Usted está aquí: jueves 14 de julio de 2005 Mundo Mata atacante suicida a más de 30 niños y adolescentes iraquíes

Aumentan demandas para que las tropas invasoras abandonen el país árabe

Mata atacante suicida a más de 30 niños y adolescentes iraquíes

Resultaron lesionadas 67 personas; también murió un soldado de EU y dos más quedaron heridos

El bombazo, cuando militares estadunidenses repartían dulces a menores en barrio chiíta de Bagdad

PATRICK COCKBURN THE INDEPENDENT

Ampliar la imagen Un iraqu�yuda a limpiar el lugar donde horas antes un atacante suicida dej�cenas de v�imas FOTO Reuters Foto: Reuters

Bagdad, 13 de julio. Un atacante suicida que viajaba a bordo de un automóvil mató al menos a 32 niños y adolescentes e hirió a otras 67 personas, cuando se hizo estallar a un lado de una patrulla estadunidense en el este de Bagdad. Los menores se aglomeraban en torno al vehículo para recibir los dulces que repartían los soldados cuando los atrapó el estallido.

Las mujeres gritaron llenas de enojo y rabia, y familiares desesperados llenaron la calle del barrio pobre chiíta, conocido como Bagdad al Jedidah, mientras recogían a muertos y heridos.

La bicicleta de un niño estaba tirada y manchada de sangre. Lo único que quedó del automóvil del atacante fue el motor.

La explosión fue tan poderosa que incendió dos casas cercanas y causó fuertes daños a otras dos. Los niños que rodeaban el Humvee estadunidense no tenían oportunidad de salvarse. La bomba también mató a un soldado estadunidense e hirió a dos más.

"La mayoría de las víctimas son niños" señaló un policía que informó de los muertos y heridos que fueron llevados al vecino hospital Kindi. "Los estadunidenses repartían dulces en el momento del ataque", dijo.

Abu Mussab Zarqawi, líder de Al Qaeda en Irak, dejó claro en un comunicado difundido en Internet -cuya autenticidad no fue confirmada- que considera que los chiítas iraquíes son apóstatas que merecen ser asesinados al igual que los soldados estadunidenses.

Los ataques a civiles chiítas y los asesinatos de sunitas en represalia han llevado al país al borde de una guerra sectaria.

Con toda probabilidad, los militares estadunidenses serán culpados por los ciudadanos iraquíes por atraer a los niños a sus vehículos dándoles dulces.

En septiembre último, 35 niños iraquíes murieron por bombas que explotaron cuando las tropas estadunidenses estaban repartiendo dulces en una ceremonia por la inauguración de una planta de saneamiento de aguas negras.

Muchos iraquíes consideran negativo el frecuente patrullaje militar de Estados Unidos por las calles de la capital.

"Me da miedo cuando los veo", dijo Arias Kamel, un contador. "Siempre trato de alejarme de los soldados estadunidenses por los ataques contra ellos, y porque esos tipos siempre están aterrorizados. Están listos para abrir fuego sin razón alguna".

La mayoría de los iraquíes adultos, a pie o en automóviles, se mantienen lo más lejos posible de las patrullas estadunidenses, pero los niños son menos cautelosos.

La matanza de niños profundizará el odio sectario en Bagdad. Arabes sunitas se sienten perseguidos por los servicios de seguridad, en los que hay cada vez más chiítas a raíz de su victoria en las elecciones de enero.

Un clérigo sunita ha acusado a comandos de la policía del Ministerio del Interior de torturar y ejecutar a 12 sunitas y un chiíta, detenidos en el norte de Bagdad.

Un funcionario de alto rango de ese ministerio reconoció que 10 sunitas murieron asfixiados en días recientes después que fueron dejados durante horas en la parte trasera de un vehículo policial, a una temperatura de 45 grados centígrados. Aseguró que los responsables serán llevados a juicio.

El mayor general Hussein Kamal, quien encabeza el departamento de inteligencia del Ministerio del Interior, afirmó que los hombres, al parecer, "murieron después que el motor del vehículo fue apagado y, por tanto, se detuvo el aire acondicionado".

Bagdad ha hablado de retirar las tropas estadunidenses de algunas ciudades. El primer ministro Ibrahim Jaafari señaló: "Podemos empezar el proceso de retirar a las fuerzas multinacionales de esas ciudades como primer paso que alentará a que se fije un cronograma del proceso de repliegue".

Sin embargo, dejó claro que se estaba refiriendo específicamente a las ciudades kurdas en el extremo norte del país, y localidades chiítas al sur donde no existe mucha presencia de la resistencia. Para defenderse de los insurgentes, todavía recurrirá a los 135 mil efectivos estadunidenses.

El gobierno iraquí teme que, sin el apoyo estadunidense, su ejército se desmoronará bajo el peso de los asaltos insurgentes. Funcionarios iraquíes citan como ejemplo de esto ocasiones en que la policía ha huido para refugiarse en sus comisarías negándose a pelear o, de plano, se esconden en sus casas.

El doctor Mahmoud Othman, influyente miembro kurdo del Parlamento iraquí interino, argumenta que la presencia estadunidense en ciudades como Bagdad exacerba el odio en su contra. Sostiene que si los estadunidenses se fueran los insurgentes "ya no tendrían excusa para pelear".

Es un hecho que las patrullas estadunidenses se caracterizan por estar demasiado dispuestas a disparar y hay una larga lista de iraquíes muertos accidentalmente.

Othman afirma que las fuerzas estadunidenses deben marcharse en dos etapas, y salir primero de las ciudades y luego de Irak, pero reconoce que es improbable porque Jaafari tiene fama de hacer lo que le dice Estados Unidos.

© The Independent

Traducción: Gabriela Fonseca

 
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