BAJO LA LUPA
Acercamientos espectaculares: EU con India y China con Rusia
EN IRAK QUEDO enterrada la pretensión de imponer el orden unipolar del sicótico unilateralismo bushiano, a punto de ser expulsado a patadas, lo cual ha permitido la eclosión del nuevo orden multipolar y la recomposición de las fuerzas vectoriales de la geopolítica.
SUDHIR CHADDA CONFIERE la dimensión geoestratégica que merecen a dos importantes hechos que ocurrieron la misma semana y cuyas consecuencias marcarán el horizonte del siglo XXI: ''Rusia y China proceden con la cooperación militar, mientras India firma un acuerdo de defensa con EU por 10 años" (India Daily, 29/VI/2005).
CHADDA ASIENTA QUE la firma del acuerdo de defensa por 10 años entre Estados Unidos (EU) e India ''permitirá compartir tecnología, investigación y desarrollo, así como colaborar en áreas relacionadas con misiles de defensa''. Nótese que el periodo de colaboración es de 10 años y que el acuerdo es de alcances defensivos, mientras la cooperación entre Rusia y China, que se compenetra cada vez más, es de carácter ''contraofesivo'' frente al asedio unilateral del decadente bushismo y su agónica globalización financiera feudal.
MAS ALLA DE la visita del presidente chino Hu Jintao a Moscú, en vísperas de la inservible cumbre del G-8 en Escocia (como lo denuestan dos británicos editores en jefe de secciones económicas, Martin Wolf, del Financial Times, y Larry Elliot, de The Guardian), el reportero indio Chadda aborda los alcances del ejercicio militar conjunto de Rusia y China programado del 18 al 25 de agosto, y cuyo enfoque será combatir ''los ataques terroristas'' (que, no dice, son estimulados por la dupla anglosajona de EU y Gran Bretaña mediante el travestismo "democrático" y filantrópico"). De los tres estadios del ejercicio militar conjunto, el primero se realizará en Vladivostok (Rusia) entre los días 18 y 19, y consistirá en ''consultas político-militares entre generales rusos y chinos. Por lo menos (sic) participarán 3 mil soldados rusos y 5 mil chinos''. Nótese la mayor presencia china. No se dice nada sobre los dos estadios ulteriores que, al parecer, tendrán lugar en China entre los días 20 y 25, y que serán muy emocionantes.
UN "REPORTE DE prensa" anónimo del India Daily (2/07/2005) asevera: ''Rusia y China decidieron hacer el trueque de Chechenia por Taiwán''. Tal parece que EU y Rusia, cada uno por su lado, desean soltar a Taiwán, que se ha vuelto desechable y por el que ninguna potencia estaría dispuesta a ir a una guerra contra China, con la salvedad de ciertos grupos de aventureros bélicos de Japón. El asunto de Chechenia es más complejo por su delicada ubicación geopolítica en el Transcáucaso.
NO HAY QUE asombrarse que los multimedia anglosajones en su conjunto (ya no se diga su patética caricatura en México) haya ocultado a sus ciudadanos desinformados dos sucesos de tal envergadura geoestratégica, con la notable excepción de Los Angeles Times (2/07/2005), rotativo en el que el reportero David Holley aduce: ''Rusia y China se alinean para asaltar (sic) la política exterior de EU", frente a las pretensiones de estadunidenses de ''dominar al mundo''. Los presidentes Hu Jintao y Vladimir Putin firmaron la rimbombante Declaración del orden mundial (sic) del siglo XXI (sic), en la que fustigan las aspiraciones de monopolio y dominio en los asuntos internacionales y piden el fin de los intentos de ''dividir a las naciones": ''(...) es inadmisible cualquier acción destinada a dividir los estados soberanos y a estimular discordias étnicas (sic)", y rechaza la ''imposición de modelos de desarrollo social y político desde el exterior''. La alusión es prístina respecto del doble irredentismo de la globalización financiera feudal de EU (y su títere británico) y a su política balcanizadora en la periferia de Rusia y China, a las que buscan desintegrar al precio que fuere. Queda claro que el principal enemigo del orden mundial es EU. Holley rememora que las ''relaciones sino-rusas se han ido calentando y ratificaron esta primavera su disputa fronteriza". Los mandatarios de Rusia y China afirmaron que su "abordaje en temas de política mundial eran similares" (sic): desde Chechenia, Taiwán y Asia Central, pasando por Norcorea, hasta las reformas de la ONU. Difícilmente dos países se pueden poner tan de acuerdo en la geopolítica desde el Cáucaso hasta el mar del sur de China, de no ser que se encuentren muy cerca de una alianza total frente al unilateralismo devastador del intruso anglosajón que pretende fragmentar a Eurasia. Para llevar agua a su molino muy sesgado, Holley cita a su conveniencia a Vasily Mikheyev, vicedirector del Instituto de Estudios del Lejano Oriente de la Academia de Ciencias de Moscú, quien fustiga la declaración sino-rusa ''compuesta al viejo estilo diplomático en el espíritu y con clichés de la guerra fría''. ¿Cual será el nuevo estilo diplomático de la modernidad, fuera de la "permanente guerra preventiva", el "unilateralismo", la "guerra contra el terrorismo global'', el "cambio de régimen" de los "estados-canalla" y el "eje del mal", que practica la "posmoderna" diplomacia anglosajona?
OTROS ACUERDOS BILATERALES de alcance estratégico entre Rusia y China versan sobre exploración espacial, energía eléctrica, sector bancario, modernización de la infraestructura del transporte, metalurgia e intercambio tecno-militar. El comercio es raquítico, pero se triplicó el año pasado para alcanzar 21 mil millones de dólares. Se incrementan las exportaciones petroleras de Rusia a China y se establecen inversiones conjuntas en las islas de Sajalin para extraer gas, pero todavía Moscú no suelta su carta maestra: el petróleo de Angarsk (Siberia), junto al lago Baikal, y bascula conectarlo, ya sea a la terminal de Daiqing, que abastecería a China con 30 por ciento de sus importaciones, ya sea al proyecto alterno nipón, que lo vincularía al puerto de Nakhodka, desde donde sería transportado a Japón y a otros mercados (China y Surcorea). La decisión no es menor y es de alcances geoestratégicos, por lo que los rusos tendrán que sopesar detenidamente su preferencia entre el oleoducto chino o el nipón. Que no haya existido avances en referencia al oleoducto Angarsk-Daiqing denota el abordaje gradualista de Rusia y China, que se acercarán más conforme se profundice el unilateralismo bélico anglosajón.
P. GVASKOV, QUIEN firma como ''científico de China (sic)'' (Pravda, 2/07/2005), considera: "Rusia ayudará para que China expulse a EU de Eurasia". Las relaciones sino-estadunidenses ''compartieron su esfera de influencia desde 1979, cuando firmaron un acuerdo semisecreto sobre coordinación estratégica, después de la visita de Dang Xiaoping a Washington, y que EU prefiere guardar en secreto. Bill Clinton prorrogó el acuerdo en 1999". Según Gvaskov, ''China ha pedido a EU en forma consistente retirar su presencia de Eurasia. Sin embargo, EU cree que se puede referir a Rusia y al espacio postsoviético como su captura (sic)". Después de exhumar que durante la grave balcanización del espacio soviético de 1991 a 1993, ''China preservó la integridad de Rusia, ya que en caso de ser desmembrada por EU privaría a China de su zona de resguardo estratégico''. Cuando desapareció la URSS, ''China se quedó sola frente a EU en 1991, y el potencial de conflicto entre ambos no ha cesado desde entonces, pero se pudiera decir que EU se encuentra en conflicto con China desde 2003'' (no lo dice, pero se infiere que se trata de la invasión ilegal anglosajona a Irak), ''aunque hasta ahora ha sido financiera y económica, que se puede endurecer en 2009 (Nota: ¿después de los Juegos Olímpicos de Shanghai?) con los embargos de EU. China pudiera ejercitar su poderío militar para desmoralizar a Occidente (sic), y hasta ahora se ha restringido, por lo que trata de expulsar a EU de Eurasia con la amenaza de destruir el dólar como la medida de valor global". A su juicio, ''EU se ha vuelto el mayor obstáculo para que China'', que exhibe un rápido crecimiento económico, ''consiga las fuentes de materias primas y mercados para sus ventas en el exterior". China se convertirá en un "visible centro de poder en 2007, cuando declare sus ambiciones de influencia frente a EU". Ahora está en juego la "división de esferas de influencia en la región del Lejano Oriente", y considera que a China y Japón les conviene más el resguardo estratégico de Siberia y el Lejano Oriente de Rusia.
MAS ALLA DE las múltiples interpretaciones solipsísticas, lo real es que cuatro de las principales potencias multipolares ejercen movimientos vertiginosos que definirán la suerte de Eurasia y, por tanto, del planeta. Con tanto fracaso en el mundo, literalmente EU se está echando a los pies de India, que acepta en forma precavida los avances obscenos de la administración Bush, que corre contra el reloj histórico y busca incrustar una cuña en Eurasia, en el subcontinente indio, para impedir la conformación del triángulo geoestratégico entre Rusia, China e India, que definiría el presente y futuro del planeta. EU le brinda a India lo que se obstina que la Unión Europea le niegue a China, pero a lo que no puede obligar a Rusia. Debe quedar claro que el acercamiento entre India y EU no significa para nada la enemistad, ni siquiera el distanciamiento, de la añeja civilización asiática con Rusia, su principal abastecedor de armas, ni con China, con quien ha operado una colaboración estratégica en el subcontinente indio y con la que está a punto de concretar el tratado de comercio más grande del mundo. En paralelo, el estrechamiento de las relaciones entre China y Rusia tampoco significa un pleito con EU, con quien mantienen excelentes relaciones comerciales y energéticas, sino únicamente explaya una severa advertencia pública para que Washington cese de horadar sus esferas de influencia. La pelota se encuentra del lado de EU, que ya echó marcha atrás al posponer hasta fin de año la Enmienda Schumer (represalias comerciales perentorias contra China en caso de negarse a la revaluación del yuan); el mismo día de la cumbre histórica de Moscú. A ver que sigue.