Usted está aquí: sábado 9 de julio de 2005 Mundo El G-8 elevará en 50 mil mdd la ayuda para el desarrollo de los países pobres

Al culminar cumbre, ONG critican resultados; líderes ofrecen poco y tarde, señalan

El G-8 elevará en 50 mil mdd la ayuda para el desarrollo de los países pobres

Se compromete el grupo a eliminar subsidios agrícolas; la declaración final, favorable a EU

AFP, DPA, REUTERS Y THE INDEPENDENT

Ampliar la imagen Ambientalistas se manifiestan en Glasgow, Escocia, contra la pol�ca del Grupo de los Ocho en materia de cambio clim�co. "Bicicletas, no bombas", demandan en la pancarta FOTO Reuters Foto: Reuters

Gleneagles, 8 de julio. La cumbre del Grupo de los Ocho (G-8, Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón, Francia, Italia, Canadá y Rusia) concluyó este viernes de manera anticipada, debido a los atentados de la víspera, con una declaración final favorable al combate a la pobreza, pero sobre todo favorable a Washington. El G-8 prometió aumentar en 50 mil millones de dólares la ayuda al desarrollo, la mitad para Africa y la condonación de la deuda multilateral para los 18 países más pobres.

También se otorgará un paquete de ayuda por 3 mil millones de dólares a Palestina y se llegó al compromiso de eliminar los subsidios agrícolas y abrir los mercados de esos productos.

Sobre el calentamiento global, la declaración final hace referencia al Protocolo de Kyoto sobre reducción de gases de efecto invernadero y reconoce que el "cambio climático constituye un desafío serio y a largo plazo, susceptible de afectar todos los puntos del planeta".

No obstante, menciona la "incertidumbre" científica en la materia y no establece objetivos precisos que se añadan a los de Kyoto, en respuesta a las aspiraciones de Estados Unidos, que no quiere que la lucha contra el calentamiento global obstaculice el crecimiento económico. Esto es exactamente lo que quería el presidente estadunidense, George W. Bush.

Todos estos resultados se consideran favorables para el presidente estadunidense, quien en las semanas previas a la cumbre hizo las concesiones suficientes en los temas más delicados para alcanzar acuerdos que le permitieran mantener lo esencial de sus posiciones.

Bush también logró evitar que la declaración señalara a la actividad humana como principal causa del cambio climático, pero por vez primera en un foro internacional reconoció que sí tiene su responsabilidad.

"En cuanto a la declaración sobre el clima, estamos muy contentos del resultado", destacó Faryar Shirzad, consejero de Bush para asuntos internacionales.

Estados Unidos es el único país del G-8 que no ratificó el Protocolo de Kyoto -concluido en 1997 y que entró en vigor en febrero pasado- y apunta a una reducción global de 5.2 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero de unas 30 naciones industrializadas con respecto a 1990. Expira en 2012.

Los líderes se comprometieron asimismo a "actuar ya" para "frenar la emisión de gases de efecto invernadero", luego de que Estados Unidos reconoció por primera vez que el calentamiento de la tierra puede ser causado por la actividad humana.

Sin embargo, el G-8 no logró definir ninguna meta concreta para paliar el calentamiento del planeta, denunciaron organizaciones ecologistas.

Se protegen intereses de EU

Los líderes confirmaron su voluntad de "entablar un diálogo sobre el cambio climático, las energías limpias y el desarrollo duradero" con los países emergentes, de los cuales cinco (China, India, Brasil, Sudáfrica y México) participaron el jueves en la cumbre de Gleneagles.

Sobre la ayuda a Africa, Bush había anunciado antes de la cumbre un plan de lucha contra la malaria de mil 200 millones de dólares, y prometió una duplicación de la ayuda estadunidense de 4 mil 300 millones de dólares a 8 mil 600 millones anuales, de aquí a 2010.

Washington, que rechazaba cualquier compromiso cuantitativo del G-8, aceptó finalmente que la declaración estableciera que sus miembros y "otros países donantes" se fijaran la meta de aumentar a 25 mil millones de dólares la ayuda a Africa de aquí a 2010, equivalente al doble de la cifra de 2004.

La declaración final no incluye ninguna referencia al objetivo por cada país rico de destinar al menos 0.7 por ciento de su producto interno bruto (PIB) a la ayuda pública al desarrollo (APD).

Estados Unidos, que es el país que más desembolsa en APD, con 19 mil millones de dólares, es también uno de los que menor porcentaje del PIB destina a ella (0.16 por ciento), y la administración Bush juzgó que ese objetivo de 0.7 por ciento es poco realista.

De otro lado, analistas consideraron que el empeño del primer ministro británico, Tony Blair, en llevar la pobreza al corazón de la agenda del G-8 en lo que definió como un "plan Marshall para Africa" ha sido determinante para estos compromisos, al igual que la imponente campaña mediática que ha sacado a la calle a miles de personas con la consigna "Eliminemos la pobreza", sobre la plataforma de los conciertos Live8, organizados por el roquero Bob Geldof.

El G-8 se comprometió a aumentar la ayuda en 50 mil millones de dólares -la mitad para Africa- para el año 2010, lo que supone duplicarla respecto a 2004. Blair confirmó que las naciones ricas también han condonado la deuda multilateral contraída por los 18 países más pobres, entre ellos Bolivia, Nicaragua, Honduras y Guyana, por unos 40 mil millones de dólares.

La cumbre también escuchó a los países en desarrollo, que llevan años luchando para derribar los subsidios a la agricultura de los países ricos y vender sus productos en los mercados desarrollados sin trabas, anunció Blair.

"Estamos comprometidos a reducir sustancialmente las subvenciones que distorsionan el comercio y mejorar sustancialmente el acceso a los mercados. También estamos comprometidos a eliminar todas las formas de subsidios a la exportación (...) en una fecha creíble", según la declaración final.

Los jefes de Estado y de gobierno de los miembros del G-8 prometieron también 3 mil millones de dólares para Palestina "en los próximos años", para impulsar el proceso de paz en la región.

Inconformidad de ONG

Organizaciones no gubernamentales criticaron los resultados de la cumbre. "Para la mayoría de los 50 millones de niños que morirán por la pobreza en los próximos cinco años, los dirigentes del G-8 ofrecen poca cosa y demasiado tarde", dicen los responsables de la campaña "Eliminemos la pobreza".

"La gente ha rugido pero el G-8 ha susurrado", agregan decepcionados, aunque determinados a mantener la presión en la cumbre del Milenio en Nueva York en septiembre y en la Organización Mundial del Comercio en diciembre, hasta que consigan sus objetivos, incluida la condonación de la deuda y la creación de un sistema más justo.

No obstante, Geldof y Bono, del grupo U2, consideran que las decisiones de esta cumbre son "el principio del fin" de la extrema pobreza.

"Hemos subido una montaña y deja a la vista nuevas cumbres. Pero por el momento detengámonos y miremos nuestro recorrido: el mundo a nuestro alrededor ha cambiado", expresó Bono en una conferencia de prensa.

Trascendió que los países del G-8 no encontraron un consenso sobre nuevos recursos "innovadores" para aumentar su ayuda a los pobres, si bien sí advirtieron sobre los peligros que representan los altos y "volátiles" precios del petróleo para el crecimiento económico mundial.

Asimismo, la declaración final destaca en particular la necesidad de acciones tendientes a la "consolidación fiscal" en Estados Unidos, cuyos déficit representan un riesgo para el crecimiento.

Se posiciona la lucha antiterrorista

"Hablamos ahora bajo la sombra del terrorismo, pero no va a eclipsar lo que vinimos a hacer aquí", declaró Blair al término de la cumbre.

"El objetivo del terrorismo no es sólo matar y perjudicar a los inocentes, sino también generar desesperación y cólera en el corazón de la gente", agregó.

Bush se retiró de la cumbre antes de lo previsto y sin ofrecer una conferencia de prensa. Sin embargo, antes aprovechó los atentados del jueves para ubicar nuevamente en primer plano la lucha contra el terrorismo.

"La guerra al terrorismo continúa", aseguró Bush. "Por un lado tenemos gente aquí que trabaja para aliviar la pobreza, para ayudar al mundo a librarse de la pandemia del sida, que trabaja en busca de métodos para un ambiente limpio. Y por otro lado, hay gente que mata a inocentes", añadió.

 
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