Usted está aquí: lunes 25 de julio de 2005 Cultura La Universidad de Texas presenta antología de literatura indígena

El proyecto se compone de tres libros con autores mexicanos autóctonos

La Universidad de Texas presenta antología de literatura indígena

Carlos Montemayor y Donald Frischmann, recopiladores y traductores de las obras al español e inglés

La compilación Words of the True Peoples busca llenar una laguna en estudios literarios

PABLO ESPINOSA

Ampliar la imagen Donald Frischmann y Carlos Montemayor, autores de la antolog� FOTO Tomada del libro Words of the true people Foto: Tomada del libro Words of the true people

La Universidad de Texas da a conocer el inicio de un proyecto monumental, la edición en tres volúmenes -el primero de los cuales llega a México y será presentado en breve-, de una vasta antología de literatura indígena mexicana contemporánea multilingüe con el título Words of the True Peoples. Palabras de los seres verdaderos.

Los autores de la antología son el doctor Carlos Montemayor y el investigador estadunidense Donald Frischmann.

El primero de los tres volúmenes recoge prosas de 15 autores en lengua maya, chontal, tzotzil, tzeltal, tojolabal, zapoteca, purépecha, huichol y náhuatl. Los autores antologados en este primer tomo son: María Luisa Góngora Pacheco, Jorge Echeverría Lope, Miguel Angel May May, Santiago Domínguez, todos estos autores en lengua maya.

En chontal: Isaías Hernández Isidro; en tzotzil: Enrique Pérez López y Jacinto Arias Pérez; en tzeltal: Diego Méndez Guzmán y Domingo Gómez Gutiérrez; en tojolabal: María Roselia Jiménez; en zapoteco: Javier Castellanos Martínez; en purépecha: Joel Torres Sánchez.

En huichol: Gabriel Pacheco, y en náhuatl: Librado Sil- va Galeana y Román Güemes Jiménez.

Además de reproducirse en su lengua original, todos los textos contenidos en la antología están traducidos al español por Carlos Montemayor y al inglés por Donald Frischmann.

En los meses subsiguientes aparecerán los otros dos tomos. El segundo volumen contendrá poesía en lengua indígena y el tercero, teatro.

En el primer tomo y los que seguirán, explican los autores, "pretendemos llenar una laguna en los estudios literarios y culturales mexicanos y latinoamericanos, e inspirar a otros, tanto indígenas como no indígenas, a prestar la debida atención -crítica y humana- a las voces contemporáneas que nos hablan desde las profundidades del tiempo; voces que se proyectan en múltiples lenguas para crear puentes de comprensión que son tan necesarios para la sobrevivencia de su sabiduría milenaria, que es parte de nuestra experiencia humana acumulativa y colectiva".

En agosto de 2000, cuenta Donald Frischmann, "nos sentamos Carlos Montemayor y yo en la sala de su residencia en la ciudad de México para detallar el plan y contenido de esta antología; en ese momento surgió una obra en tres tomos, ya no en uno solo. Ese cambio resultó de nuestra decisión de presentar cada obra en tres lenguas, y de haber calculado el volumen de material que ese formato representaría. Había muchos escritores y escritoras de calidad cuya obra merecía atención, y un formato multilingüe respondería a las necesidades de un amplio público lector panamericano".

Desde el inicio, los recopiladores establecieron un criterio de excelencia académica y literaria para esta antología pionera: "decidimos presentar a escritores que poseían décadas de desarrollo y experiencia y un compromiso de largo plazo con la promoción de su lengua. Ellos ya no son escritores prometedores cuyo trabajado ha aparecido sólo en periódicos, sino escritores muy experimentados y autores de libros publicados a nivel nacional por casas editoriales prestigiosas".

No existe dentro de esta vanguardia, explica Frischmann, "un equilibrio cuantitativo entre escritores hombres y mujeres; la preponderancia de escritores masculinos en esta antología refleja esa realidad. Sin embargo, una futura antología de este tipo indudablemente incluirá a más escritoras distinguidas ya que en los últimos años se ha dado un aumento dramático en el número de mujeres que se han iniciado en el quehacer literario. Sin embargo, nuestro enfoque actual no es la escritura reciente en lenguas indígenas mexicanas, sino la obra de escritoras y escritores que ya han sobresalido en su oficio".

Imprecisiones e ingenuidades

En el ensayo introductoria al volumen primero, Carlos Montemayor llama la atención acerca de "varias imprecisiones, olvidos históricos e incluso creencias ingenuas" que tornan confuso a menudo lo que debemos entender por literatura indígena y tradicional.

Por ejemplo, "creer que los idiomas pueden diferenciarse por grados de crecimiento y que las lenguas con desarrollo son los idiomas propiamente dichos y los otros tan sólo 'dialectos'. También, creer que las lenguas desarrolladas se hablan en los países hegemónicos y los dialectos en los pueblos sojuzgados. Quizá sorprenderá a muchos saber que no hay idiomas superiores; que todos son sistemas lingüísticos definibles en los mismos términos, con el ordenamiento gramatical necesario para una compleja gama de comunicación abstracta, simbólica, metafórica, imperativa, lúdica, a partir de un sistema fonológico particular".

De manera que, asienta Carlos Montemayor, "el náhuatl es un sistema lingüístico tan completo como el alemán; el maya es un sistema tan completo como el francés; el zapoteco lo es como el italiano, el purépecha como el griego o el español y el inglés son como el ñahñu y el mazateco".

Pues bien, remata Montemayor, estamos ahora ante el resurgimiento del arte literario en lenguas indígenas. "Este despertar de los intelectuales indígenas y de la escritura en sus lenguas es uno de los hechos culturales de mayor relevancia en el México de finales del siglo XX y principios del XXI."

 
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