LA VIDA (BREVE) EN SAN LAZARO
Magros frutos
COMO ERA DE esperarse, el periodo extraordinario del Congreso difícilmente estuvo a la altura de las expectativas. Hubo módicos avances y varios fiascos.
EL PEOR: LA pérdida de la oportunidad para avanzar en una reforma electoral. Nada se resolvió para hacer más equitativas y menos onerosas las elecciones de 2006. Hubo gran publicidad a la iniciativa para otorgar el derecho de voto a los mexicanos que residen en el extranjero, mediante el uso del correo postal. Para lograrla, comparecieron los secretarios de Comunicaciones y Transportes y de Relaciones Exteriores, así como el presidente del Instituto Federal Electoral (IFE). La reforma abre un camino, pero se queda en los primeros metros. Las dificultades que impuso a rajatabla el Senado convierten la reforma en un paliativo: los ciudadanos deben estar inscritos en el padrón electoral, contar con la credencial para votar, dar aviso previo al IFE, etcétera. Un derecho menguado que ejercerán unos pocos de nuestros compatriotas.
LO MAS IMPORTANTE es la autorreforma constitucional para reorganizar el Poder Legislativo federal. Es una buena aportación, no sólo porque mejora técnicamente el procedimiento, sino tiende a disminuir el inmovilismo y la irresponsabilidad. Sin embargo, tendrá que pasar por un complejo trámite de aprobación en el Senado, en las legislaturas de los estados. Después vendría una legislación secundaria. Larguísimo y riesgoso camino que de seguro impedirá que sus autores puedan disfrutar su logro.
EN CAMBIO SE aprobaron reformas a diversas disposiciones de la Ley Federal de Derechos para estructurar las cargas fiscales de Pemex. ¡Muy bien!, porque pueden otorgar recursos a la paraestatal para reforzar equipos e instalaciones, con una visión de mediano y largo plazos.
EL GRAN FIASCO: la imposibilidad de afrontar el veto del Presidente en materia de presupuesto de egresos. En contra de lo que se esperaba, el bloque de PRI, PRD, Convergencia y PVEM no logró asegurar la mayoría calificada (dos terceras partes) para superar el veto y poderse vengar simultáneamente del señor Fox y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Es preocupante que el coordinador de la bancada priísta no tenga ya control sobre sus huestes. Faltó una docena de legisladores priístas a la sesión, y sabíamos que por lo menos 30 votarían en contra. No era posible aventurarse, perder la votación y darle un triunfo al Presidente. Por eso se optó por una "retirada estratégica". No muy elegante. El asunto tendrá que ser resuelto para bien o para mal en el ya cercano periodo ordinario.
HUBO OTROS PROYECTOS aprobados de importancia política y social menor. Se retiró también el proyecto de ley de presupuesto y responsabilidad hacendaria. La explicación: la iniciativa favorece a la Secretaría de Hacienda, exactamente lo contrario a lo que se buscaba.
EN FIN, FRUTOS magros que no justificaron la convocatoria a un periodo extraordinario y que exhiben la incapacidad de esta legislatura para aprobar reformas significativas. Estamos en peligro de pasar como la "tristemente célebre" legislatura del desafuero.