Usted está aquí: miércoles 13 de julio de 2005 Sociedad y Justicia "Normal" que el Seguro Social subrogue servicios

Autoridades del instituto

"Normal" que el Seguro Social subrogue servicios

ANGELES CRUZ MARTINEZ

Desde su nacimiento, en 1943, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha subrogado algunos de los servicios que presta. Es "una práctica normal" que se da por necesidades derivadas de la capacidad instalada o por la ubicación geográfica de las clínicas y hospitales, explicaron funcionarios del organismo.

Cuando el instituto fue creado, señalaron, no tenía instalaciones propias, por lo que tenía que rentarlas e inclusive, los artículos de la ley que prevén los contratos con empresas privadas se han mantenido inalterados desde 1943. No cambiaron ni en la reforma de 1973 ni en la de 1997.

Al amparo del artículo 89, el IMSS puede prestar los servicios del seguro de enfermedades y maternidad, que tiene encomendados, en forma directa con su propio personal e instalaciones; o indirectamente, por medio de "convenios con otros organismos públicos o particulares, para que se encarguen de impartir los servicios del ramo de enfermedades y maternidad, y proporcionar las prestaciones en especie y subsidios del ramo de riesgos de trabajo".

El mismo precepto establece que dichos convenios "fijarán el plazo de su vigencia, la amplitud del servicio subrogado, los pagos que deban hacerse, la forma de cubrirlos y las causas y procedimientos de terminación..."

De tal suerte que esto no es nuevo, apuntaron las fuentes consultadas. Todas las administraciones del instituto han subrogado algunos de los servicios. Además, resaltaron que "la inmensa mayoría de los servicios" se otorgan en las instalaciones propias de la institución.

Por ello carecen de fundamento los señalamientos del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) respecto a que los contratos de subrogación de servicios sea una estrategia para desmantelar la institución.

La Jornada dio cuenta el día de ayer de la denuncia del SNTSS sobre los contratos que ha firmado el IMSS con laboratorios clínicos privados para el análisis de las muestras cérvicouterinas que se toman a las derechohabientes en las unidades de medicina familiar y hospitales del Seguro Social, los cuales implican pagos de 30 a 40 millones de pesos.

El gremio resaltó que además de incurrir en un gasto innecesario y excesivo, los convenios con las empresas privadas violan el contrato colectivo de trabajo, pues se desplaza la mano de obra de los empleados de base y se les niega la dotación de insumos para el desempeño de sus funciones.

Las fuentes del IMSS rechazaron lo anterior e insistieron en que la subrogación de servicios se da "siempre que es necesario" para cubrir alguna insuficiencia en la capacidad instalada del instituto.

Cada uno de los contratos con particulares satisface a cabalidad los requerimientos que impone la ley y reglamentos de adquisiciones y contratación de servicios, y se extienden, por ejemplo, al servicio de guarderías. La ley también prevé la firma de acuerdos con particulares, figura por la cual el IMSS ha podido ampliar su cobertura en este ramo.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.