Usted está aquí: martes 19 de julio de 2005 Ciencias Falla en el Discovery pone en tela de juicio credibilidad de la NASA

La agencia espacial descartó una tercera revisión de la anomalía

Falla en el Discovery pone en tela de juicio credibilidad de la NASA

AFP

Cabo Cañaveral, 18 de julio. La credibilidad de la NASA está en tela de juicio tras la anulación, en último momento, del lanzamiento del transbordador Discovery debido a una anomalía "inexplicada", luego que la agencia espacial estadunidense se negó en abril pasado a buscar la causa de un problema técnico similar.

El esperado vuelo de la nave, el primero tripulado desde el accidente del Columbia, el 1º de febrero de 2003, fue anulado dos horas y 20 minutos antes de la hora prevista para el despegue el miércoles pasado, debido al mal funcionamiento de uno de los cuatro sensores del tanque externo de hidrógeno líquido, revelado gracias a una revisión de rutina.

La NASA movilizó desde entonces a cientos de ingenieros que trabajan día y noche para encontrar la causa de este problema y evitar el retrazo del lanzamiento para septiembre, ya que la ventana de lanzamiento actual se cierra el 31 de julio.

El viernes, los responsables del programa anunciaron que no se intentará un nuevo despegue antes del fin de la próxima semana.

No obstante, los ingenieros ya se habían enfrentado a este misterio técnico meses atrás. Sin encontrar la causa del mal funcionamiento de uno de los sensores del tanque externo del Discovery, cambiaron esta pieza por una del transbordador Atlantis y remplazaron el cableado eléctrico del sensor en cuestión, según la NASA.

La agencia espacial procedió entonces a realizar las pruebas con el tanque lleno de hidrógeno líquido, que junto con el oxígeno forma el carburante de los tres motores de la nave. En aquel momento los cuatro sensores funcionaron bien.

Pero durante la segunda revisión surgieron problemas. Entonces, los ingenieros remplazaron la caja de los sensores del tanque por la del transbordador Endeavour.

Luego de este último cambio, la NASA descartó un tercer chequeo, como solicitaron los ingenieros, quienes destacaban que el problema, calificado luego de "anomalía inexplicada", había sido solucionado con el remplazo de varias piezas.

Los estudios realizados hasta ahora mostraron que se trata "de una anomalía intermitente (...) el peor de los problemas técnicos para solucionar", afirmó John Muratore, uno de los responsables técnicos de la nave.

Sin embargo, Wayne Hale, subdirector del programa de transbordadores, se mostró confiado que la NASA lograría resolver este molesto rompecabezas.

"Ahora consagramos todos los recursos a encontrar la causa de esta anomalía (...) y por lo tanto nuestros esfuerzos están a un nivel más alto que hace un mes", insistió.

Hale destacó también que si luego de realizar todas las revisiones la NASA no logra explicar esta anomalía, la agencia podría, como último recurso, proceder al lanzamiento.

De hecho, sólo se precisan dos sensores, aunque la NASA aplica el principio de doble redundancia, sabiendo que la nave podría volar con seguridad con dos fallas en cada uno de sus múltiples sistemas. Sin embargo, esta decisión sería muy mal percibida.

La NASA, luego ser severamente criticada por el accidente del Columbia y por su burocracia, cambió su funcionamiento, gracias a la incorporación de su nuevo director, Michael Griffin.

Los cambios fueron en aspectos técnicos y operacionales del programa de transbordadores para evitar otro accidente, que sería un nuevo golpe a las ambiciones espaciales estadunidenses.

 
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