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MERCADO COMPRIMIDO 27 de junio de 2005
Diez laboratorios trasnacionales controlan las ventas de fármacos en el país. Una población que cada vez gasta más en medicamentos, en parte por la aparición de nuevas enfermedades que requieren tratamiento permanente, eroga al año más de 6 mil millones de dólares.

José González Méndez

p-medicinas_estanteEl mercado farmacéutico mexicano alcanzó el año pasado ventas por unos 6 mil 448 millones de dólares, de los cuales la mitad, casi 3 mil 400 millones, se concentraron en 10 de laboratorios de empresas trasnacionales asentados en el país.

Sólo en los primeros cuatro meses de 2005, los mexicanos gastaron 2 mil 800 millones de dólares en la adquisición de medicamentos en el mercado privado.

De acuerdo con IMS Health, consultora especializada en la industria farmacéutica mundial, con estudios en más de 100 países, el mercado de medicamentos en México crece a una tasa de 10 por ciento anual desde 1996, tendencia que se prevé que mantendrá al menos durante los próximos cinco años.

Pfizer, distribuidor de marcas como Viagra y Lipitor ­medicamentos que generan por sí solos más de mil millones de dólares por ventas en el mundo­, facturó en el país 550 millones de dólares en 2004.

Luego de su fusión con Pharmaton, en julio de 2002, Pfizer brincó del cuarto al primer lugar en volumen de ventas. Controla actualmente 9.1 por ciento del mercado nacional.

En segundo lugar se ubica Roche, con ventas por 530 millones de dólares y 8.9 por ciento de participación en el mercado, seguido por Glaxo Smith Kline, con 435 millones y 7.3 por ciento de cobertura; Aventis, con 380 millones y 6.4 por ciento; Novartis, con 315 millones y 5.3 por ciento, y Schering Plough, con 306 millones, lo que representa 5.2 por ciento del mercado.

Otros laboratorios, como Johnson and Johnson, Bristol-Myers Squibb y Merck Sharp and Dohme, participan con menos de 4 por ciento cada uno y registran ventas superiores a 200 millones de dólares.

Fallas del mercado

En general, los 200 laboratorios nacionales y subsidiarios de trasnacionales que operan aquí son capaces de surtir 95 por ciento de las demandas del mercado, por lo que muy pocos medicamentos tienen que importarse.

Sin embargo, Efraín Valenzuela, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México y especialista en farmacología, asegura que el mercado tiene al menos dos "fallas" considerables: primero, la falta de penetración de los genéricos intercambiables (GI), que abaratarían los fármacos entre 40 y 50 por ciento y, segundo, el mercado de "similares" que no ha acreditado su "eficacia terapéutica".

puerta copyEn el primer caso, José Luis Jiménez, presidente de la Asociación Mexicana de Genéricos Intercambiables (Amegi), asegura que estos productos sólo participan con 0.6 por ciento de las ventas anuales del mercado nacional de medicamentos, cuando en países como Chile o Colombia superan 30 por ciento.

De los 2 mil 800 millones de dólares vendidos por esta industria entre enero y abril pasados, los laboratorios distribuidores de GI captaron sólo 17 millones. Y, por lo que hace a los medicamentos distribuidos por las Farmacias de Similares, Efraín Valenzuela asegura que hasta el momento la mitad de esos productos "no han acreditado" los mismos efectos terapéuticos en los pacientes que los originales o de patente.

Otra distorsión, coinciden los especialistas, es que el aumento en las ventas anuales en estos 200 laboratorios no se ha expresado en el desarrollo de nuevos medicamentos. De acuerdo con la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF), entre 1999 y 2003 únicamente se han desarrollado 180 nuevas fórmulas, en perjuicio de los pacientes del país.

Por su parte, el sector Salud reconoce que siete de cada 10 medicinas adquiridas actualmente por el gobierno se comercializan desde hace más de 40 años. Este parece ser el caso de un sector que deriva ganancias de una especie de renta más que como resultado de la innovación.

Costos de los fármacos

Cuando un mexicano enferma, regularmente invierte dinero en tres rubros básicos, asegura la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma): atención ambulatoria (transporte y consulta), atención hospitalaria y los medicamentos que debe usar.

De la erogación total, 40 por ciento corresponde a fármacos. Este fenómeno se conoce como "gasto de bolsillo", es decir, pagos que al margen de la atención que recibirá en las instituciones de la seguridad social y la salud pública.

Este año el bloque formado por la Secretaría de Salud, IMSS, ISSSTE, Pemex y hospitales estatales invertirá 2 mil millones de dólares en comprar medicamentos, material de curación y otros insumos. La cifra representa un tercio del valor del mercado nacional, pero es insuficiente para atender siquiera a 70 por ciento de los derechohabientes.

La Canifarma asegura que una de las pocas ventajas que tiene el mercado de medicamentos en México es que el gobierno federal tiene la facultad de autorizar los precios finales de estos productos antes de que salgan a la venta.

Legalmente, indica, todos los laboratorios deben consultar al Departamento de Estándares y Adquisiciones ­conformado por las secretarías de Hacienda, Economía y Salud­ para discutir y fijar los precios. Esto difiere de lo que ocurre en Estados Unidos, donde las empresas fijan el precio de los fármacos, por lo que suelen ser considerablemente más altos.

Algunos congresistas de aquel país, alientan a los consumidores estadunidenses a cruzar la frontera y adquirir medicamentos mexicanos a menor precio para obligar a los laboratorios a crear condiciones más favorables en el mercado.

En México, añade la Canifarma, 79 por ciento de las medicinas cuestan menos de 100 pesos y 94 por ciento menos de 200. El organismo asegura también que el año pasado el costo de producción de los medicamentos se incrementó 7.43 por ciento, pero el aumento al consumidor fue de sólo 6.23.

Gustavo Hernández, directivo de la AMIIF, asegura que en el país los medicamentos son baratos. Lo que sí es claro, según la Canifarma, es que la ausencia de un canal de distribución amplio y adecuado para llevar los productos a las farmacias ha propiciado que los laboratorios echen mano de intermediarios, lo que encarece los medicamentos.

Existen más de 100 intermediarios que hacen llegar más de 19 productos distintos a 23 mil farmacias en todo el país. El organismo empresarial asegura que en este negocio destacan Casa Marzam, Casa Saba, Corporativo Fragua, Farmacias Benavides, Nacional de Drogas y Proveedora de Medicamentos.

Genéricos frente a "pareciditos"

Entre 2002 y 2003 Víctor González Torres, propietario de las Farmacias de Similares, organizó protestas frente a las oficinas del IMSS en la ciudad de México para exigir que la dependencia federal aceptara comprar sus productos.

Origen de los laboratorios asentados en México

Abbott Laboratories de México, SA de CV Estados Unidos
Alcon Laboratorios, SA de CV Estados Unidos
Allergan, SA de CV Estados Unidos
AstraZeneca Mexicana, SA de CV Suecia-Inglaterra
Aventis Pharma, SA de CV Francia
Bayer de México, SA de CV Alemania
Boehringer Ingelheim Prometeo, SA de CV Alemania
Bristol-Myers Squibb de México, SA de CV Estados Unidos
Eli Lilly Compañía de México, SA de CV Estados Unidos
Gelcaps Exportadora de México, SA de CV Estados Unidos
Glaxo Smith Kline México, SA de CV Inglaterra
Grupo Roche Syntex de México, SA de CV Suiza
Jenssen-Cliag, SA de CV Estados Unidos
Johnson & Johnson de México, SA de CV Estados Unidos
Laboratorios Limont, SA de CV México
Laboratorios Pisa, SA de CV México
Laboratorios Sanfer, SA de CV México
Lemery, SA de CV Estados Unidos
Mead Johnson México, SA de CV Estados Unidos
Merck, SA de CV Alemania
Merck Shrap & Dohme de México SA de CV Estados Unidos
Novartis Farmacéutica, SA de CV Suiza
Organon Mexicana, SA de CV Holanda
Pfizer, SA de CV Estados Unidos
Sanofi-Synthélabo de México, SA de CV Francia
Schering Mexicana, SA de CV Alemania
Schering-Plough, SA de CV Alemania
Wyeth, SA de CV Estados Unidos
Fuente: IMS Health

Argumentaba que de esta manera el IMSS estaría consumiendo "productos nacionales" y reduciría el "oneroso" costo de adquirir medicinas a trasnacionales. Fracasó.

De acuerdo con su oficina de comunicación social, las Farmacias de Similares registraron ventas el año pasado por 400 millones de dólares, lo que colocaría a la empresa de González Torres en el cuarto sitio de la lista de los 10 laboratorios con mayores ingresos en el país.

En teoría, esta empresa distribuye genéricos intercambiables, es decir, reproducciones de medicinas originales, cuya patente ya caducó, pero que garantizan iguales efectos terapéuticos en los pacientes.

Nuestra estrategia ­presume el Doctor Simi­ es vender grandes volúmenes de fármacos para disminuir su costo hasta 75 por ciento.

La negativa del IMSS de adquirir "similares" se basó en que los productos de la empresa de González Torres ­precandidato presidencial sin partido para 2006­ no habían acreditado las pruebas que garantizarían a un paciente los mismos efectos que un medicamento original.

El catedrático Efraín Valenzuela asegura que en 2002 y 2003 especialistas de la UNAM estudiaron la eficacia terapéutica de las medicinas de similares y detectaron que la mitad de ellas no cumplía con ese requisito.

"En años pasados hicimos pruebas de calidad a los productos provenientes de las Farmacias de Similares. Nuestros hallazgos ­nunca divulgados, a solicitud de las autoridades sanitarias­ mostraban productos de calidad heterogénea, es decir, que en más de 50 por ciento de los casos no cumplían siquiera con las especificaciones de la farmacopea nacional (estándares de calidad)", asegura.

"En la actualidad, según hemos sido informados, algunos productos 'similares' han sido incorporados como genéricos intercambiables, pero aún dista mucho de tener validados todos los productos que se expenden en esa red de farmacias."

Gustavo Hernández, de la AMIIF señala que "con las medicinas 'similares' ('pareciditas', les llama con ironía) estamos a la buena de Dios. Ellos fabrican, distribuyen, venden y generan su propia demanda, pero no sabemos cuánta gente se intoxica, se cura o se muere".

Para evitar esta situación, en marzo pasado la Cámara de Diputados aprobó reformas al artículo 376 de la Ley General de Salud para obligar a los fabricantes y distribuidores de medicamentos a someter sus productos a pruebas de calidad cada cinco años, de lo contrario serán retirados del mercado.

Medicamentos caducos

Se denomina farmacovigilancia a la supervisión que practican las autoridades sanitarias y los laboratorios privados de un país para verificar que un producto sigue siendo efectivo en el tratamiento de una enfermedad o evitar que su uso produzca daños secundarios.

Este proceso funciona mediante reportes que generan los médicos que prescriben medicamentos, a partir de anomalías que detectan en los pacientes. La Secretaría de Salud calcula que el año próximo 10 mil medicamentos que se venden en México se encuentren en esta condición.

El ejemplo más acabado de un caso de este tipo es Vioxx, producto de Merck Sharp and Dohme contra la artritis y el dolor agudo, que fue retirado del mercado por causar riesgos de infarto o embolia.

Vencimiento de patentes

José Luis Jiménez, presidente de la Asociación Nacional de Medicamentos Genéricos, informa que en los próximos cinco años se vencerán más de 5 mil patentes de productos farmacéuticos, por lo que los grandes consorcios tendrán la oportunidad de desarrollarlos bajo la forma de genéricos intercambiables.

Sostiene que esta situación favorece la competencia en el mercado y beneficia la economía de los mexicanos, porque la versión en GI de un medicamento original reduce su precio hasta 50 por ciento.

El mexicano, dice, en general no es un pueblo "enfermizo", pero el comportamiento demográfico indica que en menos de 50 años México será un pueblo de viejos y hacia allá debe enfocarse el desarrollo del mercado nacional de medicamentos.

En 50 años las enfermedades transmisibles y ligadas a la reproducción fueron desplazadas por las no transmisibles y los accidentes. En este momento, 52 por ciento de los decesos están asociados con enfermedades del corazón, hígado, tumores, diabetes y accidentes, pero en 2025 serán responsables de 90 por ciento de la mortalidad  §


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