Usted está aquí: viernes 15 de julio de 2005 Cultura Comienzan viaje de regreso los tesoros de la muestra Faraón

El domingo serán embarcados en tres aviones jumbo

Comienzan viaje de regreso los tesoros de la muestra Faraón

Terminaron los trabajos de embalaje de sarcófagos, esfinges, papiros y piezas de metal del arte egipcio

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

Ampliar la imagen Sarc�o de Ankh-Hor, de 7.5 toneladas, es una de las 152 piezas de arte egipcio que formaron la muestra Fara�cuya exhibici�oncluy� domingo 10 en el Museo de Antropolog�FOTO Ericka Monta� Foto: Ericka Monta�

Hoy, viernes de quincena y de doble carga de tránsito vehicular, las 152 piezas que formaron la exposición Faraón: el culto al Sol en el antiguo Egipto comienzan su viaje de regreso a los museos de Berlín y Munich.

En medio de fuertes medidas de seguridad, las obras, que incluyen un sarcófago de 7.5 toneladas, serán transportadas en camiones al aeropuerto capitalino, en un proceso que terminará mañana sábado, y el domingo serán embarcadas en tres aviones jumbo de la aerolínea KLM para llegar el lunes a Alemania, donde serán emplazadas para su exhibición permanente en la nueva sede del Museo Egipcio, ubicado en la Isla de los Museos.

Los trabajos de embalaje comenzaron el pasado lunes, un día después de finalizar la muestra en la sala de exposiciones temporales del Museo Nacional de Antropología y que reunió a más de 600 mil visitantes durante 104 días.

Ayer todas las piezas estaban en cajas de madera, excepto el sarcófago de Ankh-Hor y la esfinge de la reina Hatshepsut que fueron las últimas en ser embaladas este viernes por un equipo de cuatro especialistas alemanes que se completó con tres curadores, quienes se encargaron de revisar pieza por pieza y certificar que ninguna sufrió daños.

Juntas, pero no revueltas

Lo más difícil es colocar el sarcófago, explicó a La Jornada la directora de la Colección Estatal de Arte Egipcio de Munich, Sylvia Schoske. ''Esa es la parte más peligrosa. Construimos la caja alrededor de él, es una pieza muy pesada".

Esa labor es diferente con las piezas pequeñas, pues requieren cajas que permitan controlar la temperatura. Es el caso de papiros o piezas de metal; para éstas se destinan cajas de color blanco, con numerosos compartimentos que permiten colocar varias piezas juntas, pero no revueltas.

''Debemos tener cuidado con esos objetos porque el trayecto en avión es muy frío", señaló la curadora. Cada una de las obras tiene su caja específica recubierta con una especie de unicel. Cada una embona en ellas de manera perfecta.

Y mientras los elementos de seguridad vigilan cada paso de toda persona que entra en el recinto, los especialistas alemanes manipulan las piezas con las manos enguantadas y con mucha facilidad. Por ejemplo, el desmontaje y colocación de un relieve en su respectiva caja de transporte requirió menos de cinco minutos: llegan, quitan el soporte, ponen tiras de plástico sobre las pinzas del montacargas para proteger las piezas, y después las colocan en las cajas.

Buena parte el material utilizado en la museografía será enviado al Museo de las Culturas para su sala egipcia. Así termina el periplo del arte egipcio en México.

 
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