sobre los motivos de la escasez. En estos días, en medio de la peor racha en su eterna crisis, Iztapalapa volvió a estar en el centro de la noticia y de un alud de declaraciones que decretaban "normalidad". En las calles y los hogares de la populosa delegación, sin embargo, lo normal son las cubetas vacías y el agua color tamarindo



Tarea escolar: llevar una cubeta con agua
Fotografía:José Carlo González
Cubeta en mano, cuidando no derramar el agua, los niños entraron a la escuela.

La falta de agua en la delegación Iztapalapa llegó a tal nivel en días pasados que orilló a las autoridades de la primaria Axayacatl, en la colonia Miravalle, a condicionar la asistencia a que cada niño llevara una cubeta con el líquido. "Nos dijeron que si no la llevábamos no podíamos entrar", cuenta una alumna de cuatro grado, vestida con una playera de El Che. Dos amigas ­de segundo y tercer grados­ asienten, confirmando lo dicho por la mayor, quien prosigue: "El primer día no la llevé y me tuve que regresar a la casa por una". Esto ocurrió durante tres días en el turno vespertino que cursan las chicas.

En los días más duros de la crisis 45 escuelas en la demarcación tuvieron que suspender clases por la falta de líquido, afirma el delegado Víctor Hugo Círigo.

A raíz de dos rupturas en la línea de conducción del sistema de pozos Mixquic-Tláhuac, que abastece el tanque La Caldera, y, poco después, a fallas electromecánicas en el equipo de bombeo de los pozos, y a una reducción en el caudal del acueducto del sistema Lerma-Cutzamala (por arreglo de fugas), y a apagones, desde el 31 de mayo Iztapalapa vive lo que para muchos es su peor crisis de agua en décadas.

Sumemos a lo anterior la prolongación del estiaje y las altísimas temperaturas, que aumentan la demanda de 10 a 15%.

Una crisis sobre crisis en la delegación siempre castigada por la escasez, con un déficit cotidiano de 2 mil litros de agua por segundo (hay escuelas, como la secundaria 317 "Octavio Paz", en Lomas de la Estancia, que cotidianamente se abastecen por medio de pipas).

El asunto se agravó porque las 100 pipas de la delegación (más unas cuantas ofrecidas por otras demarcaciones) no se daban abasto. Cada pipa hacía, en estas pasadas semanas, hasta 10 o 12 viajes al día, con jornadas de hasta 16 horas. En cada viaje de una pipa con capacidad de 10 mil litros, surten a unos cuatro hogares, si éstos cuentan con cisterna.

Al año, según cuentas del director general de Servicios Urbanos de Iztapalapa, Alfonso Hernández, las pipas realizan entre 100 y 120 mil viajes, llegando a repartir hasta 3.5 millones de litros diarios.

En estos días, los vecinos llegaban a apuntarse en la lista para pedir pipa desde la madrugada ("Nunca había visto algo así", cuenta Javier Alce, encargado de la toma de agua ­les llaman "garza"­, ubicada en la salida a Puebla, frente a la cárcel de mujeres).

En total, más de 80 colonias de Iztapalapa resultaron afectadas. O sea, casi un tercio de una población de poco más de un millón 700 mil. Es decir, más de medio millón de personas sufrieron una peor escasez a la que cotidianamente sufren. Los afectados equivalen a toda la población de la delegación Cuauhtémoc (516 mil) o la de Colima (542 mil 600).

La crisis llegó al grado que la Asamblea Legislativa propuso declarar la demarcación zona de desastre.

Y si bien el 9 de junio Círigo escribió que "de no resolverse en lo inmediato la crisis por falta de agua en Iztapalapa, en breve una parte de la demarcación podría ser declarada zona de desastre ecológico"; ya para el día 16 afirmaba que al menos se había logrado "contener el problema".

En contraste, sólo unas cuantas colonias de otras demarcaciones sufrieron la falta de agua.

¿Por qué?

30% de quien resultó afectado en Iztapalapa es población que de todos modos no recibe agua diariamente. Vive en las llamadas zonas "de tandeo", y recibe el agua, por lo general, uno o dos días a la semana en horas determinadas. Por poner un caso, si le tocaba a una manzana recibir agua los miércoles y no llegó ese día, tendría que esperar hasta el siguiente miércoles para tener agua en su cisterna, tinaco o tambos. Pero si al miércoles siguiente tampoco llega el agua, sumará dos semanas sin agua. Así ocurrió en los hogares de Lomas de la Estancia.

La situación ha llegado a ser tan crítica en estas últimas semanas que incluso ha faltado el agua en las tomas de agua ("garzas" que se alimentan por rebombeo de la línea primaria o de un pozo y dependen del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, SACM) donde se abastecen las pipas y reciben instrucción de dónde repartir agua.

Los piperos que normalmente se abastecen en la "garza" del panteón de San Lorenzo Tezonco tuvieron que recurrir a una "garza" en Tláhuac. Y por poco los linchan, cuenta uno de ellos: "Nos acusaban de estarnos llevando su agua. Se pusieron bien agresivos... ya ve que allá es pueblo. Creímos que nos iba a pasar como a los policías".

"Agua de tamarindo"

Para estas dos familias que comparten domicilio en la colonia Miguel de la Madrid Hurtado, casi nada cambia con o sin crisis de agua. Ellas siempre piden una pipa a la semana para llenar su cisterna de unos 7 mil 500 litros.


"Agua de tamarindo", de una de la llaves de la colonia Lomas de la Estancia Fotografía: María Meléndez

­¿Por qué? ­se le pregunta a la mujer de mediana edad.

A modo de respuesta, señala un tambo metálico con agua turbia, como "café de calcetín". "Así llega. Sólo la podemos usar para los baños. Si nos bañamos con ella nos sale salpullido y nos da comezón ", explica. Ni pensar en usarla para beber o preparar los alimentos.

Masiosare incluso encontró milimétricos bichos negros y rojos, como larvas de mosquito, en la escasa agua que llegó a Lomas de la Estancia hace unos días.

El director general del SACM, Germán Martínez, lo admite: "El agua de Iztapalapa es la de peor calidad de la ciudad". Explica que se debe sobre todo a la que sale de los pozos. Pero ­añade­ al momento de ser distribuida por medio de las pipas o la red, es potable. Él sin embargo confiesa que no se la tomaría.

Sin embargo, abundan los iztapalapenses que se resignan a usar la poca agua que les llega por tandeo para la preparación de los alimentos. Y todos tienen una receta casera por compartir: "Pon cal en una tela y esa la amarra a la llave. Así, el agua pasa a través de la tela y se filtra y con la cal se pone más transparente el agua", cuenta una mujer mayor, que describe el agua de la llave como "agua de tamarindo".

La mitad de los habitantes padece "escasez o mala calidad del agua", explica la diputada perredista Clara Brugada.

Para colmo, en estos días de escasez, la poco agua que hay se sedimenta en las tuberías y sale más sucia.

***

El joven de la familia regresa de la tiendita y le da una Coca Cola al operador de la pipa y otra a su chalán. Será toda la propina que reciban en este hogar.

En el siguiente no les irá mejor: 16 pesos les da una malencarada señora que pide un cuarto de pipa para su pileta (que tiene un turbio fondo de agua).

Las propinas son todo un tema entre los piperos y quienes reciben el servicio.

Por un lado, el servicio es, claro, gratuito, pero muchos piperos, sobre todo los chalanes de los operadores, son voluntarios en espera de un contrato de eventuales y, más tarde, de una plaza. Pero esta transición puede llevar varios años, y mientras, sólo viven de las propinas.

El pago por el servicio es, finalmente, un ahorro para la delegación y por ende, una situación permitida por las autoridades: en la "garza" frente a la cárcel de mujeres, un pipero, de unos 20 años, se acerca con timidez: "Yo nomás quisiera denunciar que somos varios voluntarios que ya teníamos contrato (por tres meses) y que desde enero no nos lo renovaron (yo lo tenía desde 1998) y cuando preguntamos qué había pasado nos dijeron que hubo fallas en el sistema, que ya casi nos lo van a dar, pero no nos dan nada".

Probablemente, aunque todos tuvieran contrato, la práctica de dar propina no cesaría. Pero al menos los piperos no dependerían de ellas y quizá habría menos tensiones entre vecinos y piperos. Testimonios de estas tensiones se escuchan por todos lados: piperos se quejan de que ni siquiera les dan pal chesco, en tanto que vecinos acusan a los piperos de favorecer a otros que dan propinas mayores.

Al final del día, quienes menos tienen terminan pagando más por el líquido esencial, ya sea a través de propinas, garrafones, medicinas para combatir infecciones relacionadas con la mala calidad del líquido, y un largo etcétera que incluye las noches en vela esperando oír si cae el agua o si llega la pipa.

Y mientras, los habitantes no ven para cuándo vayan a cambiar las cosas.

El Brujo, de 56 años, se acaba de jubilar después de 33 años de pipero. Su yerno, Juan Carlos Neri, cuenta: "Dice (El Brujo) que cuando entró a trabajar, le decían, 'no seas tonto, ya les están metiendo agua a las colonias, se va a acabar el trabajo'. Y ahora él les dice a ellos: 'Yo ya me acabé. Y el que no se acabó fue el trabajo. ¡Hasta está peor!'"


En la insaciable ciudad, Iztapalapa es la que pasa sed


Protesta vecinal por la calidad del agua que les es abastecida Fotografía:Alfredo Domínguez

¿Por qué no alcanza el agua para toda la población de la ciudad de México?

Los expertos dicen que es porque traen el agua desde el poniente y no alcanza a llegar hasta el oriente.

Vayamos por partes.

¿Cuánta agua se consume en la ciudad de México?

35 metros cúbicos por segundo. O sea, 35 mil litros por segundo para 8 millones 605 mil 239 habitantes.

Pero no consume lo mismo un vecino del Pedregal que uno de la Narvarte.

¿Cuánta agua consume un individuo que vive en la Miguel Hidalgo? Entre 500 y 600 litros diarios por persona.

Y, ¿cuánto uno de Iztapalapa? Cerca de 80 litros diarios por persona.

(Sin olvidar que se detectan 4 mil fugas al año en la demarcación.)

***

Por otro lado, ¿de dónde proviene el agua?

60% de los pozos del mismo DF, o sea, 20 metros cúbicos por segundo.

El restante, del sistema Lerma Cutzamala.

Ahora, ¿por qué algunas zonas son de tandeo y otras no?

La explicación de los expertos es que el agua viene del poniente y tiene que cruzar toda la ciudad, de modo que se va quedando en los negocios, hogares, hoteles, restaurantes, jardines, campos de golf, hasta que, del potente caudal que entró a la ciudad, sólo queda un débil chorro que no alcanza a trepar los cerros de Iztapalapa para surtir a las familias que los habitan. (Cerca de 20% de su abastecimiento es del Lerma-Cutzamala.)

La presión mínima requerida en Iztapalapa es de 2.4 kg/cm2 y la media de enero a mayo en este año fue de 1.5 ­en el mismo periodo de 2001, fue de 2.3.

Entonces, si se redujera el consumo del resto de los capitalinos, ¿podría llegar con más potencia a Iztapalapa? ¿Es técnicamente posible una mejor distribución y uso del agua?

Brugada opina que sí. Que si no se le da solución es por una cuestión política, más que técnica.

El ingeniero Germán Martínez explica que un paso en este sentido es la "sectorización" de la red de agua potable que está en marcha. Va a permitir ­dice­ "controlar el volumen y la presión", lo cual ayudará a que "en zonas de tandeo haya más agua disponible".

Martínez asegura que en esta ciudad está garantizada la demanda de los próximos 20 años (con el actual índice de crecimiento), aunque la ciudad reciba la misma cantidad de agua.

***

Mientras tanto, las autoridades se echan la bolita: el estado de México tiene una queja histórica contra el DF por "llevarse" su agua; el SACM culpa a los apagones y acusa a la Comisión Nacional del Agua (CNA) de no proporcionar los caudales pactados para la ciudad; la CNA culpa a las autoridades delegacionales; el delegado Víctor Hugo Círigo acusa al gobierno del DF de no terminar el acuaférico.

La semana pasada, el SACM, la CNA y la delegación reiteraron que ya se estaba restableciendo el servicio. Sin embargo, Germán Martínez admitió que en las zonas de tandeo esto tardaría en suceder. Así lo pudo constatar Masiosare en lugares como Lomas de la Estancia.

Durante las negociaciones de estos días entre la CNA, el SACM y la delegación, la CNA se comprometió a destinar 48 millones de pesos a construir este año ocho pozos de absorción en Iztapalapa.

Más allá de esto, el delegado afirma la necesidad de "concluir el acuaférico y equilibrar la repartición de agua, (...) y prohibir la construcción de vivienda".

Pero mientras el agua siga llegando a chorritos y como café de calcetín, y en la mayor parte de la ciudad fluye tranquilamente, los iztapalapenses continuarán tomando calles, plantándose frente a las oficinas federales ­como el 17 de junio­ de la CNA­, secuestrando pipas y haciendo cualquier cosa con tal de tener agua limpia.